El PP confía en que el acuerdo en Murcia se extienda a Madrid y Ayuso sea investida "cuanto antes"

"El PP de Murcia con Fernando López Miras seguirán trabajando por la Región de Murcia con un gobierno eficaz, reformista y liberal para mejorar la vida de los murcianos. Enhorabuena y gracias a Cs y a Vox por su sentido de la responsabilidad para facilitar el entendimiento". Este es el tuit que escribía este viernes el líder del Partido Popular, Pablo Casado, para dar por cerrado el acuerdo entre PP, Cs y Vox que hará, con casi total seguridad, que la semana que viene sea investido presidente autonómico Fernando López Miras. Dando casi por cerrado este episodio, en Génova tienen puestos ahora todos los focos en la Madrid. Las fuentes de la dirección nacional del partido conservador consultadas por infoLibre confían en que este clima de acuerdo se extienda a la Comunidad madrileña e Isabel Díaz Ayuso sea investida "cuanto antes".

 

Si nada se tuerce, López Miras será investido en un segundo intento tras haber fracasado en la primera semana de julio en las dos votaciones por la negativa de Vox a dar su voto a favor mientras Ciudadanos no suscribiese un pacto a tres.

El PP pretendía que las investiduras en Murcia y Madrid transcurrieran de forma paralela y antes de que llegara el mes de agosto. Pero, de momento, la Comunidad de Madrid se les resiste y para que se cumpla el calendario inicial, los tres partidos deben cerrar los flecos la próxima semana y que el presidente de la Asamblea pudiese convocar un pleno para los últimos días de julio.

Desaparece la exigencia de una "firma a tres"

¿Qué ha pasado ahora para que las piezas acaben de encajar en Murcia? El paso definitivo lo dio la extrema derecha a última hora de la tarde del jueves, cuando anunció que había ofrecido a PP y Cs un documento [aquí, en PDF] que, si lo asumían, pondría el fin al bloqueo. En este, la extrema derecha rebaja algunas de sus exigencias, eliminando por ejemplo toda referencia a la revisión de la legislación en materia de LGTBI, aunque sigue manteniendo puntos polémicos, como el que refleja que "se reforzarán las labores de la Inspección de la Consejería de Educación de la CARM para evitar el adoctrinamiento político en las aulas".

En el texto se aboga, además, por revisar "la política de creación de centros para albergar a inmigrantes menores no acompañados (Menas) bajo las premisas de seguridad para los menores, los trabajadores y los vecinos, así como la eficacia en la inserción cultural y socio laboral". "Se realizarán las actuaciones pertinentes para la no implantación del centro de Menas en la pedania de Santa Cruz, por no ser un lugar adecuado para albergarlo", puede leerse en el texto.

El concepto de "violencia intrafamiliar" tampoco falta en este documento: "Nos comprometemos a desarrollar programas de prevención de cualquier tipo de violencia intrafamiliar", añaden. En el partido de extrema derecha son partidarios de recurrir a este término en lugar de hablar de "violencia de género".

El texto al que Cs y PP ya han dado el visto bueno recoge que "se aprobará una Ley de Protección integral de las familias" y, a su vez, "se destinarán partidas presupuestarias concretas al apoyo a la maternidad, fomentado así la natalidad". Y "se aprobará un programa de apoyo a mujeres embarazadas y una Ley de Protección de la mujer embarazada, ofreciendo información y asistencia".

En materia impositiva, la apuesta de Vox es eliminar o reducir al máximo posible los impuestos existentes en la Región de Murcia, "respetando los objetivos de estabilidad presupuestaria, el no incremento de la deuda y la eficiencia del gasto público".

 

"Con que PP y Cs se comprometan a aceptar este documento públicamente" y quede reflejado en el diario de sesiones de la Asamblea será suficiente, dijo el secretario general del grupo de Vox en la Asamblea Regional y negociador del partido, Luis Gestoso.

Vox se limitará a dar el apoyo al candidato del Partido Popular, pero no aspira a entrar en el Gobierno. En Madrid el escenario sería el mismo, aunque el Partido Popular, desde el principio, se mostró abierto a ofrecer la entrada de Vox en los segundos niveles de la Administración. No así en el Gobierno por la negativa del partido naranja.

¿Un modelo a exportar?

El principal escollo en Madrid sigue siendo la "escenificación" del pacto. En las últimas semanas se ha hablado, como parece que ocurrirá al final en Murcia, de que no sería necesario la firma de un documento conjunto PP, Cs y Vox. Bastaría, señalaban en el Partido Popular, con que se asumieran una serie de compromisos en el Pleno, que quedarían reflejados en el diario de sesiones. Hasta la fecha, en Madrid, Vox no ha retirado su apuesta por recortar los derechos LGTBI, como sí ha ocurrido en Murcia.

Dirigentes del PP consultados por este diario creen que la reunión que la semana pasada mantuvieron Pablo Casado y Santiago Abascal en el Congreso de los Diputados fue determinante para los avances en Murcia y confían en que la "buena sintonía" entre líderes contribuya también a mejorar el clima en Madrid.

En Cs insisten en que no se va a firmar nada "a tres" y lamentan que más de una semana después del pleno que puso en marcha el reloj para nuevas elecciones siga sin haber avances.

No obstante, en Vox siguen culpando a Ciudadanos del bloqueo.

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Por su parte, el secretario general del PP, Teodoro García Egea, que estuvo muy presente en las negociaciones de Murcia que culminaron con dos derrotas de López Miras, dijo que este viernes era "buen día" y que esperaba que fuese "el preludio para Madrid".

El pacto entre PP y Cs para la Comunidad de Madrid, al que tendrán que incorporar de alguna forma las demandas de Vox, está integrado por 155 puntos. Ambas formaciones políticas acuerdan que la candidata a presidenta será Isabel Díaz Ayuso (PP). Y que "en el Gobierno que se constituya con posterioridad, Ciudadanos ocupará la vicepresidencia y portavocía".

Los planes iniciales son que el Consejo de Gobierno esté compuesto por 13 consejerías: siete corresponderán al Partido Popular y seis a Ciudadanos, una de las cuales estará dirigida por el que será vicepresidente, Ignacio Aguado, líder del partido naranaja en Madrid.