México

Así ven los historiadores la propuesta de López Obrador

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, habla este martes durante su rueda de prensa matutina en el Palacio Nacional.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, acudió este lunes a Comalcalco, ciudad maya situada en el estado de Tabasco, por una razón muy concreta: allí se produjo, hace exactamente 500 años, la batalla entre la expedición de Hernán Cortés con los antiguos mayas-chontales de la región. Fue el inicio de la conquista de América. Pero si esto ha sido noticia no ha sido por el aniversario, sino por unas palabras pronunciadas por López Obrador. Fueron difundidas en un vídeo que el presidente publicó en su perfil de la red social Twitter. En las imágenes, el presidente mexicano aseguraba que había enviado una carta al rey Felipe VI y al papa Francisco para que "hagan un relato de agravios y se pida perdón a los pueblos originarios por las violaciones, que ahora se conocen como Derechos Humanos".

El conflicto estaba servido. Sus palabras no sentaron nada bien ni en el Gobierno —que, a través del ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, dijo que "obviamente España no va a presentar esas extemporáneas disculpas que se piden"—, ni en el PP —que a través del número dos en la candidatura al Congreso por Madrid, Adolfo Suárez Illana, aseguró que España "se puede sentir tremendamente orgullosa de lo que hizo en América"—, ni en Ciudadanos —cuyo líder, Albert Rivera, calificó de "ofensa intolerable" las palabras— ni en Vox —donde el presidente, Santiago Abascal, suscribió las palabras de Arturo Pérez Reverte, que pidió a López Obrador "que se disculpe él". Pero lo cierto es que, en el mismo vídeo, ya lo hizo.

"Hubo matanzas, imposiciones... La llamada conquista se hizo con la espada y con la cruz. Se edificaron las iglesias arriba de los templos. Se excomulgó a nuestros héroes patrios. Los héroes de nuestra patria. A Hidalgo y a Morelos. Entonces es el tiempo ya de decir 'vamos a reconciliarnos', pero primero pidamos perdón", dijo. Y añadió: "Yo también lo voy a hacer porque después de la colonia hubo mucha represión a los pueblos originarios. Fue lamentable lo que pasó con el exterminio a los mayas, incluso el exterminio a los chinos en plena Revolución mexicana. Entonces tenemos que pedir perdón y que en 2021 sea el año de la reconciliación", en referencia al bicentenario de la independencia de México de España.  

 

Desde que se publicó el vídeo, las reacciones no han dejado de sucederse. Sobre todo en contra. Solo Podemos se pronunció a favor de las palabras del presidente mexicano, que suscribieron. Lo hizo la portavoz adjunta en el Congreso de la formación morada, Ione Belarra, a través de su Twitter. "López Obrador es el digno presidente de México. Tiene mucha razón en exigirle al rey que pida perdón por los abusos en la 'Conquista", dijo. Es más, aseguró que "si gobierna Podemos habrá un proceso de recuperación de la memoria democrática y colonial que restaure a las víctimas".

Pero, ¿es lógico el debate que se ha creado? Según los historiadores consultados por infoLibre, no. Por varios motivos, además: porque es un asunto de hace cinco siglos y porque se crea, de forma artificial, un problema entre dos países entre los que existe una buena relación diplomática. 

Es un asunto "anacrónico"

Los hechos que este lunes recordaba el presidente mexicano ocurrieron hace cinco siglos. Y hablaba de ellos en términos de 2019. Dijo, de este modo, que durante la conquista de América se habían producido "violaciones, que ahora se conocen como Derechos Humanos". Ese es el problema, según las fuentes consultadas. "El asunto es un anacronismo que no tiene sentido. Estamos hablando de un proceso traumático vivido hace cinco siglos con categorías de la actualidad", asegura Joan del Alcàzar, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Valencia y especialista en Historia Contemporánea de América Latina. Para el experto, hablar de Derechos Humanos en la conquista, "que indiscutiblemente fue cruenta y causó un sinfín de sufrimiento", no es correcto. 

"Los Derechos Humanos han existido a lo largo de toda la vida, pero hace 500 años no estaban definidos y no se contemplaban las cosas de la misma manera que ahora", añade Andrés Ciudad, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). 

Lo mismo opina Carlos Martínez Shaw, catedrático emérito de Historia Moderna de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y miembro de la Real Academia de la Historia. "Es muy difícil la aplicación retrospectiva de términos actuales", insiste. Y es que ni México ni España son lo mismo que hace 500 años. México, recuerda, se crea en 1821 —cuando se independiza de España— y, desde entonces hasta ahora, "el Estado se ha ido construyendo y reconstruyendo". Igual que España. "La monarquía actual no es la misma que la de Carlos I cuando Hernán Cortés inició la conquista", dice. "¿A quién se reclaman las disculpas?", se pregunta. "Es un anacronismo y una cosa absolutamente improcedente que de Estado a Estado se digan estas cosas", sentencia. 

