El barómetro del CIS para el 26M se basará en encuestas realizadas antes de las generales

Son días de mucho trabajo en el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). El instituto se sacudió tras las elecciones del pasado 28 de abril buena parte de las críticas que lo acompañaban desde la llegada a su presidencia de José Félix Tezanos, ya que su barómetro preelectoral fue la segunda encuesta más precisa de las principales que se hicieron públicas durante la campaña. Pero como el periodo electoral no ha terminado, el CIS tampoco para, y a finales de esta semana publicará el sondeo preelectoral de las elecciones autonómicas, municipales y europeas del 26 de mayo. Según ha podido confirmar infoLibre, el instituto utilizará un método diferente al del pasado 28A para estimar los resultados, y su barómetro estará basado en más de 18.000 entrevistas realizadas antes de que se celebrasen las elecciones generales.

Desde hace meses, el CIS ha decidido dejar de ofrecer en sus sondeos mensuales la proyección de voto de cada partido, un dato que se alcanza aplicando a las respuestas de los encuestados la conocida popularmente como cocina. Prácticamente desde la llegada de Tezanos a la dirección, el instituto público tan solo publica en sus barómetros ordinarios los datos de intención directa de voto –es decir, las respuestas que ofrecen los encuestados al ser preguntados por el encuestador– corregidos para tener en cuenta el porcentaje de personas que aseguran que van a abstenerse, lo que implica que los datos resultantes no pueden tomarse como una estimación de voto fiable, ya que es información que no se ha tratado antes de su publicación.

No obstante, tanto para las elecciones generales como para las autonómicas de la Comunitat Valenciana de la semana pasada, el CIS volvió a estimar resultados, es decir, introdujo cocina en su barómetro de nuevo. Una cocina, sin embargo, corregida y refinada para tratar de tener en cuenta la volatilidad del voto y para determinar dónde pueden ir algunos de los votos de quienes se declaran indecisos, uno de los problemas que, a juicio de Tezanos, tenía el método anterior. Funcionó: pese a haber realizado el trabajo de campo mucho antes que el resto de los sondeos publicados en los medios, el CIS publicó una de las encuestas más precisas gracias, entre otras cosas, a una metodología que tuvo en cuenta más de 30 variables para intentar afinar los resultados.

Pero, pese a que este método dio buenos resultados, para el 26M el CIS volverá a cambiar de procedimiento. Fuentes del instituto explican a este periódico que el motivo principal por el que no se utiliza el mismo método que en el barómetro preelectoral de las generales es fundamentalmente técnico: como no solo va a haber unas elecciones sino tres o incluso cuatro simultáneas –locales, autonómicas, europeas e insulares o forales, en su caso–, utilizar el mismo método del 28A hubiera supuesto diseñar un cuestionario demasiado extenso para poder entregar los resultados a tiempo que, además, hubiera provocado que muchos de los encuestados hubieran rehusado participar en el sondeo. Estas fuentes admiten que el margen de error del nuevo procedimiento será mayor que el del barómetro del 28A.

Pero el CIS no va a volver a la metodología utilizada antes de la llegada de Tezanos a su presidencia, que según explicó a infoLibre Antonio Alaminos, director del departamento de Investigación del instituto hasta el pasado 1 de marzo y que fue uno de los diseñadores del procedimiento utilizado para el barómetro del 28A, era efectiva para estimar el voto en una situación de estabilidad, pero no en una volátil como la actual. Fuentes de la institución pública explican que, para el sondeo preelectoral del 26M, se va a emplear un "modelo simplificado" de cocina basado, fundamentalmente, en tres elementos: la valoración que haga el encuestado de los principales líderes políticos, la simpatía que le genere cada partido y lo que el conjunto de la muestra asegure haber votado en las generales (el recuerdo de voto) en comparación con los resultados reales de cada formación.

Los resultados del 28A se incluirán en la cocinacocina

El 'ranking' de las encuestas del 28A: la de 'El Confidencial' y la del CIS fueron las más acertadas

Ver más

Pese a que los ciudadanos acudirán a varias urnas diferentes el 26M, el modelo que utilizará el instituto será el mismo para todas las estimaciones que hará públicas en los próximos días: las de las 12 comunidades que celebran elecciones, las de las principales ciudades españolas y la de las elecciones europeas. El barómetro se ha diseñado con una previsión de 18.071 entrevistas personales –una muestra muy amplia, en comparación con las que utilizan otros sondeos–, realizadas entre finales de marzo y el 23 de abril, y posiblemente recogerá una previsión de participación sensiblemente menor al 75,75% registrado en las generales, una cifra muy alta para los parámetros habituales. 

Obviamente, que las entrevistas con los encuestados se hayan llevado a cabo antes de las elecciones generales del 28A supone un hándicap para las estimaciones de la encuesta, ya que el nuevo barómetro no recogerá los efectos que hayan podido tener los resultados de esos comicios sobre la intención de voto. Pero fuentes del CIS explican que ese problema también tiene una contraparte ventajosa, ya que permitirá a los sociólogos del instituto comparar el voto obtenido realmente por cada partido el 28A con el porcentaje de encuestados que aseguraban que iba a votar a cada formación y, así, conocer si una parte de los electores de algún partido estaban ocultando su voto o, por el contrario, cambiaron de opción en el último momento.

Esta circunstancia, en teoría, podría servir para conocer mejor el comportamiento de los votantes de las diferentes formaciones de cara al sondeo del 26M. "El modelo de ponderación que vamos a utilizar se basa en lo que votó la gente el 28 de abril, y aunque no es recuerdo de voto en elecciones autonómicas o municipales, sí es recuerdo de un comportamiento reciente, y como las encuestas se hicieron al mismo tiempo [que se decidía el voto para las generales], podemos calibrar en cuántos votos reales se convirtió cada voto que se decía que iba a ir al PP o al PSOE ", explican fuentes del CIS.