La lucha de dos familias por el desbloqueo de la ley de eutanasia 16 veces prorrogada

El pasado 25 de septiembre se amplió por primera vez el periodo de enmiendas a la proposición de Ley Orgánica de regulación de la eutanasia presentada por el Grupo Parlamentario Socialista en el mes de mayo. Desde entonces, el plazo se ha ido prorrogando semanalmente. En total, lo ha hecho 16 veces. Este martes, si no se desbloquea, será la decimoséptima. Pero que lo sea o no depende, exclusivamente, de PP y Ciudadanos, los dos partidos contrarios a la normativa propuesta por los socialistas. Un rechazo que, de forma clara y directa, escenificaron este lunes. Lo hicieron en el Congreso de los Diputados, a donde acudieron los familiares de Luis de Marcos y Maribel Tellaetxe. El primero falleció por una esclerosis múltiple tras batallar por despenalizar la eutanasia; la segunda, enferma de alzheimer, pidió que se le practicara cuando fue diagnosticada, pero su marido y sus hijos todavía no pueden hacerlo. Acudieron a la Cámara Baja con 280.000 firmas para exigir que cese el bloqueo de la proposición de ley y casi todos los partidos, salvo PP y Ciudadanos, les acompañaron. 

"Han estado el PSOE, Podemos, IU, BNG, En Marea, PDeCAT, ERC, CUP, PNV, EH Bildu, Compromís, Más Madrid y el Parido Regionalista de Cantabria (PRC)", cuenta a infoLibre David Lorente, hijo de Maribel. "Casi todos", añade. Está obligado a añadir ese "casi" porque ni PP ni Ciudadanos asistieron. Son, además, los dos grupos que, según denunció este lunes el portavoz socialista de Sanidad, Jesús María Fernández, han bloqueado hasta el extremo la tramitación de la ley.   

La norma socialista fue tomada en consideración por el Pleno el pasado 2 de julio con el apoyo de todos los grupos menos el de los conservadores, que planteó una enmienda a la totalidad rechazada en el mes de octubre. En ese momento, la formación de Albert Rivera se posicionó junto al PSOE. ¿Qué ha ocurrido desde entonces? En varias manifestaciones públicas, el portavoz de Sanidad de Ciudadanos, Francisco Igea, condicionó el apoyo de su grupo al texto a que antes se aprobase su propuesta de ley de cuidados paliativos, que se encuentra en el Senado después de que el Congreso le diera luz verde.

 

Y así insisten. "No se puede despenalizar la eutanasia sin regular antes la dignidad y los derechos al final de la vida. Creemos que eso es poner el carro delante de los bueyes, además de generar vacíos legales y de derechos", aseguran fuentes de la formación naranja a infoLibre. "Estamos trabajando en las enmiendas a la ley de eutanasia, pero, como no sabemos cómo quedará la Ley de dignidad al final de la vida en materia de derechos, garantías y régimen sancionador, esa incógnita condiciona y tiene encallado el trabajo parlamentario", admiten. Por eso, aseguran, desean "más que nadie" que salga adelante su texto, que "abre un marco de garantías para los pacientes y los profesionales" evitando "saltos al vacío". 

Un problema que "no existe"

Muy distinta es la posición del Partido Popular. Hasta ahora, siempre se ha posicionado en contra de legislar en favor de la eutanasia. Y es que, tal y como dijo su presidente, Pablo Casado, ese problema "no existe". Los conservadores fueron los únicos que no votaron a favor de la proposición de ley socialista. De hecho, pocos meses después presentaron una enmienda a la norma con la que pretendían cambiar completamente su sentido.