Martín Ríos Saloma, investigador del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) opina, también, que se trata de un tema "muy anacrónico". Pedir perdón, dice, "tiene sentido cuando los actores están vivos", no cuando se habla "sobre sujetos que murieron hace 500 años".

Pero es que, además, se reclama un perdón por un hecho frecuente en la historia universal, según Ciudad. "Todas las naciones, todas las sociedades humanas, han vivido enfrentamientos. Todos, desde el principio de la humanidad, han luchado por los recursos y por el territorio", dice. "Los mismos pueblos mesoamericanos hicieron lo mismo con otros. Y así podemos ir retrocediendo en la historia", añade. 

Se crea un problema "artificial" y es necesario un relato común

Y, precisamente por la lejanía temporal, se ha creado una polémica un tanto innecesaria, suscriben los expertos. "Hay quien dice que pedir perdón permitirá que no nos estemos peleando. Pero no recuerdo en toda mi vida que México tenga malas relaciones con España", explica Martínez Shaw. Y es que las relaciones entre los dos países son buenas. Sobre todo si tenemos en cuenta que México fue uno de los destinos principales de los exiliados republicanos que huyeron de la dictadura franquista. "El exilio republicano anudó enormemente las relaciones entre los dos países y se creó una relación de franca armonía", añade. 

Lo mismo opina Del Alcàzar. "México ha sido un país de referencia para España, cuanto menos desde el año 1939. México fue un país de una extraordinaria fraternidad y solidaridad para muchos miles de españoles que huían de la guerra y de la dictadura de Franco", añade. Por eso, asegura que "lo que a ambos países nos interesa, o nos debiera interesar, es poner en valor lo que nos une y no lo que nos diferencia". 

"Creo que es necesaria una relectura y una nueva divulgación en común. No se entiende un país sin otro", añade Ríos Saloma.

"Mi opinión es que el hecho fue tan trascendental que creo que España debería haber hecho un análisis introspectivo de lo que significó la conquista, que hasta ahora no lo ha hecho", añade Ciudad. Y lo mismo opina Martínez Shaw: "Tenemos que llegar a unas narrativas donde más o menos todos estemos de acuerdo, no crear un enfrentamiento entre dos países que se llevan bien y tienen relaciones, hasta ahora, muy cordiales". 

Esto fue, de hecho, lo que pidió el propio López Obrador durante la rueda de prensa diaria en la sede de la Presidencia mexicana ofrecida horas después de la publicación del vídeo, cuando sus palabras ya acaparaban titulares. El presidente mexicano matizó que lo que había propuesto al rey Felipe VI y al papa Francisco era intentar "integrar un grupo conjunto" para tratar de hacer "una relatoría de lo sucedido" en la conquista para, a partir de ahí, "de manera humilde", aceptar los errores, pedir perdón y reconciliarse. 

¿Una propuesta de "consumo interno"?

Del Alcàzar, además, va un poco más allá. Cree que, si se valoran las palabras de López Obrador en términos puramente políticos se puede deducir que la propuesta, en realidad, es para ser "consumida" por los mexicanos, no tanto por los españoles. "Si hubiera una verdadera intención de conseguir un pronunciamiento por parte de España, la propuesta no se habría realizado de esta forma", dice. "No se puede pedir a un país amigo que haga un pronunciamiento de esas características prácticamente difundiéndolo por las redes sociales o por la prensa. Los canales diplomáticos existen", critica. 

Es la misma opinión que, a través de Twitter, expresó Alfredo Ávila, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México. "El presidente no está interesado en que España pida perdón. Si lo estuviera, hubiera mantenido todo por la vía diplomática. Su interés es seguir haciendo campaña política en México. Se dirige a los mexicanos, no a los españoles", afirma. En su opinión, el Estado español no tiene la obligación de pedir perdón, aunque sí podría hacerlo como "gesto diplomático".

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Ríos Saloma habla en los mismos términos. Es un mensaje, en su opinión, que hay que leer en "clave nacional". "Tiene una clara connotación política porque López Obrador quiere romper con el poder que había anteriormente", afirma. Y su generación, lamenta, tiene un conocimiento demasiado "simplista" de lo que fue la conquista.

No obstante, añade que, puestos a pedir unas disculpas, sería más interesante pedirlas a Estados Unidos. Lo mismo que apunta Del Alcàzar: "Es sorprendente para los historiadores que no se mencione la pérdida de territorio mexicano a manos" del país. 

En cualquier caso, Ávila recuerda que sí hubo países que pidieron perdón. "Hay Estados nacionales que han pedido perdón a otros por crímenes que cometieron. Macron lo hizo con Argelia por los excesos franceses de las décadas de 1950-1960, y Theresa May a los países del Caribe por el trato a inmigrantes tras la Segunda Guerra Mundial".

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