calidad del aire

La batalla contra el desmantelamiento de Madrid Central se librará en los tribunales y en la calle

Este lunes 1 de julio ha entrado en vigor la moratoria de multas de Madrid Central, la zona de bajas emisiones de la capital. Los conductores de vehículos contaminantes que hasta hoy tenían prohibida la entrada a la almendra central de la ciudad, bajo riesgo de sanción, a partir de este lunes y durante tres meses podrán hacerlo sin problemas: la medida, en teoría, sigue vigente, pero no hay ninguna consecuencia para los que se la salten. Ecologistas y oposición entienden que la decisión del nuevo Ayuntamiento supone la muerte de facto de Madrid Central, a la espera de una resolución definitiva del Gobierno municipal. El principal partido de la coalición, el PP, prometió en campaña que lo desmantelaría por completo: ahora se mueve en la ambigüedad, presionado por los acuerdos con sus socios.

Y ante esa muerte de facto, la sociedad civil en contra de dejar sin efectos Madrid Central se está movilizando. Por varias vías. Una es la batalla en los tribunales, en la que el PSOE se personará también: y otra es la de la calle. Este lunes, voluntarios de Greenpeace han cortado la calle Alcalá como protesta: y miembros de la Plataforma en Defensa de Madrid Central, recientemente constituida, han estado repartiendo pasquines y mostrando carteles a los conductores que, sabiendo que no tendría consecuencias, han entrado en la zona anteriormente restringida. La movilización, confirman sus organizadores, seguirá esos dos caminos en las próximas semanas: el judicial y el de la concienciación.

El Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Madrid ha confirmado a infoLibre que están preparando un recurso ante los tribunales, aunque su redacción aún tardará: probablemente se presente ante los medios la próxima semana. El PSOE madrileño tampoco ha querido o podido confirmar cuál será su argumentación. Están trabajando en ello: el acuerdo de la Junta de Gobierno por el cual se establece la moratoria se ha publicado este lunes en el Boletín Oficial del Ayuntamiento de Madrid (BOAM), por lo que han tenido que esperar a comprobar cuáles eran las razones que ha argüido el Gobierno municipal para la paralización, en principio provisional, de las multas.

En las mismas está Ecologistas en Acción, estudiando el acuerdo publicado este lunes. Según su coordinador, Paco Segura, lo tienen avanzado: pero no quieren adelantar en qué consistirá su recurso “hasta que no lo presentemos”, ya que una primera lectura les ha dado la sensación de que el Ayuntamiento de Madrid ha redactado específicamente el texto de la moratoria “para dificultar los recursos”. La organización entiende que “no te puedes cargar por la puerta de atrás” la zona de bajas emisiones “y más con un tema relacionado con la salud”.

Con “la puerta de atrás” se refiere Segura a los argumentos que utiliza el Ayuntamiento para dejar sin efecto las multas, y que previsiblemente intentarán tumbar los recursos. Tanto la oposición como los ecologistas consideran que el final de las sanciones ataca directamente a la esencia de Madrid Central: si no hay consecuencias, la medida deja de tener sentido. Y para modificar una ordenanza se necesita la mayoría absoluta del Pleno, ya que es la norma de mayor rango municipal. Esa será la principal razón de ser de las medidas ante los tribunales de los partidos y de las asociaciones.

Sin embargo, el Gobierno de –por ahora– PP y Ciudadanos hace referencia en el BOAM a los problemas técnicos de las cámaras de vigilancia, base del sistema de multas, que obligaron al Gobierno de Ahora Madrid a dejar sin efecto la mayor parte de las sanciones impuestas durante el primer mes de aplicación. Es la excusa que ha utilizado el Consistorio para realizar una “auditoría” del sistema que, por “seguridad jurídica”, afirman, requiere de la moratoria. “Están alegando un defecto que se solucionó en cuanto se detectó. Se solucionó en cuestión de días. Y encima se cargan las zonas de bajas emisiones que implantó Botella”, lamenta Segura.

El portavoz de la Plataforma en Defensa de Madrid Central, Juan Bárcena, confirma que también aportarán a la batalla legal: elaborando modelos de recursos para que organizaciones con menos capacidad, sin gabinetes jurídicos, puedan plantar cara en los tribunales a la decisión del Ayuntamiento de Madrid. Pero su campo de acción principal será distinto. Este lunes han salido a la calle con folletos informativos y carteles, intentando disuadir a los conductores de vehículos contaminantes de entrar en la zona de bajas emisiones. Consideran que, más allá de “ideología”, se trata de “salud”; y más allá de decisiones políticas, entra en juego el civismo.

 

Dichos piquetes informativos van a continuar durante las próximas semanas, confirma Bárcena. “La idea general es que vamos a tocar todos los resortes para despertar la concienciación social”, asegura el activista. Campañas en redes y vinculación con influencers y famosos son algunas de las ideas, aunque este miércoles tienen asamblea y, a buen seguro, saldrán más iniciativas. Y también quieren fiscalizar.

Vigilando los medidores de contaminación

Igual que desde la inauguración de Madrid Central todas las miradas se dirigieron a los medidores de contaminación de la capital, quieren hacer lo mismo con la moratoria y sus efectos sobre la calidad del aire y, por ende, sobre la salud de los ciudadanos. “Vamos a ir contando cómo se va a ir pasando de una situación a otra. Sobre todo en el medidor de la Plaza del Carmen, pero también a nivel general”, explica. Están convencidos de que la disminución de la polución no solo en el centro, sino en otras zonas cercanas, que comenzó con el principio de la imposición de multas por acceder a la zona sin autorización se va a revertir.

Este lunes 1 de julio ya se han publicado los primeros datos, y se ha hecho política con ello. Aunque es difícil establecer relaciones de causa y consecuencia con una muestra tan pequeña, de un día que ni siquiera había terminado, las cifras alcanzadas son sospechosas. Bárcena ha desvelado que la concentración de dióxido de nitrógeno (NO2) por metro cuadrado en la estación de Plaza del Carmen ha alcanzado los 70 microgramos, una desviación anómala dada la media que se estaba registrando en los últimos meses, cercana a los 25 microgramos. El activista ha señalado que se trata de la "cuarta, quinta" superación en el trimestre: la de hoy se suma a las del viernes y el sábado, cuando aún no había entrado en vigor la moratoria de multas pero "la gente, por adelantado, se saltó la norma".

Los propios datos del Ayuntamiento sobre esta primera jornada sin multas en Madrid Central se contradicen en cuanto a la densidad de tráfico. El Consistorio ha emitido un comunicado en el que ha asegurado que se ha reducido un 0,7% dentro del anillo de la M30… pero en comparación al pasado lunes, de junio, donde mucha gente aún no estaba disfrutando de sus vacaciones. Los datos del Centro de Gestión de la Movilidad de Madrid, a los que ha tenido acceso eldiario.es, muestran un aumento del 5,2% en comparación al primer lunes de julio de 2018.

En todo caso, aún faltan semanas para poder evaluar con rigor el impacto del fin de las multas en Madrid Central. La tendencia, sin embargo, es clara: los meses con sanciones registraron descensos históricos de la contaminación en la ciudad, no solo en el centro. Está por ver si la moratoria, de gran carga simbólica para la derecha en tanto que ataca el principal legado del Gobierno de Carmena, aguanta la escrupulosidad de los datos.

Más sobre este tema
stats