El ministro de Ciencia, Innovación y Universidades,
Pedro Duque, no ha querido este viernes hacer comentarios sobre
la huelga de estudiantes y profesores en las universidades catalanas, con el argumento de que
no está al tanto de las protestas.
"No lo sé,
no he estado en Barcelona, ni lo he leído", ha zanjado el ministro en declaraciones a la prensa en Bruselas, a donde asiste a una reunión de ministros de Competitividad de la Unión Europea, al pedírsele una valoración de las movilizaciones, que este miércoles y jueves tuvieron un seguimiento desigual en las universidades de Cataluña.
Tampoco se ha querido pronunciar el ministro sobre la situación del pesquero español
Nuestra Señora del Loreto, que rescató el pasado jueves a doce inmigrantes en aguas próximas a Libia y desde entonces no ha logrado
autorización para desembarcarlos en ningún puerto seguro próximo ni español.
Preguntado por si comparte la decisión del
Gobierno de buscar alternativas al desembarco en España de los inmigrantes rescatados por el pesquero, Duque ha eludido la respuesta porque, ha dicho,
no había "leído" información sobre este caso y no podía "comentar" una decisión que desconoce.
Por otro lado, sobre la reforma de la Ley de Universidades y a la demanda de los rectores de destinar más financiación, Duque se ha mostrado de acuerdo con que es necesario
"tratar de recuperar un nivel de financiación adecuado" después de los recortes sufridos durante la crisis financiera, pero ha apuntado que es algo que "no está establecido todavía".
La reforma universitaria, ha añadido, debe pasar también por otras mejoras que están "entrelazadas" y complementan la cuestión financiera, como son la rendición de cuentas, la responsabilidad de los profesores de tener
una carrera investigadora estable, la movilidad y la internacionalización, entre otros.
También la "equiparación completa" entre hombres y mujeres en el campo de la investigación es un reto que persigue el Gobierno, aunque no puede lograrte "en un año", para lo que se consideran medidas que permitan a la mujer tener
una mayor presencia en la parte alta de la jerarquía, como son los rectorados o el liderato de proyectos de investigación.
Este tipo tiene cara de tonto. Yo no juzgo a las personas por la cara y, sabiendo que era un buen ingeniero aeronáutico y que alguna vez ha hecho divulgación científica a grupos de chavales, pensé que era un buen nombramiento. Luego no se supo enfrentar a los periodistas con el tema de su vivienda. Está pagando la novatada, pensé, ya aprenderá. Ahora, siendo ministro entre otras cosas de universidades, dice que no está informado de lo que pasa estos días en las universidades catalanas. Puedo admitir que no tenga tiempo para consultar todos los medios. Lo que no puedo admitir y no admito es que no se lea los dossieres de noticias que afectan a su ministerio que seguro que le confecciona su equipo todos los días. O sea que estoy empezando a pensar que en este caso la cara es el espejo del alma.
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