Cataluña

Así han sido los recortes de la Generalitat en educación y sanidad que provocaron las movilizaciones

Miles de trabajadores públicos de la Generalitat y estudiantes se manifiestan en Barcelona

Profesores, estudiantes, personal sanitario y funcionarios públicos se han manifestado este jueves en Cataluña bajo un propósito común: exigir la reversión de los recortes. Miles de personas se han echado a las calles para denunciar los tijeretazos en sanidad y educación, efectuados con mayor crudeza a partir del año 2010. Demandan recuperar las condiciones previas a la crisis, después de un deterioro paulatino a lo largo de los años. Con la llegada de la crisis económica y bajo el mandato de Artur Mas (CiU), Cataluña quedó marcada como una de las comunidades más afectadas por los recortes y las políticas neoliberales, especialmente en lo que atañe a sanidad y educación. Las consecuencias de aquellos recortes han caído como una losa sobre miles de estudiantes, médicos y trabajadores públicos, quienes ahora reclaman ser prioridad para el Govern de Quim Torra.

Las políticas sociales, pese a la crispación general, no terminan de calar como asunto urgente para las fichas más conservadoras del tablero político. Este miércoles, el portavoz de Junts per Catalunya (JxCat), Eduard Pujol, hizo estallar fuertes críticas al afirmar, en declaraciones a Ràdio 4, que las razones que mueven las protestas no sólo no son las "esenciales", sino que además funcionan como "distracción". "A veces nos distraemos con cuestiones que no son las esenciales. Que si 85 días de lista de espera, que si tendrían que ser 82...", señaló, para además añadir que las movilizaciones representan una "pelea por las migajas". En este sentido, el portavoz llamó a trabajar sobre una "resolución real", que pasa a su juicio por dar "el salto a la república" para poder resolver lo que considera un "problema estructural".

Oriol Sales, portavoz del Sindicat d'Estudiants dels Països Catalans (Sepc), explica en conversación con infoLibre algunas de las demandas que el estudiantado arrastra. Sales insiste en la necesidad de rebajar un 30% las tasas universitarias o en equiparar el precio del crédito de grado y máster. "Entendemos que el sistema educativo obliga a cursar máster como herramienta imprescindible para acceder al mundo laboral", señala el portavoz, de manera que debe ser accesible para el alumnado. También recuerda que Cataluña es la comunidad autónoma más cara a la hora de estudiar una carrera y que los recortes universitarios han derivado además en "más proyectos de investigación parados" o en "profesionales asociados o interinos que no tienen los sueldos que deberían tener".

Junto a las voces de los estudiantes, las calles catalanas se han llenado también de los gritos del personal sanitario. El sindicato Metges de Catalunya convocó esta semana –la huelga comenzó el lunes–, según informó Europa Press, a cerca de 5.700 médicos de atención primaria del Institut Català de la Salut (ICS) y más de 10.000 facultativos de la sanidad concertada con el Servei Català de la Salut (CatSalut).

Xavier Lleonart, presidente del sector de hospitales concertados del sindicato, recuerda en declaraciones a este diario que la sanidad catalana "lleva prácticamente desde 2010 siendo la primera en sufrir recortes", que se han ido dilatando "a una velocidad vertiginosa". Aunque "el personal facultativo ha perdido el 30% de su salario y lo que está cobrando es inferior aún de lo que cobraba en el año 2008", para Lleonart el principal problema es que la "calidad asistencial se ha visto afectada", consecuencia directa de "agendas totalmente saturadas, 50 visitas al día, cinco y seis pacientes en el mismo minuto o la obsolescencia del aparataje". Las listas de espera, añade, "sólo se palian con planes de choque, que no reducen de forma estructural" el problema. La gente, concluye el médico, "no puede aguantar más las condiciones" y el propio personal sanitario siente "vergüenza de tratar así a los pacientes". Salir a la calle, entiende, es la única respuesta. [A última hora del jueves, Metges de Catalunya y el ICS firmaron un acuerdo que ponía fin a la huelga en los centros de atención primaria; los centros concertados mantenían la convocatoria de huelga].

