La alianza de la derecha

Rivera reduce a una “anécdota” su foto con Vox y convoca otra manifestación abierta a los ultras en Barcelona

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, se retrata en la manifestación de Madrid en la que compartió escenario con PP y Vox.

Fernando Varela

Si Albert Rivera se sintió incómodo compartiendo escenario y fotografía este domingo con el líder de Vox, la formación ultra que según todas las encuestas está creciendo a costa del PP pero también de Ciudadanos, no quiere compartirlo en público. Y aunque se negó a confirmar hasta tres veces que saludó a Abascal momentos antes de subir al escenario de la madrileña Plaza de Colón para escuchar en su compañía y en la del presidente del PP, Pablo Casado, las notas del himno nacional —una “anécdota”, aseguró, que sólo interesa “a políticos y periodistas”—, el líder de Ciudadanos sí dejó clara la disposición de su partido a “aparcar las diferencias” con Vox en favor de la unidad de España.

Y no tardará mucho en tener la oportunidad de volver a hacerlo. Ciudadanos, invocando su condición de partido más votado en Cataluña, ha decidido apropiarse de la manifestación que varias organizaciones sociales —entre ellas Asamblea Nacional Española, Asamblea Nacional de Tabarnia y Club de los Viernes, alguna de las cuales está vinculada a Vox—, con el apoyo del PP catalán, estaban preparando para el próximo domingo. Rivera en persona anunció este lunes que la dirección naranja ha decidido convocar una manifestación a la misma ahora en el mismo sitio —la Plaza Urquinaona de Barcelona— aunque su intención es que la protesta se dirija a la Plaza de Sant Jaume, frente a la sede de la Generalitat.

La decisión de Cs no ha tardado en recibir críticas por parte de algunos de los organizadores, descontentos con el protagonismo de Rivera, e incluso del PP, cuyo máximo responsable, Alejandro Fernández, no dudó en expresarlo a través de Twitter:

 

Rivera no dejó lugar a dudas sobre el formato que quiere para la manifestación en la capital catalana: exactamente el mismo que el de Madrid, lo que implica que también esté abierta a la ultraderecha. Quiere una protesta idéntica, con el mismo cartel y el mismo lema (“Por una España Unida: elecciones ya”), “patriótica, civil, transversal y con el protagonismo de los ciudadanos”, lo que dicho por él significa sin siglas de partidos —para evitar la incómoda competencia con Vox y PP— y sin discursos de líderes políticos. Una manifestación que recorrerá las calles de Barcelona y acabará ante el Palau de la Generalitat “para defender juntos la Constitución y la democracia allí donde está en riesgo, allí donde los separatistas quieren quebrantar el orden constitucional, allí donde se persigue al que piensa distinto, allí donde el presidente de la Generalitat llama bestias taradas al conjunto de españoles”, justificó.

“Cuantos más seamos”, destacó Rivera, “mejor. Suponemos que habrá ciudadanos de toda índole. Lo único que pedimos es que seamos cuantos más mejor” y sobre todo la elección del mismo formato y lema que los utilizados en Madrid y que, en su opinión, obedecen a una “voluntad de superar las siglas, superar los partidos”. Aunque “alguien tiene que liderarlo”, añadió, para justificar el anuncio, “como hemos hecho también en Madrid. Y en Cataluña nadie tiene ninguna duda de que nos toca también ese papel”.

Sin incomodidad alguna

El líder de Cs dio por sentado que en ningún momento se sintió incómodo compartiendo escenario con Abascal. No cree que este hecho pueda minar el supuesto perfil centrista de su partido y trató de quitarle trascendencia enfatizando varias veces que eso sólo le preocupa a los periodistas. En su opinión, es “normal y natural” que, aunque “los políticos no teníamos que tener ningún protagonismo”, “las personas que habíamos convocado junto a otros partidos que, sin convocar, también habían apoyado”, en referencia a Vox, subiesen al escenario. “En todo caso creo que eso es una anécdota de políticos y periodistas. A mí la batalla entre políticos”, subrayó el líder de Ciudadanos, “me aburre bastante”. El domingo “era el día de la unión”, subrayó respondiendo a quienes critican su comunión con Vox. Era “el día de dejar al margen las siglas”.

“Más allá de las fotos o de las anécdotas no tenemos ningún problema en compartir con personas que piensan distinto”, añadió Rivera, Y para explicarlo, comparó la coincidencia con Abascal en la escenario de la Plaza de Colón con la presencia de Ciudadanos “en la manifestación del orgullo gay”, cuando su partido comparte pancarta, dijo, con Podemos y el PSOE. “Y nunca he visto ninguna crítica por ello”.

“Si todos los que vamos juntos al orgullo gay pensáramos lo mismo seríamos un mismo partido, y no tres o cuatro. Y si todos los de ayer [por el domingo] fuéramos lo mismo, pues estaríamos todos en un mismo partido. La sociedad es diversa y plural”, concluyó a modo de justificación de su unidad de acción con la ultraderecha.

Por no ver, Rivera tampoco quiso reconocer que la convocatoria de Madrid ha supuesto un problema para la candidatura de Manuel Valls a la Alcaldía de Barcelona, que apoya su partido. Un problema que puede incrementarse el domingo si Vox vuelve a compartir protagonismo con Cs precisamente en la capital catalana.

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Aunque Valls acudió finalmente a la manifestación de Madrid, se negó subir al escenario en compañía de Vox. Y su participación en el acto fue criticada por el portavoz de Lliures, Roger Montañola, una de las organizaciones que respaldan su candidatura a la Alcaldía. Y especialmente por el historiador Joaquim Coll, hasta ahora uno de sus aliados políticos:

 

Estas criticas, para Rivera, también son “anécdotas”. Exactamente igual que su saludo al líder del Vox. Porque “en las causas transversales”, defendió, “no hay siglas”. Y el domingo Ciudadanos demostró saber “aparcar las diferencias”. Aunque sean con la ultraderecha.

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