El PP intenta zanjar el debate sobre su abstención en la investidura de Sánchez: "No tememos nuevas elecciones"

"Ese debate no está en mi partido ahora [...] No hay debate al respecto". Así se pronunciaba este jueves en el Congreso de los Diputados Pablo Casado, preguntado por las voces, de dentro de la formación conservadora, que en las últimas semanas han visto con buenos ojos que la formación se plantee una abstención en la investidura del socialista Pedro Sánchez como presidente del Gobierno.

Casado señaló a los periodistas que él no ha podido ser "más generoso" con el jefe de los socialistas, proponiéndole hasta "once pactos" de Estado, y que al PP no se le puede pedir que "resuelva" los "problemas y los resultados electorales" de los socialistas. Porque "no sólo es la oposición, sino la alternativa". Y "no sería bueno para España que nos quedáramos sin alternativa y sin oposición".

En la dirección nacional del PP no quieren que este debate siga abierto más tiempo, sobre todo en un momento en el que están negociando con Ciudadanos y Vox cerrar los gobiernos autonómicos de Madrid y Murcia. "Cualquier paso en falso lo contamina todo", explican.

Los dirigentes consultados por infoLibre consideran que Pedro Sánchez ha apretado el acelerador en los últimos días con el mensaje claro de que o es investido en julio o los españoles tendrán que votar de nuevo en unas elecciones generales. En este sentido, todas las fuentes coinciden en que ese no sería el peor escenario para el PP. "No tememos nuevas elecciones", subrayan.

En Génova defienden que España necesita un Gobierno estable y que los españoles no pueden permitirse largos periodos de un Ejecutivo en funciones. Pero que, en caso de repetición electoral, no sería el PP la fuerza que peor parada saliese. Es más, hay sectores conservadores que consideran que en la siguiente convocatoria electoral, aunque sea muy próxima en el tiempo a las generales del 28A, el PP ya recuperará parte del voto "prestado" a Vox y a Ciudadanos.

Evitar a los "podemitas"

El debate en el PP sobre una abstención a la investidura de Sánchez lo abrió a principios de este mes Esperanza Aguirre en una entrevista concedida a laSexta Noche: "A mí con tal de que no tuviera que pactar con los podemitas y con una serie de condiciones como Navarra, no me parecería mal que se abstuviera el PP, pero esto es personal", dijo. 

"Yo sí lo haría a cambio de que no hiciera más cesiones a los independentistas y a que no pactara con Podemos", añadiría la expresidenta de la Comunidad de Madrid.

Días después, fue Isabel Díaz Ayuso, candidata del PP a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, la que se sumaba a esta tesis. Pero no tardó ni una hora en ser desautorizada por la dirección nacional del partido. "No sólo no vamos a facilitar la investidura de Sánchez, la vamos a dificultar", diría en rueda de prensa el secretario general de los conservadores, Teodoro García Egea.

El mismo día que Ayuso, el 10 de junio, la presidenta del PP de Asturias, Mercedes Fernández, Cherines, también consideró una buena idea que su partido se abriese a una abstención en la investidura de Sánchez. No obstante, puertas adentro del PP, su postura fue vista como un episodio más de su enfrentamiento con el equipo de Casado.

Pese a que hay más voces dentro de las filas conservadoras que, en privado, creen que Casado se consolidaría como un "hombre de Estado" permitiendo con los votos de su grupo parlamentario que gobierne Sánchez, esta no es la postura mayoritaria en el partido, según defienden en la dirección nacional. Además, subrayan que la actuación del PSOE en las negociaciones para el Parlamento de Navarra y la entrevista a Arnaldo Otegi en TVE de este miércoles por la noche avalan la postura de votar en contra de Sánchez.

El propio Casado mantuvo este miércoles, tras asistir a un homenaje a las víctimas del terrorismo en la Cámara Baja, que él habría estado dispuesto, en el marco de los pactos regionales, a que partidos con los que el PP tiene acuerdos como Navarra Suma –coalición de UPN, PP y Cs– o Coalición Canaria facilitaran la abstención. Pero las negociaciones de los gobiernos regionales, mantienen en el PP, lo han complicado todo.

El liderazgo de la oposición

"Con la situación en la que está Ciudadanos ahora no podemos permitirnos que se ponga en duda quién es el principal partido de la oposición", señala una diputada nacional.

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La misma fuente destaca que es "imposible" hacer que Pedro Sánchez acepte una serie de condiciones a cambio de la investidura cuando ya anunciado de forma clara que no quiere gobiernos de coalición. "Esto implica que no está dispuesto a hablar de programa, por lo que dejar la pelota en el tejado de Sánchez conducirá a nada", añade.

Frente a esas voces del PP que pedían que Casado plantease a Sánchez un documento con una serie de condiciones para la abstención, hay en el PP quienes creen que lo que habría que recordarle a Pedro Sánchez y a los socialistas cada vez que piden que se facilite la investidura es que el presidente del Gobierno en funciones fue el "ideólogo" del "no es no" a Mariano Rajoy. Y que debe entender la posición del Partido Popular. 

La opinión más extendida en las filas conservadoras es que Pedro Sánchez no podrá ser investido en la votación de la sesión de investidura que la semana que viene convocará, salvo sorpresa, la presidenta del Congreso, la socialista Meritxell Batet. Pero que, pasado el verano, Unidas Podemos dará su brazo a torcer. Está por ver cuál es la decisión final que toma Sánchez. Porque desde su entorno se está trasladando la idea de que o es investido en julio o vamos a unas nuevas elecciones generales.