Recorte del gasto social

Según datos de la Asociación Estatal de Directores y Gerentes de Servicios Sociales, Cataluña es la comunidad donde el gasto social se ha visto más perjudicado por los recortes. No es una tendencia aislada. La misma organización revela que todas las comunidades autónomas han recortado su gasto en políticas sociales entre 2009 y 2017. Sin embargo, "Cataluña ha sido ejemplo de mantenimiento de un gasto muy por encima de la media en otras políticas mientras recortaba en servicios esenciales" y además "es la que menos presupuesto dedica a gasto social". En suelo catalán, concretamente, la incisión del Govern menguó el gasto un 19,96%, lo que se traduce en 4.134 millones de euros menos de inversión en sanidad, educación y políticas sociales.

De forma más específica, la inversión en sanidad ha pasado de 12.096,1 millones en el año 2009 a los 8.828,4 millones actuales. En el año 2013, el momento más crítico, el presupuesto liquidado fue de 8.135,9 millones. El balance para la educación es similar: el gasto pasó de 6.507,3 millones en 2009 a 5.726,6 en la actualidad. En este caso, el 2014 fue el año en el que más debilitada quedó la inversión educativa, con un total de 5.016,7 millones. La evolución entre 2009 y 2017 muestra un recorte del 27,5% para sanidad y del 12% respecto a educación.

Tasas universitarias

En la esfera educativa, una de las principales reivindicaciones de los estudiantes tiene que ver con las tasas universitarias. En el año 2012, la Generalitat de Cataluña aumentó en un 66,7% el precio de la matrícula universitaria, lo que produjo un incremento de entre 600 y 950 euros más al año, en función de la carrera. Desde aquel año, el Govern entonces pilotado por Artur Mas mantuvo el precio de las matrículas congelado. Las consecuencias son evidentes: Cataluña es la comunidad autónoma donde las matrículas universitarias son más caras y donde las diferencias entre carreras son mayores, en relación a otros territorios, según el Observatorio del Sistema Universitario (OCU).

En el año 2016, el grupo parlamentario Catalunya Sí Que es Pot presentó una moción que tenía por objetivo reducir un 30% la cuantía de las matrículas a partir del curso 2016-2017. La iniciativa fue abrazada por todos los grupos, excepto por Junts pel Sí (JxSí). Finalmente, la Generalitat hizo caso omiso de la petición y mantuvo la congelación de los precios, cultivando el descontento que eclosiona ahora entre el estudiantado.

Horas lectivas

La frustración no es exclusiva de los centros universitarios. El profesorado de Primaria y Secundaria ha puesto sobre la mesa cuestiones como la recuperación del horario lectivo anterior a los recortes. Las políticas de austeridad provocaron una mayor carga de trabajo para los maestros, que ahora reclaman recuperar las condiciones precrisis, lo que se traduce en 23 horas para la primera etapa educativa y 18 horas para la segunda. 

La petición pretende dar continuidad a los objetivos logrados hasta el momento. En el año 2017, cuando el horario se situaba en 25 y 20 horas, la comunidad educativa consiguió la reducción de una hora. Lo hizo el marco de un acuerdo entre sindicatos y Generalitat, lo que supuso aumentar la plantilla de profesores gracias a la incorporación de 5.511 nuevos docentes. 

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Personal, camas hospitalarias y listas de espera

Los recortes efectuados por el Gobierno de CiU han tenido efectos devastadores en los recursos materiales y humanos disponibles, también dentro del sistema sanitario. Entre el año 2010 y 2015, la sanidad catalana perdió 2.407 sanitarios y 1.170 camas hospitalarias. Las consecuencias directas tienen que ver con aquellos asuntos que denuncia ahora el personal: aumento de las listas de espera, colapsos en urgencia o trabajadores saturados.

En cuanto a las listas de espera, y pese a los planes de choque impulsados por el Govern de Cataluña, el número de personas que aguardan ser atendidas no deja de repuntar en territorio catalán. El último balance al respecto revela que Cataluña es la comunidad con un mayor número de personas en lista de espera, con un total de 154.686 según los datos publicados por el Ministerio de Sanidad. La cifra triplica a comunidades como la Comunitat Valenciana o Madrid. El tiempo medio de espera es de 132 días, sólo por detrás de Castilla-La Mancha (137) y Canarias (147).

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