Violaciones

La víctima de la violación múltiple en Manresa declara que estaba aterrorizada porque los agresores tenían una "pistola"

Manifestación a las puertas de la Audiencia de Barcelona.

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La víctima de la presunta agresión sexual múltiple en Manresa (Barcelona) ha declarado este lunes en la Sección 22 de la Audiencia de Barcelona y ha relatado cómo recuerda que varios de los acusados la violaron y, sobre si estaba de acuerdo con lo que pasaba, ha dicho que estaba atemorizada: "Hombre, si estaban con las pistolas".

Protegida por un biombo que la separaba de los siete acusados (que la podían ver declarar en una pantalla que estaba grabando su testimonio), la víctima, que tenía 14 años cuando ocurrieron los hechos, ha explicado que solo recuerda "flashes" de lo ocurrido porque cree que le pusieron alguna droga en la bebida, aunque ha confirmado recordar a tres de los acusados forzándola: Maikel P.T, Bryan Andrés M.C., y Yordanis de J.C.

Ha explicado que ella se sentía atemorizada porque algunos de ellos —ha citado a Marco Antonio R.T., Maikel P.T., y Bryan Andrés M.C.— se iban "pasando la pistola entre los tres", y ha dicho que recuerda que ella estaba en el suelo llorando y tener a una persona encima con gafas, que ha identificado como Yordanis de J.C.

A los otros acusados, ha dicho que cree que la forzaron porque su amiga Melody, que estaba con ella en la fiesta, se lo ha contado, y ha añadido que uno de los flashes que tiene es que varias personas se estaban masturbando en la caseta donde ocurrieron los hechos.

Una testigo: "La querían tirar a un río"

La principal testigo de la agresión sexual múltiple ha explicado por su parte que, tras forzarla sexualmente, los acusados querían tirarla "a un río".  Al testificar en el juicio, esta testigo, que acudió junto a la víctima a la fiesta donde ocurrieron los hechos, ha corroborado la violación por turnos y en grupo a la menor y ha indicado, entre llantos, que tras consumarlo tuvo que convencer a los acusados de que la dejaran ir.

"Les tuve que decir que me la llevaba, la duchaba y le daba una pastilla porque la querían tirar a un río", ha insistido entre llantos, momento en que dos familiares de la víctima han abandonada la sala del juicio, donde asistían de público, visiblemente afectadas. Durante toda la declaración de esta testigo, los acusados –que estaban detrás de un biombo que la protegía– han hecho gestos y comentarios a su testimonio, sin que los viera el tribunal, lo que ha generado indignación en los familiares.

La testigo ha declarado que los hechos ocurrieron durante una fiesta en una fábrica abandonada el 29 de octubre de 2016, en la que había varios amigos y conocidos, y que transcurría en dos casetas. En la primera caseta había una mesa con bebidas alcohólicas y un sofá, y era donde había música y estaba la mayoría de asistentes, primero solo menores y después también el grupo de los acusados, mayores de edad.

La víctima se fue con uno de los acusados, Bryan Andrés M.C., voluntariamente según la testigo, a la otra caseta, y una hora después regresó a la fiesta solo él, le enseñó un reloj y le dijo: "Mira, 15 minutos cada uno". Según ella, Bryan Andrés M.C. mandó a sus amigos a la otra caseta para mantener relaciones sexuales con ella y fue quien lo organizó todo, mientras que la víctima no podía ni andar debido a su estado de embriaguez, ya que había ingerido varias bebidas alcohólicas y marihuana.

Cuando esta testigo acudió a la caseta a ver qué pasaba, vio "claramente" a su amiga en el suelo, encima de ella a otro de los acusados, Maikel P.T. penetrándola, y como todos los otros acusados estaban con los pantalones bajados y algunos masturbándose y pidió ayuda para sacarla de allí. Ha asegurado que Marco Antonio R.T. tenía una pistola y que se la puso en la boca diciéndole que no contara nada de lo que había pasado y que sabía qué camino cogían sus hermanas pequeñas para ir a la escuela. Esta testigo ha explicado que hizo dos declaraciones falsas durante el procedimiento porque sentía miedo: "Estaba cagada y todavía lo estoy", y que incluso estuvo amenazada.

El juicio –que se prevé que concluya el viernes– empezó el pasado martes con la declaración de los siete acusados, que negaron su implicación en los hechos: a seis de ellos la Fiscalía pide condenarlos por delito de abuso sexual –y no de agresión sexual ya que no se observa uso de violencia– y la acusación particular por agresión sexual, mientras que el séptimo está acusado por presunta omisión de socorro. El fiscal pedía en su escrito de acusación, recogido por Europa Press, penas que van desde los diez años de prisión hasta los 19 años y seis meses para los seis acusados, y para el séptimo, que solo está acusado de un delito de omisión de socorro, una multa de 4.320 euros.

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El juicio empezó el pasado martes con la declaración de los siete acusados, que negaron su implicación en los hechos: a seis de ellos la Fiscalía pide condenarlos por delito de abuso sexual —y no de agresión sexual ya que no se observa uso de violencia— y la acusación particular por agresión sexual, mientras que el séptimo está acusado por presunta omisión de socorro.

El fiscal pedía en su escrito de acusación, recogido por Europa Press, penas que van desde los diez años de prisión hasta los 19 años y seis meses para los seis acusados, y para el séptimo, que solo está acusado de un delito de omisión de socorro, una multa de 4.320 euros.

Los hechos ocurrieron la noche del 29 de octubre de 2016 en una fiesta en una fábrica abandonada en el Camí Torre d'en Viñas de Manresa, a la que acudieron los acusados y en la que había unas 20 personas, en su mayoría menores, según el relato del escrito de acusación de la Fiscalía.

Manifestación

Al menos 34 agresiones sexuales o violaciones múltiples se han registrado en lo que va de 2019, según Feminicidio.es

Al menos 34 agresiones sexuales o violaciones múltiples se han registrado en lo que va de 2019, según Feminicidio.es

A las puertas de la Audiencia se han concentrado una cincuentena de personas convocadas por la Plataforma unitaria contra la violencia de género, con la pancarta Basta agresiones contra las mujeres y otros carteles con el mensaje No es abuso, es violación.

La miembro de la junta de la plataforma, Teresa Vidal, ha considerado que no se pueden "diluir las cosas ni confundir: una violación es una violación, y no es un abuso ni otra cosa".

"Creemos que ha de caer todo el peso de la ley de lo que representa una violación", ha reclamado en declaraciones a Europa Press, y ha querido transmitir a la víctima que no esta sola.

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