El juicio del 'procés'

Marchena abronca al fiscal por reprochar a una testigo que fuera a votar el 1-O

El presidente del Tribunal que juzgará el 'procés', Manuel Marchena.

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El presidente del tribunal que juzga el procés independentistaprocés en el Tribunal Supremo, Manuel Marchena, ha llamado este martes la atención a uno de los fiscales de la causa, Fidel Cadena, por reprochar a una de las testigos de la defensa el hecho de haber votado en el referéndum el 1 de octubre de 2017.

La intervención de Marchena se ha producido cuando declaraba la segunda testigo de la mañana, a propuesta del abogado Jordi Pina —que defiende al expresidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) Jordi Pina y a los exconsejeros Jordi Turull y Josep Rull—, a la que el representante del Ministerio Público ha preguntado por qué fue a votar si era conocedora de que la consulta había sido suspendida por el Tribunal Constitucional. "Vamos a ver señor fiscal. Ella en principio es libre de decidir si vota, no vota, si lo considera legal, si lo considera ilegal. No puede usted en la pregunta formularle un reproche por haber ido a votar", ha apuntado Marchena.

La mujer estaba relatando cómo fue empujada y tirada al suelo cuando se encontraba a las puertas de la Escola Castell de Dosrius (Barcelona) , donde había acudido a votar junto a su familia, y que incluso los agentes de la Guardia Civil que se acercaron a ella la llamaron "ridícula" y "subnormal". Ante la profusión de datos de testimonio, Marchena indicó a la testigo que no era necesario que "enriqueciera" su relato con detalles sin relevancia jurídica. "Es muy respetable y se escucha con agrado, pero no tiene trascendencia", le ha recordado el magistrado. Para la sesión de este martes se espera la comparecencia de más de una veintena de votantes llamados a declarar con las defensas.

Autogestión en la organización

Diversos ciudadanos catalanes que participaron en el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 han relatado este martes ante el tribunal del procés cómo a lo largo de la jornada fueron ellos mismos los que se organizaron para llevar a cabo la votación y tratar de impedir la actuación de la Policía Nacional y la Guardia Civil cuando se personaron en los centros con el objetivo de cumplir la orden judicial de clausurar los locales e incautar el material electoral.

Todos los votantes han sido citados en calidad de testigos por la defensa de los exconsejeros Jordi Turull y Josep Rull y del expresidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) Jordi Sànchez, que ha incidido en los incidentes violentos con policías y guardias civiles, si bien la Fiscalía y la Abogacía del Estado han centrado sus preguntas en la condición de ilegal de la consulta.

Así, la mayoría de los testigos que han pasado esta mañana por el Salón de Plenos del Tribunal Supremo han admitido que sabían que el Tribunal Constitucional había suspendido el referéndum y que la Policía y la Guardia Civil tenían órdenes de impedir la votación, pero han matizado que acudieron ese día a los centros electorales porque consideran que "votar no es delito". Eso sí, en ningún caso han identificado específicamente a los miembros del Govern de Carles Puigdemont como las personas que les animaron a votar, sino que "sabían" que el 1-O había un referéndum y que todos querían participar porque era un día "de fiesta".

Ninguno recibió notificación oficial de a qué centro debían acudir, sino que fueron directamente a los que tienen asignados en cualquier elección ordinaria. "No estabamos allí por las declaraciones del Gobierno, teníamos muchas ganas de votar", ha explicado un testigo. "Era la fiesta de la democracia", ha llegado a decir Joan Porras, quien se ha apodado Joan Bonanit en sus perfiles de redes sociales a raíz de sus visitas diarias a la cárcel de Lledoners —el centro penitenciario de Cataluña donde estuvieron los políticos presos antes de ser trasladados a Madrid para el juicio— para desear, megáfono en mano, 'buenas noches' a los exdirigentes del Govern.

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