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No fue ETA, fue DRIL: expertos concluyen que el bebé Begoña Urroz no fue la primera víctima mortal de los terroristas vascos

No fue ETA, fue DRIL: expertos concluyen que el bebé Begoña Urroz no fue la primera víctima mortal de los terroristas vascos

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El informe del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo Muerte en Amara. La violencia del DRIL a la luz de Begoña Urroz, elaborado por el historiador Gaizka Fernández Soldevilla y el documentalista Manuel Aguilar, esclarece que el bebé de 20 meses, Begoña Urroz, fallecido como consecuencia de la explosión de una bomba en la estación de tren de Amara en San Sebastián el 27 de junio de 1960, es víctima del Directorio Revolucionario Ibérico de Liberación (DRIL) y no de ETA, según informa Europa Press.

Esta investigación, que se ha prolongado durante más de dos años, ha sido presentada en San Sebastián por el diputado foral de Cultura en funciones, Denis Itxaso; el concejal donostiarra, Juan Ramón Viles; el director del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, Florencio Domínguez; y los autores del informe. Itxaso ha señalado que, tras muchos años en los que este atentado se atribuyó a ETA, finalmente "las cosas se han aclarado" y ha considerado "imprescindibles" este tipo de trabajos. Además, ha subrayado, por "cruel", que el DRIL cuando reivindicó este atentado en 1960 señaló que "los cambios no se producen con té y bombones", pero "ningún cambio puede estar avalado e impulsado por ningún atisbo de violencia".

Por su parte, Viles ha aplaudido este trabajo, "que ahonda en el reconocimiento de los hechos y de las víctimas" y ha subrayado que para construir el futuro es necesario que "reconozcamos el pasado" y construir la convivencia "sobre el eje del respeto a los Derechos Humanos", así como "sin olvido y sin desmemoria". Domínguez, por su parte, ha recordado que el terrorismo ha dejado "víctimas con más visibilidad que otras" y Begoña Urroz es una de esas menos visibles, porque su asesinato fue "durante la dictadura franquista; por ser el DRIL "un grupo pequeño"; y porque no era alguien con "proyección pública". Según ha apuntado, este informe "busca devolverle esa proyección pública", porque "la memoria precisa del reconocimiento público". "Hemos querido aportar nuestro granito de arena en el esclarecimiento de la verdad", ha incidido.

Fernández Soldevilla, responsable de investigación del Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo, ha recordado que en 2011 se aprobó la Ley de Reconocimiento y Protección Integral a las Víctimas del Terrorismo, que ampliaba el reconocimiento a las personas que habían sufrido atentados desde 1 de enero de 1960, mientras que hasta entonces solo se tenía en consideración a las víctimas a partir de 1968, cuando ETA asesinó al Guardia Civil José Pardines, considerada primera víctima de la banda terrorista.

Según ha indicado, la elección de 1960 se realizó en atención a la fecha en que se produjo la muerte de Begoña Urroz y en su recuerdo, el Congreso de los Diputados declaró en 2010 la fecha del 27 de junio como Día de las Víctimas del Terrorismo y cada año se conmemora en esta Cámara un acto en memoria de las mismas. En cuanto a esta investigación, Fernández Soldevilla ha señalado que han tenido acceso a documentación "inédita" judicial, militar y diplomática, tanto de archivos españoles como portugueses, y han colaborado muchos investigadores, así como la UNED.

La "principal conclusión" de la investigación, según el investigador, es que la bomba del 27 de junio en la estación de Amara de San Sebastián fue obra del Directorio Revolucionario Ibérico de Liberación (DRIL), fruto de la fusión, a principios de 1960, de la Unión de Combatientes Españoles y el grupo portugués Movimiento Nacional Independiente, que buscaba "el derrocamiento de las dos dictaduras ibéricas, la de Franco en España y la de Salazar en Portugal, y la instauración de sendas repúblicas, que podrían federarse entre sí, por medio de la violencia".

