LA FORMACIÓN DE GOBIERNO EN ANDALUCÍA

Díaz pide un pacto "constitucionalista" con ella al frente para aislar a Vox

Susana Díaz, este lunes, en su intervención ante el Comité Director.

Pese a la evidencia de que el pacto derechista para desalojarla de San Telmo avanza con decisión, Susana Díaz persevera en su intento de mantenerse en el centro del tablero. Las probabilidades de que siga en la presidencia son remotas, pero el empeño sirve para intentar situar en el PP y Ciudadanos la responsabilidad de una solución que acabe otorgando a la ultraderecha relevancia en la gobernabilidad de la comunidad más poblada de España. Al mismo tiempo, Díaz trata de descargarse de la presión que intentan situar sobre ella el PP y Cs, que le han pedido que "no bloquee" su inminente acuerdo y se abstenga, haciendo irrelevante el apoyo o no de Vox. De paso Díaz elabora ya un guión para las municipales de 2015, que serán clave para el PSOE de Andalucía y para el futuro de la propia Díaz: los socialistas –señala este guión– son el dique de contención y el voto útil frente a la alianza de la derecha y la ultraderecha. Juan Manuel Moreno, presidente del PP y principal aspirante a suceder a Díaz, le pidió que cierre "con dignidad" su etapa al frente de la Junta de Andalucía, una forma de despreciar todos sus intentos de liderar las negociaciones.

Son días de toma de posición en el arranque de las negociaciones para diseñar el nuevo mapa de poder en Andalucía, que previsiblemente supondrá la pérdida del poder del PSOE tras 36 años. La secretaria general del PSOE de Andalucía, en su rendición de cuentas ante el Comité Director de su partido, afirmó este lunes que va a "intentar formar gobierno tendiendo la mano a las fuerzas constitucionalistas que respetan el Estatuto de Andalucía". Es decir, todas menos Vox, un partido que –señaló Díaz– tiene el apoyo "de Le Pen y del Ku Klux Klan". Desde el PP hasta Adelante Andalucía pasando por Ciudadanos, Díaz hizo una apelación para frenar a la "extrema derecha". Las probabilidades de éxito de su propuesta tienden a cero, dado que los partidos de Juan Manuel Moreno (PP) y Juan Marín (Cs) ya negocian un Ejecutivo sin el PSOE y no descartan el apoyo a la investidura de Vox, que sería suficiente para sacar a los socialistas del Gobierno andaluz.

El PSOE obtuvo el 2 de diciembre 33 diputados, 14 menos que en 2015. El PP, con 26, se situó en la mejor posición para obtener la presidencia, pese a perder siete escaños. El motivo es que con los 21 escaños de Cs (que sube desde 9) y con la irrupción de Vox (12) la derecha suma 59 diputados, cuando la mayoría absoluta está en 55. Al hundimiento del PSOE se sumó la caída de Adelante Andalucía, que pasó de 20 diputados en 2015 con Podemos e IU por separado a 17 con su coalición. Ante estos resultados, el PP y Ciudadanos ya negocian un Gobierno, que podría ser de coalición. Santiago Abascal (Vox) ha dicho que no será "un obstáculo" para "echar al PSOE" de la Junta de Andalucía. La presidenta en funciones de la Junta de Andalucía afirmó que un Gobierno de los partidos de Pablo Casado y Albert Rivera necesitaría a Vox "no como colaborador pasivo, sino activo", con lo que los responsabilizó de que eventualmente la extrema derecha sea decisiva. Desde el PP y Cs se recuerda que suman 47 parlamentarios, los mismos que tenía el PSOE la pasada legislatura. Díaz les respondió este martes que los socialistas tenían el apoyo de "un partido constitucionalista", en este caso Ciudadanos.

Corrupción, Cataluña, 40 años...

