Los audios de Villarejo
El PP ubica como línea roja para actuar contra Cospedal la comisión de un delito
La dirección nacional del PP cree que de los audios difundidos "hasta ahora" entre María Dolores de Cospedal y el comisario retirado José Manuel Villarejo no se desprende ningún comportamiento delictivo ni que la exsecretaria general haya mentido. Eso sí, no ocultan que son "morbosos".
Esta es la misma sensación que hay entre el grueso de los diputados y cargos regionales y provinciales consultados por infoLibre. Estas fuentes coinciden en que, a día de hoy, los audios difundidos por moncloa.com no permiten hacer ningún reproche a Cospedal desde el punto de la vista de la comisión de un delito. No obstante, muestran su preocupación por lo que pueda estar por venir. Y creen los partidarios de que su dimisión daría "oxígeno" "oxígeno"al proyecto de Pablo Casado, que acaba de cumplir 100 días al frente del PP.
Este miércoles, nuevas entregas de las grabaciones apuntan a que, en la reunión secreta de la sede de Génova, Cospedal encargó a Villarejo "trabajos puntuales" y su marido, Ignacio López del Hierro, le garantizó los "pagos". Nada se sabe todavía sobre esos presuntos trabajos, sobre si se hicieron y sobre si se pagó con ellos y con qué dinero.
Para Génova, la línea roja está, pues, en que de los audios se desprendiese la comisión de un delito o en que se comprobase que Cospedal hubiese mentido. Es la forma en la que los conservadores intentan marcar distancias con el caso que afecta a la ministra de Justicia.
El PP ha pedido la dimisión de Dolores Delgado por los audios desvelados hace semanas también por moncloa.com. Y, cuando se les cuestiona sobre las grabaciones a Cospedal defienden que "a día de hoy" los casos no se parecen "en absoluto". La ministra, insisten, mintió al cambiar varias veces de versión y no denunció la posible comisión de delitos. Y la exministra de Defensa, dicen, nunca ha negado ni conocer a Villarejo ni haberse reunido con él. Estos fueron los términos que empleó la protagonista de la noticia el martes a su llegada al Pleno del Congreso de los Diputados.
El silencio de Casado
Este escándalo ha provocado que Pablo Casado, líder del PP, esquive a la prensa y evite hacer declaraciones, dejando las reacciones, muy medidas, por cierto, en manos del secretario general, Teodoro García Egea.
En la dirección nacional del partido conservador insisten en que es Cospedal la que debe dar todas las explicaciones sobre las novedades que van apareciendo del caso y que no se va a dar un apoyo cerrado a la exsecretaria general porque desconocen dónde puede acabar el asunto.
El precio del apoyo de la secretaria general
Casado, explican quienes le conocen, no quiere cometer los errores del pasado. No quiere, como le ocurrió a Mariano Rajoy en varias ocasiones poner la mano en el fuego por personas que después tuvieron que abandonar su cargo. Pero tampoco ser injusto como en el partido cree ahora que se fue con el exministro José Manuel Soria. O con la fallecida Rita Barberá.
Encubrimiento, obstrucción a la Justicia, falso testimonio… ¿pudo cometer Cospedal alguno de estos delitos?
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El líder del PP está ante la primera de estas crisis y se juega mucho en la gestión de la misma. Ya, de partida, cuenta con un obstáculo importante: Cospedal fue clave en su victoria en a última fase del congreso extraordinario, cuando se enfrentó a Soraya Sáenz de Santamaría.
Un sector del PP considera que es el momento de que el líder pare los pies a Cospedal y sus fieles y sea firme en la exigencia de responsabilidades políticas. "Si cede ahora, tendrá que ceder siempre. No puede dejarse comer el terreno", dice un diputado.
Cospedal no hizo acto de presencia en el Pleno de este miércoles. El día anterior acudió solo para votar. Está previsto que este jueves ofrezca una rueda de prensa a las 12.30 de la mañana en Huelva.