A ello ha añadido que el DRIL fue una organización "efímera" y "muy pequeña", que desapareció cuatro años después. Durante ese periodo, además de cometer el atentado de San Sebastián, la organización terrorista colocó cuatro bombas en Madrid en febrero de 1960. La primera, estalló en el Ayuntamiento; la segunda, en la calle Toledo, causando la muerte a uno de los activistas del DRIL implicado en su colocación; mientras, las otras dos fueron desactivadas por la policía en las oficinas de Iberia en la plaza Cánovas del Castillo y bajo la estatua de Velázquez junto al Museo de El Prado, según ha relatado. Dos miembros del DRIL fueron detenidos y uno de ellos ejecutado, Antonio Abad.

Asimismo, ha apuntado que en junio de ese mismo año hubo una segunda "oleada" de atentados con bombas, una de las cuales explotó el 26 de junio, en un tren entre Barcelona-Madrid. Además, el día 27 hubo explosiones en las consignas de equipaje de las estaciones del Norte de Barcelona, del Norte y Amara de San Sebastián, del Norte de Madrid; y el 29 de junio otro atentado en la estación de Atxuri en Bilbao.

Respecto al atentado de Amara, resultaron heridas seis personas, entre ellas, Soledad Arruti, la encargada de la consigna de equipajes y tía abuela de Begoña Urroz, de 20 meses y padres navarros que habían venido a Euskadi a trabajar. La bebé se encontraba con Arruti mientras "su madre le compraba unos zapatitos", según ha puntualizado Fernández Soldevilla. Urroz falleció al día siguiente a las 11 de la noche en el hospital como consecuencia de las quemaduras y golpes sufridos en la explosión.

El 29 de junio de 1960 dos portavoces del DRIL reivindicaron estos atentados en el diario El Nacional de Venezuela y "dos semanas más tarde repitieron en el mismo periódico que habían sido ellos". Además, "en las memorias de miembros del DRIL se reivindican también estos atentados", por lo que en 1960 "no hay duda" de su autoría, aunque "nunca ha sido aclarada" hasta ahora.

Aguilar ha indicado que la investigación "ha sido complicada" dado que "se entremezclan casos" y grupos terroristas en activo durante esos años. Además, ha apuntado que en 1960 hubo una "macrooperación" con 14 detenidos, pero parece que recibieron "apoyos" internacionales de países que "no querían colaborar con la dictadura franquista" y los acusados "van desapareciendo del panorama". "No hubo juicio y la Ley de Amnistía de 1977 borró la responsabilidad penal del crimen", ha indicado.

Secuestro e hipótesis de ETA

El documentalista también ha hecho referencia al secuestro el 22 de enero de 1961 por el DRIL del trasatlántico portugués Santa María, que transportaba a unas mil personas. En el asalto resultaron heridos por disparos de los asaltantes un pasajero y dos miembros de la tripulación, uno de los cuales, el tercer piloto del buque, Joao José Do Nascimiento Costa, falleció, convirtiéndose en la segunda víctima mortal del DRIL.

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Poco después, el DRIL comenzó su proceso de disolución, emitiendo su último comunicado en 1964. Preguntados por los periodistas sobre el hecho de que durante años se haya responsabilizado a ETA del asesinato de Urroz, Fernández Soldevilla ha explicado que, a su juicio, se ha dado "una conjunción de falta de conocimiento y la casualidad de que la bomba estallara en San Sebastián", lo que hacía "factible" que pudiera ser ETA.

Por su parte, Aguilar ha añadido que en el 2000 el Catedrático y exministro socialista, Ernest Lluch, publicó dos artículos en prensa en los que afirmaba que Urroz era la primera víctima de ETA, lo que llevó a que en el año 2010 se cambiara la Ley, como se ha citado anteriormente.

En este sentido, Fernández Soldevilla ha subrayado que este "error ha tenido efectos de justicia" con la familia de Urroz y los otros heridos en ese atentado de Amara. Además, ha aclarado que en el Registro de víctimas del Ministerio del Interior no aparece la autoría del asesinato de Urroz. Finalmente, Aguilar ha explicado que a él no le cuadró la afirmación de Lluch, ya que en 1960 "ETA no tenía capacidad operativa para llevar a cabo una oleada de bombas de este calibre en distintas ciudades de España". "Ese fue el germen de la duda", ha apuntado.

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