Dirigentes del PP aseguran que la retirada de Cospedal daría "oxígeno" al proyecto de Casado

El PP contiene la respiración ante el temor a que las grabaciones del comisario jubilado José Manuel Villarejo a la exsecretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, comprometan la actuación del partido en lo relacionado con los escándalos de corrupción. Como se temían en la formación conservadora, este martes continuaron las informaciones que afectan a la exministra de Defensa con el matiz de que ya no es su marido, Ignacio López del Hierro, el protagonista de los audios. moncloa.com dio cuenta de unas grabaciones en las que Cospedal recibe al policía en secreto en la sede nacional del PP. Era julio de 2009, la reunión entre su esposo y el comisario había tenido lugar días antes. En febrero de ese mismo año, en plena campaña de las elecciones autonómicas gallegas y vascas, había estallado el caso Gürtel.

La dirección nacional del partido no se movió mucho de la postura del día anterior: marcar distancias, defender que de los audios “hasta ahora” no se desprenden delitos, ubicar esos episodios en el pasado y poner el foco en que el caso que afecta a la ministra de Justicia, Dolores Delgado, "es mucho más grave". Sólo Dolors Montserrat, portavoz del PP en el Congreso y que fue jefa de campaña de Cospedal en las primarias, mostró de forma rotunda su respaldo. Otros dirigentes no lo tienen tan claro y creen que si “la cosa se pone fea”, la exsecretaria general tendría que dar un paso atrás por el bien de un partido que acaba de cambiar de líder y que tiene que enfrentarse a los próximos exámenes con las urnas en el mejor estado posible. Daría “oxígeno” al nuevo jefe de los conservadores, explica gráficamente un líder regional. “No estamos para dar más munición a la oposición ni para que Ciudadanos nos siga comiendo el terreno”.

Las fuentes consultadas en el PP destacan que el partido no puede permitirse estar instalado en cuestiones del pasado que lastran la nueva etapa. Y consideran que Cospedal, que ha sido número dos del partido durante diez años, debe ser consciente de la importancia de no hacer daño a las siglas.

Cospedal se siente "absolutamente" respaldada

La protagonista de los hechos emitió un comunicado el lunes, asegurando que los casos sobre los que recibió información de Villarejo a través de su marido fueron "judicializados" sin que ella influyese en nada, y realizó este martes unas breves declaraciones en el Congreso. Pasadas las 21.00 horas, Cospedal se incorporó justo antes de las votaciones. “¿Por qué voy a estar preocupada?”, respondió a los periodistas.

“Aquí hay un tema bien claro. Y por eso no estoy nada preocupada. En primer lugar, porque en este tema yo siempre he dicho la verdad”, añadió recordando que ella nunca negó conocer al comisario Villarejo. “Y también he dicho muchas veces que yo en varias ocasiones he tenido conversaciones con él, como las han tenido directores de periódicos y muchísima gente”.

Marcando distancias con los audios de la ministra de Justicia, Dolores Delgado, la dirigente del PP insistió en que ella en este tema no ha mentido “nunca”. “Y no creo que tenga este tema más trascendencia”, zanjó.

Además, Cospedal dijo sentirse “absolutamente” respaldada por el PP.

El ‘caso Delgado’, peor para el PP

Este miércoles, el Congreso de los Diputados acogerá el Pleno de control al Gobierno, una cita que los conservadores han usado las últimas semanas para intentar desgastar al Ejecutivo de Pedro Sánchez a cuenta de las grabaciones difundidas entre la titular de Justicia, Dolores Delgado, y el comisario jubilado. En el PP no niegan que, con la polémica protagonizada ahora por Cospedal, pierden fuerza para utilizar esta línea de ataque. Pero, en público, la línea de defensa es que lo que describen los audios protagonizados por la exministra de Defensa no son nada graves comparados con los de Delgado.

En este sentido, el número dos del PP, Teodoro García Egea, advirtió al PSOE de que no puede hablar de Cospedal "teniendo sentada en el Consejo de Ministros" a la ministra de Justicia, tras los audios que se han filtrado de sus "comidas" con Villarejo y sobre las que ha "mentido". "Aquí no existe conocimiento de una red de prostitución", dijo insistiendo en que de lo que se conoce a día de hoy sobre Cospedal "no hay indicios" de delito.

Los fieles de Cospedal, ahora en el equipo de Casado

De complicarse las cosas, el principal obstáculo para Casado es que debe parte de su victoria a la exsecretaria general y que no sólo podría encontrarse con su resistencia, si no con la oposición de sus fieles. Tras ser derrotada en la primera fase de las primarias convocadas por el PP para la sucesión de Mariano Rajoy, Cospedal sumó al grueso de su equipo a la candidatura de Casado. Al vencer el ahora jefe de los conservadores en el cónclave tuvo que hacer hueco en puestos destacados de su equipo a los fieles a la exnúmero dos del partido mientras ella optó por dejar la presidencia del PP de Castilla-La Mancha y mantener el escaño en el Congreso de los Diputados. Además, preside la Comisión de Exteriores de la Cámara Baja.

La forma en la que resuelva Casado este caso si la situación empeora servirá para que el nuevo líder del PP marque su listón de exigencia. Antes de estallar este caso, Cospedal era fija en las quinielas para liderar la lista a las elecciones europeas.

Ahora, el grueso de las fuentes consultadas consideran que, más allá de las grabaciones protagonizadas por su marido, sólo el hecho de haberse ella reunido con el excomisario y la forma en la que se produjo el encuentro en la sede de Génova, reducen sus opciones de futuro en la política.

García Egea trasladó este martes que había hablado con Cospedal en dos ocasiones desde que se conocieron las primeras grabaciones. Otras fuentes del PP destacan que la exsecretaria general ya había trasladado hace meses a compañeros de partido que se había reunido en el pasado con Villarejo. Y les dejó claro que no había comentado temas que la comprometiesen a ella o a las siglas del PP.

¿Qué dice el código ético?

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En la dirección del PP señalan que, a día de hoy, no hay un solo elemento en el código ético ni en los estatutos que permitan abrir un expediente a Cospedal por haber citado a Villarejo en secreto en la sede del partido.

El punto 7 del nuevo código ético refleja que “el Partido Popular rechaza cualquier beneficio del Partido o de sus integrantes que tenga que ver con tráfico de influencias”.

“Está prohibido ejercer cualquier tipo de influencia desde el partido en funcionarios, empleados públicos, cualquier tipo de agente público o autoridad para conseguir cualquier tipo de actuación que pueda generar directa o indirectamente un beneficio económico al Partido Popular o algún integrante o donante del Partido Popular”, puede leerse en uno de los apartados.