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Presupuestos Generales Estado

Las dudas de ERC y la guerra en el PDeCAT complican la tramitación de los Presupuestos

Quim Torra y Carles Puigdemont, en una imagen de archivo.

El Consejo de Ministros tiene previsto aprobar el proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado este viernes y llevarlo la semana que viene a las Cortes Generales para su toma en consideración. Pero el texto podría verse rechazado si la mayoría del Congreso no apoya su admisión a trámite, una votación que tendrá lugar previsiblemente en febrero y en la que se decidirá si los Presupuestos comienzan a debatirse y enmendarse –lo que no implica que vayan a ser necesariamente aprobados– o son directamente tumbados.

El apoyo clave para que las cuentas inicien su tramitación es el de ERC y el PDeCAT, cuyos votos darían al Gobierno la mayoría necesaria para sortear ese primer obstáculo en el Congreso. Pero los dos principales partidos independentistas, sobre todo el conservador, se encuentran muy divididos y su posición de cara a esta primera votación no está aún clara. Este viernes, la ejecutiva de ERC se reunirá en Ginebra –donde se encuentra huida su secretaria general, Marta Rovira– para discutir si ayudar al Ejecutivo a salvar esta primera pelota de partido, aunque la decisión final la tomará el líder republicano Oriol Junqueras. Por su parte, la cúpula del PDeCAT está convocada para el próximo lunes en Waterloo (Bélgica), y junto al expresident Carles Puigdemont tratará de reparar la fractura que existe en el partido con respecto a qué hacer con los Presupuestos.

Oficialmente, el único pronunciamiento de ERC con respecto a los Presupuestos es el que llevan manteniendo desde hace semanas: si el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no hace una propuesta clara sobre Cataluña que convenza a los independentistas, estos no apoyarán sus cuentas. "El no a los Presupuestos está claro si Sánchez no mueve ficha", insisten fuentes de los republicanos consultadas por infoLibre. Pero ese no final a las cuentas cuando llegue el momento de votar si son aprobadas o rechazadas no implica, necesariamente, que ERC no pueda apoyar el inicio de su tramitación, para lo cual tendría que sumar sus votos a los del PSOE, Unidos Podemos, PNV y también el PDeCAT en la primera votación, que tendrá lugar en febrero.

Las fuentes de los republicanos consultadas no confirman que de la reunión de su ejecutiva de este viernes vaya a salir con total seguridad una decisión al respecto, y de hecho admiten que el órgano puede terminar aplazando su posicionamiento. Asimismo, otras fuentes independentistas reconocen que existe "cierta división" dentro de ERC sobre si deben dar aire a Sánchez o les conviene más, por el contrario, derribar a las primeras de cambio su proyecto de Presupuestos. Pero lo que tienen claro es que la decisión final dependerá de Oriol Junqueras, y que lo que determine el líder encarcelado será seguido a pies juntillas por los diputados de la formación.

Fractura en el PDeCAT

El panorama en el PDeCAT, por el contrario, es más complicado, ya que la división entre el sector más partidario de no ceder ni un ápice ante Sánchez y el que apuesta por iniciar la tramitación de los Presupuestos es muy honda. Puigdemont y el actual presidente de la Generalitat, Quim Torra, lideran este primer grupo, y buena muestra de ello es que el propio Torra aseguró este jueves que votar las cuentas de Sánchez provocaría una inevitable "crisis de gobierno" en el Ejecutivo autonómico. Estas declaraciones no han gustado nada en ERC, cuyo portavoz en el Congreso, Joan Tardà, recordó al president que el Govern no es "monocolor" y que los republicanos tomarán sus propias decisiones.

De los ocho diputados con los que cuenta el PDeCAT en Madrid, solo tres comparten posicionamiento con Puigdemont y Torra: Míriam Nogueras, vicepresidenta del partido y mano derecha de Puigdemont en Madrid, Lourdes Ciuró y Antoni Postius. Frente a ellos, otros tres parlamentarios –Carles Campuzano, Jordi Xuclà y Ferran Bel– son partidarios de apoyar el inicio de la tramitación de las cuentas de Sánchez, sin perjuicio de que finalmente el PDeCAT pudiera rechazarlas después de negociar. Los otros dos diputados, Feliu Guillaumes y Sergi Miquel, se muestran a favor de prestar sus votos para que el Gobierno supere el primer escollo parlamentario, pero no tienen tan claro que el PDeCAT deba negociar los Presupuestos.

La división es clara y, en los últimos tiempos, se ha hecho pública y notoria. El pasado 30 de diciembre, Bel, que además de diputado en el Congreso es secretario de Organización del PDeCAT, se mostró dispuesto a no bloquear el inicio de la tramitación de los Presupuestos con el fin de "dar más tiempo" a una negociación con el fin de alcanzar una "solución política" para Cataluña. Pero ese mismo día, Nogueras lo desautorizó tajantemente: "Por un 95%, el Consell Nacional del PDeCAT votó que se votase no a los Presupuestos de Sánchez. El no a los Presupuestos es firme, y nuestro no a su tramitación, también", aseguró la diputada.

Puigdemont mantiene su no, pero deja en manos de ERC y PDeCat su tramitación

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La posible enmienda fantasma

Así las cosas, fuentes independentistas no se atreven a predecir lo que puede ocurrir, ya que tanto el PDeCAT como ERC también están condicionados por cómo puede interpretar el electorado sus movimientos y sus eventuales cesiones a escasos meses de las elecciones municipales de mayo, donde ambos se juegan la hegemonía dentro del bloque secesionista. Ninguno de los dos quiere aparecer como el partido que transige ante el Gobierno, por lo que las fuentes consultadas no descartan que PDeCAT y ERC terminen recurriendo a una tercera vía: presentar una enmienda de devolución a los Presupuestos –lo que, de aprobarse, implicaría bloquear su tramitación– para, en el último momento, retirar el texto y facilitar que las cuentas puedan al menos iniciar su tramitación y negociación de cara a la votación definitiva, que no se producirá antes de abril.

Según El Periódico, el PDeCAT aspira a que las enmiendas a la totalidad se voten por separado en el Congreso. Eso les permitiría poder apoyar su propio texto de rechazo –con un contenido netamente independentista– y, a la vez, no torpedear la tramitación de los Presupuestos, ya que PP y Ciudadanos presentarán sus propios vetos a los Presupuestos (que el PDeCAT rechazaría) y nunca votarán a favor de la enmienda a la totalidad de los secesionistas, por lo que ninguna de dichas enmiendas reuniría los apoyos suficientes como para derribar las cuentas de Sánchez. ERC, por su parte, también plantea la posibilidad de retirar su enmienda antes de que sea votada para evitar que prospere.

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