Salud

La propuesta de Colau de crear un dentista municipal abre el debate: ¿es un servicio necesario o competencia desleal?

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.

"La salud bucodental es básica y puede causar otros problemas de salud y autoestima. Demasiada gente renuncia a una visita al dentista por motivos económicos. Barcelona impulsa el primer servicio en el Estado de odontología municipalodontología municipal". Así anunciaba la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, la nueva iniciativa del Ayuntamiento de la ciudad, organismo que ya ha iniciado los trámites para ofrecer un servicio de odontología con precios un 40% inferiores a los que actualmente ofrecen las clínicas privadas. La institución prevé que atienda a 36.000 personas al año y que el servicio funcione en 2020. 

 

"La motivación que tiene el Ayuntamiento de Barcelona es que, de este modo, las personas que no van al dentista por los elevados precios, puedan hacerlo", explican fuentes del Consistorio a infoLibre. Y es que los datos son reveladores. Según la última encuesta de Salud de Barcelona, el 59,2% de la población de la ciudad no ha visitado el dentista en el último año. Las cifras varían, además, en función de la renta: de las personas económicamente más pudientes, hay un 52% que han acudido; de las que tienen una economía más limitada, sólo ha asistido al dentista un 28%, según los datos que detalló el propio Ayuntamiento. 

Barcelona es una de las ciudades del Estado donde la salud bucodental le sale más cara a los ciudadanos. Lo reveló un informe de la asociación Facua-Consumidores en Acción. Y lo malo es que la alternativa de la sanidad pública no es una opción: sólo recibe el 10% de las visitas al dentista.  

La comisionada de Salud, Gemma Tarafa, explicó este jueves que el primer centro tendrá ocho butacas y 23 trabajadores, y que la intención es que se instale en Sant Andreu, Sant Martí o Nou Barris, "barrios donde abunda más la gente que no se puede pagar el dentista". Tras un año en funcionamiento, se ampliarán ocho butacas más en otro centro. Se ofrecerán extracciones, periodoncias, higienes dentales, obturaciones, endodoncias, prótesis amovibles y fijas, férulas, implantes y ortodoncias. Y las tarifas oscilarán entre 55 euros por una obturación, 160 para una endodoncia o 30 para una higiene. Precios, aseguró Tarafa, que no impedirán que el servicio tenga "una máxima calidad" tanto en los productos como por parte de los profesionales. 

Pero hasta el mes de marzo no se sabrá si la iniciativa, finalmente, saldrá adelante. Una vez que el Gobierno municipal la presente, esta deberá ser aprobada en la comisión de Derechos Sociales, que se celebrará el 15 de enero. Después será sometida a exposición pública y se responderá a las alegaciones. Luego, deberá ser aprobada en el pleno municipal de marzo. Al menos, esos son los tiempos que maneja el Ayuntamiento. Pero no está claro que Colau vaya a tener el apoyo necesario. Nada más presentarse la iniciativa, ya le habían salido detractores de distinto signo político. Tanto el PSC (que gobernó durante un año con la alcaldesa), como el PDeCAT y el PP tacharon la medida de "electoralista" por haberse presentado a apenas cinco meses de las elecciones municipales que se celebrarán el próximo mes de mayo. 

"Competencia desleal"

No obstante, la oposición más fuerte a la propuesta ha venido de los propios profesionales de la salud dental. En primer lugar, del Colegio Oficial de Odontólogos y Estomatólogos de Cataluña (COEC). Este viernes manifestaron, a través de una nota de prensa, su "firme y total desacuerdo" con la medida. En primer lugar, porque no han contado con ellos. "Denunciamos que el Ayuntamiento de Barcelona no haya querido promover la interlocución ni el consenso con los agentes implicados antes de elaborar y hacer pública una iniciativa de esta naturaleza. Esta corporación profesional no ha tenido la oportunidad de poder colaborar, dar su opinión del sector, o valorar la iniciativa, mientras un equipo municipal ha diseñado y elaborado el proyecto", criticaron. 

Y en segundo lugar, porque dudan del "rigor, la eficacia y la idoneidad" de la propuesta. Según aseguran, no está claro que sea del todo necesaria. Por un lado, no entienden que se ofrezcan extracciones "cuando esta es una prestación cubierta por el sistema sanitario público". Por otro, porque ya existen servicios de odontología que han tratado de luchar contra la barrera económica que tienen muchos ciudadanos de Cataluña. En este sentido, recuerdan que en el año 2016 pusieron en marcha, en colaboración con Creu Roja Catalunya, la iniciativa Clínica Solidaria, que atiende a personas de forma totalmente gratuita. 

En la misma línea se ha manifestado Óscar Castro, presidente del Consejo General de Dentistas. En conversación con infoLibre, llegó a tildar de "disparate" la propuesta del Ayuntamiento. "Que Colau utilice 500.000 euros —según las previsiones del Consistorio— para crear una clínica alquilando un local, contratando profesionales y comprando material cuando ya tiene una clínica para ayudar a la gente más desfavorecida es un disparate", censuró. "Lo que debería hacer el Ayuntamiento", continúa, "es ampliar la cartera de servicios" que ofrece la sanidad pública. Sin ninguna duda, tacha la medida de "competencia desleal". Y, en línea con la oposición política, aseguró que se trata de una propuesta meramente "electoralista". "Lo que me extraña es que lo haya hecho a cinco meses de las elecciones y sin contar con los profesionales", dijo. 

Con posible tarificación

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Sin embargo, el Ayuntamiento de Barcelona niega estas acusaciones. "Nuestra voluntad no es, en ningún caso, hacer competencia desleal", aseguran sus fuentes. "Lo que pretendemos es llegar al sector que no acude al dentista porque no tiene dinero para hacerlo", añaden. De hecho, según aseguran, los estudios que han llevado a cabo antes de lanzar la iniciativa les han revelado que, en caso de aprobarse la creación del servicio, este sólo absorbería un 1,5% del mercado actual.

Pero lo cierto es que, al menos a priori, el servicio no tiene ninguna barrera de entrada. Los precios, un 40% más baratos que los actuales, pueden ser aprovechados por cualquiera. Según informan las mismas fuentes, ese es el plan inicial. "A los seis meses pretendemos hacer un estudio para observar el funcionamiento y, si fuera necesario, establecer una tarificación, es decir, que comiencen a pagar más quienes más tienen", explican. 

El pasado verano, el Ayuntamiento barcelonés ya puso en marcha un servicio municipal de dentistas al que, sin embargo, sólo podían acudir usuarios de servicios sociales. La prestación, así, se pensó para familias con pocos recursos. Podían acudir a cualquiera de las tres consultas que se ubicaron en las instalaciones de lo que fue el Pamem, la antigua mutua municipal. Pero eso sí, la capacidad era de 6.000 pacientes anuales.

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