La portada de mañana
Ver
La red infinita del lobby de la vivienda: fondos, expolíticos, un alud de 'expertos' y hasta un pie en la universidad

Protestas sociales

La alta tensión política por la cuestión catalana se traslada a las calles

Rueda de prensa ofrecida por entidades independentistas en el Palau Robert de Barcelona.

La tensión por el pulso entre el Estado y Cataluña se traslada a las calles. A escasas horas de que arranque en el Tribunal Supremo el juicio contra los doce líderes soberanistas acusados de rebelión, sedición y malversación de caudales públicos, partidos políticos y asociaciones trabajan codo con codo para convertir el asfalto en el nuevo campo de batalla. El centro derecha y la ultraderecha española, que se autodefinen como únicos garantes de la Constitución ante el “desafío independentista”, calientan motores para que la concentración que han convocado este domingo, una protesta que quieren convertir en una suerte de moción de censura callejera contra Pedro Sánchez, sea todo un éxito. Frente a este intento de demostración de fuerza social, el calendario de movilizaciones que están cerrando partidos y colectivos independentistas para las próximas semanas. Sobre la mesa, marchas en Madrid y Barcelona y una huelga general a finales de mes. Y todo ello, con la vista puesta en el Salón de Plenos del Alto Tribunal.

Para la primera exhibición de músculo, PP, Ciudadanos y Vox han elegido la madrileña Plaza de Colón de Madrid. Este emplazamiento, presidido por la inmensa bandera de España –294 metros cuadrados– que allí sugirió colocar el expresidente del Gobierno José María Aznar, no ha sido elegido al azar. Aunque monopolizado durante los últimos años por la formación de extrema derecha y la Fundación Denaes –movimiento ciudadano en el que creció el líder de Vox–, Colón siempre ha sido el kilómetro cero de la derecha española. Allí culminaban las manifestaciones convocadas por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), por los colectivos antiabortistas o por el Foro de la Familia contra el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Ahora, con estas cuestiones prácticamente superadas, las tres formaciones políticas quieren convertir Colón en una suerte de altavoz para “echar a Pedro Sánchez de La Moncloa” por “humillar” a España, en referencia a la tan cuestionada figura del relator para el diálogo sobre Cataluña, cuya ruptura fue anunciada por el Gobierno este mismo viernes.

Los convocantes esperan que la concentración, a la que también se han sumado partidos de extrema derecha como Falange Española o España 2000 y colectivos neonazis como Hogar Social Madrid, sea todo un éxito. Para ello han puesto toda la carne en el asador. El PP fletará autobuses para concentrar al mayor número de personas. Y a la protesta asistirá la práctica totalidad de sus barones territoriales, incluyendo los presidentes de la Xunta de Galicia y de la Junta de Andalucía, que en un primer momento rechazaron su asistencia alegando razones de agenda. La formación que preside Casado ha actuado como pegamento entre Ciudadanos y Vox para coordinar el acto de este domingo. Los equipos de PP y el partido naranja mantuvieron abierto jueves y viernes un hilo de comunicación continua para cerrar el formato de la protesta. Sin embargo, lo que tienen claro es que Rivera va a tener muy complicado evitar la foto con Abascal, algo que logró esquivar en las negociaciones para formar gobierno en Andalucía.

Bajo el lema Por una España unida. Elecciones ya, los convocantes quieren que los protagonistas sean “los ciudadanos” por encima de las siglas y los partidos. Por ello, han decidido que sean miembros de la sociedad civil los que lleven a cabo la lectura del manifiesto. Una “sociedad civil” que también intentará colocar el mensaje en la Ciudad Condal una semana después. Más de quince asociaciones unionistas, entre ellas Convivencia Cívica Catalana o Asamblea Nacional Española, han convocado una segunda manifestación el próximo 17 de febrero por la mañana en Barcelona bajo el lema Cataluña es España. ¡Elecciones ya! con la intención de “respaldar” la movilización convocada en la Plaza de Colón y decir “basta” al Ejecutivo socialista en relación con su política respecto a la cuestión catalana.

