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Pactos postelectorales

Los pactos de Ciudadanos con los ultras contradicen el manifiesto que firmó con los liberales europeos para las elecciones

Rivera posa con otros dirigentes del grupo liberal europeo durante la reunión que mantuvieron en mayo.

Los partidos liberales europeos que forman parte de la Alianza de Liberales y Demócratas Europeos (ALDE) aprobaron en el congreso que celebraron en Madrid en noviembre un manifiesto electoral en el que situaban como adversarios a los movimientos “autoritarios, nacionalistas y populistas”, una resolución que entra en contradicción con los acuerdos que su socio español, Ciudadanos, ha suscrito con Vox, la formación ultra liderada por Santiago Abascal, para hacerse con dos alcaldías y entrar en decenas de gobiernos municipales.

El documento arranca precisamente haciendo referencia a que las elecciones europeas, celebradas el 26 de mayo, planteaban a los “ciudadanos europeos una elección fundamental. Estamos invitados a decidir en qué tipo de Europa queremos vivir. La elección es la siguiente: ¿actualizamos la Unión Europea para desarrollar la libertad individual, la prosperidad y la estabilidad, o volvemos a los tiempos del nacionalismo y del creciente autoritarismo?”

Los miembros de ALDE, que el jueves decidieron cambiar su denominación por la de Renovar Europa a petición del partido del presidente francés, Emmanuel Macron, porque en su país el término “liberal” es usado despectivamente, consideran su deber la construcción europea. Y “este deber”, subraya el manifiesto, “es tanto más importante hoy en día cuanto que la Unión Europea se ve desafiada en todo momento por el aumento de las fuerzas antiliberales y la parálisis política. Los movimientos autoritarios, nacionalistas y populistas de la UE tratan de socavar la apertura, el pluralismo y la tolerancia que constituyen el núcleo del proyecto europeo”.

El manifiesto señala varios rasgos especialmente peligrosos de las fuerzas autoritarias, nacionalistas y populistas que los liberales deben combatir, algunas de las cuales aparentemente encajan como un guante con el ideario de Vox:ideario la limitación de las libertades y el odio a los diferentes.

“Fuerzas antiliberales”

Las “fuerzas antiliberales están empujando hacia un conflicto cultural”, proclama el documento de los liberales europeos. “Desean dar la vuelta a nuestros valores liberales: Pretenden proteger nuestras libertades, limitándolas. Dicen que defienden la seguridad, pero en cambio nos hacen inseguros. Afirman que están comprometidos con la dignidad humana, pero vilipendian y responden con odio a los que son diferentes. Quieren congelar las sociedades, no liberarlas. Viviendo en una sociedad abierta y democrática, la mayoría tiene que tratar a la minoría con respeto y viceversa”.

La tesis de ALDE contra el autoritarismo, el nacionalismo y el populismo, tres ideas que definen a los ultras españoles, no han sido un inconveniente para que Ciudadanos haya firmado acuerdos con Vox que le permitirán entrar en Ejecutivos autonómicos y gobiernos municipales de común acuerdo con el Partido Popular.

Los acuerdos con Vox, que tanto preocupaban a los sectores centristas y a los socios europeos del partido naranja, sobre todo al presidente francés, Emmanuel Macron, son ya indisimulables. Los nuevos alcaldes de Granada y Palencia, ambos de Ciudadanos, ya han reconocido haber suscrito acuerdos con los ultraderechistas españoles y estar negociando su incorporación a los gobiernos locales, en los que también estará presente el Partido Popular. 

Se trata de una colaboración política que levanta ampollas entre algunos socios europeos de Ciudadanos. Hace apenas unos días fuentes próximas al presidente francés aseguraron que Macron, muy comprometido en la tarea de parar los pies a los partidos autoritarios y euroescépticos, no va “a tener ninguna complacencia” con el partido de Rivera si se concretaban acuerdos locales y autonómicos con Vox, como ya ha empezado a suceder. “No se puede ignorar” el escenario autonómico y local en España. Los acuerdos de Ciudadanos con Vox no son “una anécdota” para el líder francés, sino “un tema importante”. El presidente galo “no acepta ambigüedades” y está dispuesto incluso a replantearse la “cooperación política” con la formación de Albert Rivera, señalaron fuentes del Elíseo esta semana a un grupo de periodistas españoles.

Rivera tendrá también que esforzarse mucho para hacer entender a Macron las razones por las que Ciudadanos no sólo está dispuesto a llegar a acuerdos con los ultras sino que no tiene la menor intención de facilitar con su abstención la investidura de Pedro Sánchez, a quien el presidente francés considera un aliado muy valioso en su estrategia europea y con el que tiene una gran sintonía personal más allá de militar en familias políticas diferentes.

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Los pactos con Vox no sólo han reportado a Rivera dos alcaldías en capitales de provincia —una de ellas Granada, una de las 20 ciudades más pobladas de España— sino la entrada en gobiernos municipales de localidades tan relevantes como Madrid y Zaragoza, en las que todo apunta a que los ultras tendrán acceso a presupuestos y a decisiones ejecutivas de primer o de segundo nivel. El pacto se ha extendido además a ciudades como Badajoz, Teruel o Almería, y pronto puede repetirse en Burgos si prospera la moción de censura con la que el PP quiere intentar de nuevo —con ayuda de Vox y Cs— echar al alcalde socialisra y entregar el bastón de mando al candidato de Rivera. 

Será el jefe de filas de Ciudadanos en el Parlamento Europeo, Luis Garicano, paradójicamente la voz más destacada del ala centrista del partido y uno de los dirigentes que más incómodo se muestra con el escoramiento a la derecha que ha protagonizado su formación en los últimos meses, el que tendrá que explicar a los socios europeos los pactos suscritos con Vox en los ayuntamientos, que van mucho más allá de lo ocurrido en Andalucía en diciembre. Garicano ocupa una de las vicepresidencias del grupo y a él corresponderá la delicada tarea de justificar ante los liberales europeos lo que su partido está haciendo en España.

 

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