El texto que presentaron ante el Congreso pretendía regular el derecho del paciente a "adecuar" su atención sanitaria en el proceso final de su vida, a obtener información sobre el pronóstico de su enfermedad y a recibir cuidados paliativos que alivien su sufrimiento. En ningún momento hablaron de eutanasia. En respuesta a las preguntas de infoLibre, el Grupo Parlamentario Popular se reafirma: "El camino no es la eutanasia, estamos en contra. El camino es donde hay un acuerdo unánime, que es la dignidad al final de la vida" (...). "Eso es lo que la sociedad y los profesionales nos están demandando". Los conservadores confirman que el GPP pedirá abrir "un debate serio y riguroso en el Congreso" antes de empezar a tramitar la propuesta socialista sobre la eutanasia.

"Ya tenemos cuidados paliativos", critica David Lorente. "Todos deberíamos tener derecho a ellos porque son parte de la sanidad. Pero entendemos que, para una muerte digna, hay que tener también derecho a la eutanasia y al suicidio asistido", explica. Y a partir de ahí, "que cada cual elija lo que quiera". "El que quiera seguir sufriendo hasta que le llegue la muerte natural estará en su derecho, pero que no nos impongan a nosotros las convicciones de terceros", denuncia. 

Según una encuesta de Metroscopia, el 84% está a favor de legislar en favor de la eutanasia. De hecho, más de la mitad de los votantes de todos los partidos está de acuerdo, incluido el PP, con un 66% de su electorado a favor de aprobar un texto por la muerte digna. Hasta el 56% de los católicos practicantes opina que habría que hacerlo. 

Una "cuestión de humanidad"

"No entendemos cómo priman ciertas cosas en política sobre cuestiones de humanidad", lamenta Lorente. Y es que él, como sus hermanos y su padre, lo único que quieren es darle a Maribel el final que ella misma pidió. "Tienes que hacerme una promesa: el día que no recuerde uno de vuestros nombres, ese primer día que veas que os confundo, que no sepa como os llamáis.... por favor, no esperéis a que me olvide de vosotros, a que no os reconozca como hijos o que no reconozca a aita. Ese día me tienes que ayudar a marcharaita". Son las palabras que oyó Daniel, hermano de David. Las pronunció su amatxu después de haber sido diagnosticada de alzheimer. "Y así lo hice, se lo prometí", recuerda en un escrito publicado en la plataforma Change.org. 

Pero todavía no han podido cumplir su promesa. "Se lo diagnosticaron hace 12 años, pero la caída en picado fue hace uno", relata Lorente. "Ha llegado un momento en que ya no es persona, está viviendo en unas condiciones que ella especificó que no quería sufrir", añade. Y es que ya ha llegado a lo que temía cuando hablaba con sus hijos. "No recuerda, la mayoría de las veces no nos reconoce. Cuando tiene dolor no se le puede diagnosticar porque no se sabe expresar o se le olvida. Además, vive en una especie de cárcel psicológica: no sabe dónde está ni a dónde va. Va siempre resoplando y agobiada. Es una tortura", sentencia. 

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El sufrimiento de Maribel es similar al que sufrió Luis de Marcos, el técnico de televisión afectado por esclerosis múltiple que falleció el 2 de agosto de 2017. Él, junto a su mujer, Asun Gómez, estuvo meses luchando por su derecho a "morir dignamente". Pero tampoco escucharon sus demandas. "Que mi marido hubiera podido morir en paz y tranquilamente, sin sufrir todo lo que sufrió. Que hubiera tenido derecho a eso y yo le hubiera podido ayudar sin tener que ir a la cárcel", eso deseaba Gómez, como explica en conversación telefónica. Algo, dice, que hubiera conseguido gracias a una ley como la que propone el PSOE.

"Para nosotros, esa ley es un punto de partida magnífico. Si se aprobara sería el momento de decir: 'misión cumplida", lamenta. 

Gómez, al contrario que la familia de Maribel, prefiere quedarse al margen de las batallas políticas. "Este lunes [durante la entrega de firmas en el Congreso] no me he visto con los partidos porque Luis y yo acordamos estar desvinculados de ellos. No queríamos que nos utilizaran", explica. Y es que, para ella, la eutanasia "es un derecho fundamental que debería estar por encima de cualquier ideología política". "Es un derecho que debe ser universal", insiste.