El ultimátum lanzado por el
president de la
Generalitat,
Quim Torra, tras el aniversario del referéndum del 1-O ha causado alboroto en las filas de
Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), el principal socio del
PdeCAT en el
procés. Ante las declaraciones de varios líderes políticos —catalanes y de ámbito nacional—, que apuntan a que las palabras de Torra fueron completamente unilaterales y lo instan a sentarse a dialogar con el Gobierno, desde ERC se muestran divididos ante estas dos propuestas.
Este miércoles, el portavoz adjunto de los nacionalistas catalanes en el Congreso de los Diputados,
Gabriel Rufián, ha esquivado suscribir las palabras de Torra aseverando que "los
ultimátums los carga el diablo" y que, aunque Torra "es el president", sólo el grupo parlamentario de ERC puede hablar por sus diputados en la Cámara Baja. "Lo digo con cariño y respeto; por el grupo parlamentario en Madrid sólo habla el grupo", ha afirmado Rufián antes de declarar que "depende de
Sánchez que Cataluña le pase por encima" y ha recordado al jefe del Ejecutivo que
Mariano Rajoy y
Soraya Sáenz de Santamaría salieron del Gobierno, desde su punto de vista, por su gestión del asunto catalán.
ERC no conocía el ultimátum
Desde la formación nacionalista en territorio catalán, también este miércoles, han reconocido que
no conocían "concretamente" el ultimátum de Torra a Sánchez donde le pedía pactar un referéndum de autodeterminación en Cataluña en el plazo de un mes, pero aseguran que comparten "la visión" del
president. Lo ha confesado el diputado de ERC en el
Parlament,
Gerard Gómez, en unas declaraciones vertidas en
Radio Nacional de España, donde ha señalado que su formación habló con Torra sobre las líneas generales de su discurso, aunque ha admitido que éste no les trasladó la propuesta concreta lanzada a
Moncloa.
"Hablamos en general del discurso, sabíamos las líneas genéricas y de las propuestas, pero el detalle concreto no", ha afirmado Gómez, que se ha centrado en anunciar que ERC podría
retirarle su apoyo en el Congreso a Sánchez —ese apoyo es fundamental para que salgan adelante las líneas programáticas del Gobierno— si su Ejecutivo no trabaja en la propuesta de una consulta sobre la independencia de Cataluña. "El apoyo a Sánchez no es gratis, nadie espera que le demos soporte y que no se mueva un ápice", ha manifestado el diputado catalán, que también ha instado a instado a Sánchez a que
dialogue "sin limites".
No obstante, el líder de ERC en el Parlament,
Sergi Sabrià, también se ha distanciado del ultimátum proponiendo que la Cámara apruebe una resolución que inste a crear una
mesa de política de diálogo donde el movimiento soberanista reunifique su estrategia y
abandone las "gesticulaciones" de los últimos meses. "Volver a hablar a fondo todos con todos. Volver a consensuar, a pactar una estrategia conjunta, cogiendo lo mejor del
espíritu del 1-O y el 3 de octubre. Los grandes consensos son los que nos han hecho imparables", ha dicho durante el Debate de Política General. También ha abogado por hacer autocrítica y ha lamentado los incidentes de las conmemoraciones del primer aniversario del 1-O: "
No nos representan las caras tapadas ni las intimidaciones. Determinadas actitudes solo nos hacen retroceder y perder apoyo".
Junqueras insiste en dialogar y negociar
Por último, en una entrevista en la radio catalana
Rac 1, el líder de Esquerra,
Oriol Junqueras —encarcelado desde noviembre de 2017— también ha opinado sobre el ultimátum y las reacciones a éste apostando por "diálogo y negociación" con el Gobierno central para conseguir que se celebre un
referéndum de autodeterminación pactado con el Estado y con garantías. "Ya sabemos como es el
PSOE. Pueden cerrar tantas veces como quieran la puerta al diálogo, que siempre nos encontrarán poniendo el pie", ha afirmado el
número dos del
Govern.
Junqueras, que tampoco se ha alineado a favor de las declaraciones de Torra, ha insistido en la idea de que los catalanes
voten sobre su futuro político: "Será nuestra fuerza democrática y nuestra persistencia las que harán posible que votemos con reconocimiento internacional". A quien sí ha apoyado Junqueras es al presidente del
Parlament —e integrante de ERC—,
Roger Torrent, del que asegura que "
no se dejará intimidar por esta voluntad descarada, una vez más, de coaccionar la libertad de expresión [en la Cámara]".
No me parece muy acertado el titular. La desunión no es solo en ERC sino entre ERC y la-cosa-como-se-llame de Puigdemont y el muy honorable felpudo Torra. De la lectura completa de la noticia es eso lo que se deduce (ERC no estaba, como partido, enterada de la última ocurrencia de Torra) y no lo que dice el encabezado.
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