26M | 'Superdomingo' electoral

El PSOE podría conservar las comunidades de Aragón, Baleares y Castilla La-Mancha, según varios sondeos

El presidente de la Junta Castilla-La Mancha y candidato a la reelección, Emiliano García-Page.

El PSOE podría revalidar los gobiernos en Aragón, Baleares y Castilla La-Mancha, aunque sólo sería en esta última comunidad autónoma donde podría hacerlo rozando la mayoría absoluta, según los sondeos a pie de urna hechos públicos nada más cerrarse los colegios electorales. En suelo aragonés, los socialistas de Javier Lambán se harían con el 32,9% de las papeletas y entre 24 y 27 escaños en el Parlamento regional, mejorando así el resultado logrado en las autonómicas de 2015 –18 asientos–, mientras que el PP caería hasta los 13-15 parlamentarios –de los 21 actuales– y Ciudadanos se convertiría en la tercera fuerza más votada con entre 8 y 10 diputados autonómicos, mejorando el resultado que cosecharon en 2015: 5 escaños.

Podemos, por su parte, perdería casi la mitad de los asientos en la Cámara regional, siendo el cuarto partido más respaldado y cayendo de los 14 parlamentarios a los 6-7. El Partido Aragonés también caería ligeramente y sólo conseguiría entre 3 y 4 diputados, frente a los 6 logrados en los anteriores comicios autonómicos. La Chunta Aragonesista conseguiría entre 2 y 3 asientos –actualmente tiene 2–, Vox entraría en el Parlamento regional con entre 2 y 3 parlamentarios e IU conseguiría entre 1 y 2 –actualmente tiene 1–. Con estos resultados, la suma de los partidos de centroizquierda podría volver a hacer presidente de la comunidad autónoma a Lambán.

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En Baleares, según el sondeo a pie de urna de la televisión autonómica, el PSOE ganaría las elecciones con una horquilla entre 17 y 19 parlamentarios y el 26,30%, frente a los 14 que obtuvo en los anteriores comicios. El PP, por su parte, se quedaría como segunda fuerza con entre 12 y 14 escaños y el 19,10% de los votos, una caída de entre 8 y 6 escaños en comparación con las pasadas autonómicas. Y, frente al descenso de los conservadores, la subida de Ciudadanos, que sería tercera fuerza con una horquilla entre 7 y 9 diputados y el 12,10%, frente a los 2 parlamentarios que logró sentar en 2015.

Podem, por su parte, caería de los 10 escaños actuales a los 6-8, con el 11,4% de las papeletas. Més per Mallorca, por su parte, conseguiría entre 4 y 5 asientos y el 10,57% de los votos, frente a los 6 actuales. Vox, por su parte, entraría en el Parlamento regional con entre 3 y 4 parlamentarios y el 8% de las papeletas, mientras que Proposta per les Illes se haría con entre 2 y 3, Més per Menorca con 2 y GxF con sólo 1. Con estos datos, los socialistas podrían volver a gobernar gracias al apoyo de Podem y Més, como ya ocurrió tras los comicios autonómicos de 2015, si se cumpliesen los resultados de la horquilla más alta. En la más baja, el bloque se quedaría con 29 asientos, uno menos de la mayoría absoluta, por lo que podría resultar necesario el respaldo de las formaciones de menor representación.

En Castilla La-Mancha, los sondeos realizados a pie de urna dan como ganador al PSOE de Emiliano García-Page, con entre 16 y 18 diputados y un 43,1% de las papeletas, mejorando así el resultado conseguido en 2015 –14 parlamentarios– y rozando la mayoría absoluta, que se sitúa en los 17 escaños. Los conservadores, por su parte, caerían hasta los 8-10 diputados, casi la mitad de los logrados en los anteriores comicios –16–. Ciudadanos y Podemos, por su parte, conseguirían entre 3-4 y 2-3 diputados, respectivamente, mientras que para Vox el sondeo le da, como máximo, 1 asiento, con posibilidad también de que se quede fuera de la Cámara. Con estos datos, el PSOE podría gobernar con mayoría absoluta en el mejor de los escenarios, mientras que en el peor necesitaría el apoyo de Podemos.

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