Sánchez redobla los mensajes contra el independentismo catalán para atraer a quienes dudan entre el PSOE y la derecha

A las puertas del inicio de la campaña electoral —legalmente comienza en la madrugada del jueves al viernes— el PSOE se dispone a echar el resto para extender todo lo posible los límites de la mayoría que le atribuyen todas las encuestas. El comité de estrategia de los socialistas cree que si juegan bien sus cartas de aquí al día de la votación saldrán de las urnas en condiciones de optar a la investidura sin tener que pactar con los independentistas —con el apoyo de Unidas Podemos o, como mucho, también del PNV y Compromís—.

Las encuestas les sitúan entre los 120 y los 130 escaños, pero el PSOE aspira ahora a más. Y aunque creen que ya les queda poco margen de crecimiento por la izquierda —a costa de Unidas Podemos— sí piensan que tienen aún mucho espacio por explorar en el centro político y en la derecha moderada, dos territorios muy poblados estos días de votantes indecisos atraídos por los mensajes con los que PP y Cs alimentan el miedo a la ruptura de la unidad de España.

El grupo de electores indecisos a los que PP y Cs han seducido sembrando dudas acerca de la política del PSOE en Cataluña se han convertido en el principal objetivo de la estrategia socialista. Desde hace varios días, el presidente Pedro Sanchez enfatiza cada vez más los mensajes en los que repite que su Gobierno no aceptará jamás ni la independencia de Cataluña ni la celebración de ninguna clase de referéndum de autodeterminación. Y va a insistir mucho más en esa idea.

Según el último barómetro electoral del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), entre 877.000 y un millón de personas dudan en estos momentos entre escoger la papeleta de los socialistas o la encabezada por Albert Rivera. Y en torno a 7oo.000, la mayoría en el bloque de mayor edad, se debaten entre votar al PP o al PSOE. Para muchos de ellos, el factor decisivo es Cataluña, de ahí que en Ferraz se hayan propuesto despejar cualquier duda sobre cuál va a ser su política a partir del 28 de abril.

El comité de campaña cree que el PSOE ya ha recuperado todo el voto que podía robar a Unidas Podemos.robar Así que sus esfuerzos se centran en la abstención pero también en el grupo de votantes que duda si votar a PP o a Ciudadanos.

Por eso Sánchez ha endurecido incluso el tono con el que se refiere a los independentistas. Lo hace en los mítines y en las entrevistas que concede a los medios de comunicación. Este miércoles, en el programa Al Rojo Vivo de La Sexta, acusó a “algunos” de ellos de “no actuar de buena fe”. Y les echó en cara que no se sinceren con sus votantes y les cuenten lo que ya reconocen “en conversaciones privadas”: que no habrá independencia ni referéndum y que “la comunidad internacional les ha dado la espalda”.

“El independentismo, a mí me lo han dicho”, reveló, “sabe que no es posible la independencia. Y yo lo que les he dicho, en privado y en público, y lo digo públicamente, es que den la cara y le digan a la sociedad catalana, sobre todo a aquellos que creyeron en la independencia, que no es posible. Les han engañado. Y tienen que volver a la senda constitucional y estatutaria”.

Los líderes independentistas, subrayó, “han llevado a su sociedad a un callejón sin salida”. Y puso de nuevo el ejemplo del Brexit, que para lo único que ha servido, aseguró, “es para partir en dos a la sociedad británica”.

“He demostrado que cuando digo no es no”

El PSOE quiere neutralizar los mensajes en los que PP y Cs tratan de imponer la idea de que los socialistas van a pactar con los independentistas después del 28 de abril. Por eso el presidente enfatiza la posición de su partido. “He demostrado que cuando digo no es no” y “no va a haber independencia, no va a haber referéndum”. “Lo saben los propios independentistas y lo sabe también la derecha”, subrayó. Conocen “el compromiso que yo tengo con la integridad territorial de mi país, con la soberanía nacional de mi país, con la Constitución Española”.

Lo cual no significa que no se deba hablar, precisó. “Si tenemos un desafío de convivencia” la solución no puede ser “la confrontación” sino “abrir, dentro de la Constitución, un espacio de diálogo”. Y ese diálogo “se tiene que basar en dos cosas: la primera es la claridad y la segunda tiene que ver con la confianza y con la buena fe. Y los dirigentes independentistas”, insistió, “no han actuado de buena fe. Y no sólo con el Gobierno de España” sino “con sus propios ciudadanos”. “La sociedad catalana quiere pasar pantalla”, pronosticó.

La solución, añadió, no pasa por la independencia, sino porque “Cataluña hable con Cataluña”, que “la parte nacionalista hable con la parte no nacionalista. Y la parte no nacionalista, no solamente el PSC sino también Cs, tendrá que ofrecer una alternativa”, remarcó.

Para atraer a esos electores que dudan entre votar al Sánchez o elegir la papeleta de PP o Ciudadanos, el PSOE está cuidando al máximo el perfil presidencial de su candidato, convencido de que pueden convencer a los indecisos sobre la base de que sólo Pedro Sánchez está en condiciones de garantizar estabilidad, transformación y futuro. Tres ideas fuerza que contraponen a la quiebra de la derecha en tres partidos y a su voluntad declarada de involución política y retroceso social. Se trata de trasladar la idea de que cuanto más fuerte sea el PSOE menos posibilidades hay de que el independentismo condicione la próxima legislatura.

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“Se está abriendo un tercer espacio” frente a las dos hipótesis sobre las que comenzó la precampaña —gobierno de las tres derechas o del bloque de la moción de censura—, remarcó Sánchez en La Sexta. Y es “que el PSOE cuente con sus propias fuerzas para poder gobernar. Para garantizar estabilidad, transformación y futuro, es importante concentrar todo el voto en el PSOE” con el objetivo de que“no se dé eso que ya es una certeza porque ya ocurre en Andalucía y ya lo han dicho el PP, Ciudadanos y la ultraderecha: si suman, habrá un gobierno de involución”.

“Los españoles quieren una patria unida”, concedió Sánchez, pero “en torno a valores que tienen que ver con la igualdad, el feminismo y un Estado del bienestar fuerte, no con una merma en la recaudación fiscal que pide no solamente la ultraderecha sino tambien la derecha y que implicaría un Estado social mínimo. Los españoles lo que quieren es cohesión social y territorial, lo que quieren es futuro, no volver al pasado”.

Sánchez cuida su tono presidencial y se muestra incluso dispuesto a abrir diálogos con PP y Ciudadanos después del 28 de abril. Algo que, deja caer, si no se han producido hasta ahora ha sido por decisión de Casado y Rivera, que han preferido “el insulto y la confrontación”. A pesar de ello, él va a tender la mano “a todo el mundo, pero especialmente a los mayoritarios PP, Cs y UP”.