“Movilización permanente” del independentismo

Y mientras la derecha y ultraderecha españolas calientan la calle con soflamas sobre la “alta traición” del presidente del Gobierno, el independentismo también va cerrando poco a poco su calendario de protestas. Lo hace fundamentalmente con la vista puesta en el juicio contra los doce líderes independentistas acusados de rebelión, sedición y malversación de caudales públicos, un proceso “político” sin garantías que, en su opinión, va dirigido “contra el pueblo catalán y contra todos los pueblos del Estado español”. Teniendo en cuenta que las vistas en el Tribunal Supremo se prolongarán durante casi tres meses –el Alto Tribunal espera que el proceso se alargue hasta el próximo abril–, el objetivo de partidos y colectivos soberanistas es activar en las calles una “movilización permanente, persistente y sostenida” ante “probablemente el mayor [juicio] desde la dictadura franquista”. Y lo harán con la idea de que el ciclo de protestas llegue “a todos los ámbitos de la sociedad catalana, desde la economía y el trabajo hasta los barrios y los pueblos”.

La primera toma de contacto con la calle será este próximo martes, coincidiendo con el inicio de las vistas del procés. Dos horas después de que el exvicepresidente de la Generalitat, los ocho exconsellers, la expresidenta del Parlament, el exlíder de la ANC y el presidente de Òmnium se sienten por primera vez en el Salón de Plenos del Supremo, los partidos y entidades independentistas han convocado a los trabajadores a concentrarse durante diez minutos frente a sus centros laborales. Esta acción se ha consensuado después de que la Intersindical-CSC decidiese desconvocar y aplazar la huelga general que había convocado para el jueves pasado a fin de “garantizar un mayor éxito y una movilización masiva”. El martes, además, el Sindicat d’Estudiants ha llamado a un parón estudiantil para denunciar “la represión del juicio farsa contra el 1-O” y se han convocado manifestaciones por la tarde en las cuatro capitales de provincia catalanas y en Tortosa (Tarragona).

 

El PSOE tacha de fracaso la convocatoria de las tres derechas en Colón

El PSOE tacha de fracaso la convocatoria de las tres derechas en Colón

Estas marchas serán solo la antesala de la gran movilización que el independentismo está organizando para el próximo sábado en Barcelona, justo un día antes del acto planteado por la quincena de entidades antiindependentistas. La protesta, que se prevé que arranque a las 17.00 horas en la Plaza de España y que recorra toda la Gran Vía de la Ciudad Condal hasta culminar en la plaza Universitat, tendrá como objetivo proclamar que “organizar un referéndum no es un delito, votar no es un delito, decidir no es un delito y movilizarse no es un delito”. Un mensaje que tienen previsto llevar un mes después, el 16 de marzo, a las calles de Madrid. El independentismo espera que la marcha que está organizando en la capital cuente con el apoyo del “Madrid solidario”. Sin embargo, aunque señalan que en el pasado la izquierda madrileña ha mostrado “mucha receptividad” con estas iniciativas, no han aclarado todavía si contarán con el respaldo de formaciones que se han mostrado a favor del derecho a decidir, como Podemos e IU.

A nivel laboral, la huelga general aplazada por la Intersindical-CSC está prevista para el próximo 21 de febrero. Pensada para hacerla coincidir con el comienzo del juicio a los líderes del procés, la convocatoria reclama la derogación completa de la reforma laboral de 2012, un salario mínimo catalán de 1.200 euros mensuales y la recuperación de las leyes sociales aprobadas por el Parlament y paralizadas por el Tribunal Constitucional. Desde la CUP han pedido este viernes que todos los trabajadores se pongan manos a la obra desde este mismo fin de semana para crear comités de huelga. El parón será una de las pruebas de fuego del independentismo para medir la capacidad movilizadora año y medio después de la celebración del referéndum. Una exhibición de músculo para la que no cuentan con el respaldo de los principales sindicatos, CCOO y UGT, que han decidido descolgarse de la convocatoria, algo que ya hicieron con el parón organizado por la Intersindical-CSC en noviembre de 2017.

El independentismo señala que estas primeras protestas son el pistoletazo de salida de un “espacio unitario” a favor de la movilización social. Además, defienden la transversalidad de sus iniciativas. En rueda de prensa celebrada el pasado jueves en el Palau Robert de Barcelona, los encargados de presentar el calendario señalaron que dichas iniciativas “no pertenecen” a ningún partido o asociación, “ni tampoco se encuadra en ningún planteamiento partidista que no sea la defensa general de los derechos civiles, políticos y sociales”. Además, aseguraron que no van a ser las últimas que convoquen. Algunas de ellas se llevarán a cabo fuera de nuestras fronteras. Las asambleas exteriores de la ANC ya están organizando movilizaciones en más de una veintena de ciudades de diez países diferentes, como por ejemplo Estados Unidos, según señaló la presidenta de la asociación, Elisenda Paluzie. Es uno más de los pasos dados por el independentismo en la batalla para propagar su relato a nivel internacional.

Más sobre este tema
stats