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Extrema derecha

IU intenta que el Congreso realice una declaración institucional sobre el auge del neofascismo

El coordinador general de IU, Alberto Garzón.

Con la extrema derecha subiendo como la espuma en buena parte de los países de la Unión Europea, Izquierda Unida quiere que el Congreso de los Diputados rechace este miércoles sin paliativos el auge del neofascismo en medio mundo. La formación liderada por Alberto Garzón ha redactado una declaración institucional, a la que ha tenido acceso infoLibre, en la que se expresa una “honda preocupación ante el aumento de la violencia” ultraderechista y se insta “a las distintas instituciones del Estado” a emprender “acciones efectivas” para combatirla. IU, integrado en el Grupo Confederal de Unidos Podemos, pretende que el texto sea leído este mismo miércoles en la Cámara baja al finalizar el Pleno. Sin embargo, para que salga adelante necesita el visto bueno de todo el arco parlamentario. Por eso, han iniciado una ronda de conversaciones con todos los grupos que concluirá antes del comienzo de la sesión, cuando tratarán de recabar el apoyo del Partido Popular y Ciudadanos.

El texto, similar a otros que se han aprobado en diferentes parlamentos europeos, señala que “la falta de acciones decididas contra los grupos neofascistas y neonazis” ha permitido “el auge actual de la xenofobia a nivel mundial y europeo, incluido nuestro país”. “Estos grupos incitan al odio y la violencia en la sociedad, ante lo que es preciso recordar lo que fueron capaces de hacer en el pasado”, recoge la declaración institucional, firmada por el propio Garzón, que condena “enérgicamente” la violencia perpetrada por la extrema derecha “contra minorías concretas”. “Europeos negros y personas de ascendencia africana, judíos, musulmanes, población romaní, nacionales de terceros países, personas en situación de pobreza severa y sin hogar, personas LGTBQI y personas con discapacidad”, apunta el escrito, en el que también se muestran condolencias al pueblo estadounidense por el ataque del pasado sábado contra una sinagoga de Pittsburgh, que dejó 11 muertos y varios heridos.

En 2017, según datos de Europol, los delitos cometidos por la extrema derecha se duplicaron en el Viejo Continente respecto al ejercicio anterior. En este sentido, la declaración institucional recuerda los asesinatos del rapero griego Pavlos Fyssas, del estudiante francés Clément Méric, de la diputada laborista Jo Cox o del activista LGTBQI Zak Kostopoulos a manos de miembros de estos grupos neofascistas, así como el asesinato de 77 personas –la mayoría jóvenes que participaban en un campamento del Partido Laborista Noruego– en el doble atentado perpetrado en el centro de Oslo y la Isla de Utoya por el ultraderechista Anders Breivik en 2011. “Se incendian centros de acogida para refugiados en Suecia o se honra cada año a las SS en Letonia. La extrema derecha ucraniana persigue y ataca a grupos romaníes y a miembros de Amnistía Internacional. Se amenaza con horcas a eurodiputados defensores de los derechos humanos en Polonia y se les agrede directamente en Italia”, añade el texto.

"Prohibir efectivamente" los grupos neonazis

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El escrito tampoco se olvida del contexto español. Según la ONG SOS Racismo, en 2016 se registraron en España hasta 309 casos de violencia xenófoba. “Y diversos grupos de extrema derecha y nostálgicos de la dictadura militar franquista han sido investigados o condenados en los últimos años por delitos de odio o ataques violentos”, señala la declaración, que condena todas las formas de negación del Holocausto, “incluidas la trivialización de los crímenes cometidos por los nazis y sus colaboradores”, rechaza las “amenazas y ataques violentos crecientes” por parte de la extrema derecha “contra miembros de partidos políticos en España” e insta al Gobierno a “prohibir efectivamente” tanto los grupos “fascistas y neonazis” como cualquier otra fundación o asociación “que exalte y glorifique el nazismo y el fascismo”, en una clara alusión a, entre otras, la Fundación Nacional Francisco Franco.

Al mismo tiempo, el texto, que evita hacer mención a ninguna sigla con el objetivo de conseguir sumar todos los apoyos necesarios, manifiesta “apoyo, elogio y protección” a todos los colectivos y organizaciones de la sociedad civil que hacen frente al fascismo, el racismo, la xenofobia o cualquier otra forma de intolerancia. Y asevera que, “en un momento crítico para la democracia a nivel global”, es “urgente” intensificar la formación en historia, la sensibilización y las buenas prácticas “a todos los niveles educativos” como una vía para “contrarrestar el auge del neofascismo”. Porque, recuerda la declaración, el Estado español “se fundamenta constitucionalmente sobre los valores del respeto a la dignidad humana, la libertad, la democracia, la igualdad, el Estado de Derecho y los derechos humanos, incluidos los derechos de las personas pertenecientes a minorías”.

La iniciativa de IU llega sólo una semana después de que el pleno del Parlamento Europeo aprobase, con 355 votos a favor y 90 en contra, una resolución pactada por varios grupos políticos en la que se instaba a los Estados miembro a ilegalizar fundaciones que exalten o glorifiquen el fascismo y se exigía la puesta en marcha de medidas concretas para acabar con la impunidad, cada vez más normalizada y que “supone un ataque a la democracia”, con la que actúan en el Viejo Continente los grupos de extrema derecha. “Esta es una gran noticia para Europa, para la democracia y para el respeto de los derechos y las libertades”, celebró la eurodiputada del BNG y co-relatora de la resolución, Ana Miranda, que compareció junto a su compañera italiana Eleonora Forenza, atacada el pasado mes de septiembre por miembros del grupo fascista Casa Pound.

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