Díaz trata de mantener la iniciativa. Por una parte, evidenciando el apoyo a su liderazgo por parte del partido en Andalucía, desde los secretarios provinciales a la ejecutiva autonómica, pasando por el Comité Director. "Sé que tengo vuestro cariño", dijo este lunes, cuando una cerrada ovación no la dejaba ni empezar la intervención. Por otra, intentando dar una explicación a su retroceso electoral que combine algo de autocrítica con una rendija al optimismo. La secretaria general, que no ha dimitido tras pasar de 1,4 a 1 millón de votos y alega que ha ganado las elecciones, señaló que PP y Adelante Andalucía han perdido más porcentaje de voto que el PSOE. Es cierto. El PSOE ha perdido 402.035 votos, un 28,4%. El PP ha perdido 316.410, un 29,6%. Y Adelante Andalucía se ha dejado 282.519, un 32,6%. No obstante, es el PSOE el que se aproxima a la pérdida del Gobierno en su principal fortín de poder.

Díaz achacó la derrota a una conjunción de factores: las críticas por el caso de los ERE –pese a que, insistió, es un caso de gobiernos anteriores–, la abstención superior al 41%, la insistencia en los "40 años del PSOE", los ataques a la sanidad y la educación en Andalucía y la situación en Cataluña. Las alusiones al problema catalán como explicación de la caída del PSOE podrían sonar a críticas veladas al Ejecutivo de Pedro Sánchez, pero Díaz no hizo hincapié y subrayó que este diagnóstico lo comparte con el ministro Josep Borell. También mostró todo su apoyo al Gobierno central por la crisis catalana.

Díaz, que tras su derrota vio cuestionada su continuidad por José Luis Ábalos, secretario de Organización del PSOE, no sólo rechaza apartarse sino que tiene ya la vista puesta en las elecciones municipales. La secretaria general del PSOE-A animó a la movilización de cara a las municipales, dado que que el pacto PP-Cs-Vox que se vislumbra sería extrapolable a los ayuntamientos. Si, como parece, el PSOE andaluz pierde el poder en la Junta, los ayuntamientos y diputaciones serán su último bastión. A esa pantalla llegaremos en primavera. Antes, toca el cambio en la Junta de Andalucía. A pesar de los intentos de Díaz, el PSOE tiene poco margen para evitarlo.

  A puerta cerrada

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Tras la intervención de Díaz, el Comité Director continuó a puerta cerrada. La secretaria general recibió el apoyo del órgano para intentar obtener la presidencia del Parlamento para el PSOE y formar Gobierno, según fuentes socialistas. Un asistente calificó la sesión como "más intensa, lógicamente, que la mayoría". "Nadie quiere hacer una crítica dura cuando en enero tenemos que estar elaborando las candidaturas para las municipales", añadió. Nadie cuestionó el liderazgo de Díaz.

Entre los intervinientes estuvo Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, miembro de la Comisión Ejecutiva Federal, uno de los referentes del sanchismo en Andalucía junto al alcalde de Dos Hermanas, Francisco Toscano, que también tomó la palabra. Celis mostró su "apoyo" a Díaz aunque resaltó que el PSOE andaluz ha estado "distante" del federal desde el 37º congreso que ganó Pedro Sánchez, y urgió a "sintonizarlo", porque el debate de las municipales también será nacional. "A todos nos une la defensa de la unidad de España y la defensa y recuperación de los derechos de los trabajadores", dijo ante el Comité. 

Celis también expresó su convencimiento de que una convocatoria conjunta de elecciones hubiera animado la participación. El también delegado del Gobierno en Andalucía pidió "diálogo, responsabilidad y generosidad" para "no fracturar al partido", que debe ser "inclusivo". Próximos a Díaz señalaron que la intervención de Celis tuvo "su propio acento", pero no fue un "ataque" a Díaz. Celis señaló que el PSOE-A ha sido siempre "la columna vertebral" del PSOE y que lo tiene que seguir siendo para servir como "sostén principal" del partido. Una forma de ensalzar a la mayor federación del partido, pero cuestionando su actual rumbo.

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