La legislatura, bloqueada

Sánchez evita revalidar la oferta de coalición a Iglesias y anuncia que pedirá a PP, Cs y UP que desbloqueen su elección

El presidente en funciones, Pedro Sánchez, abandona el Congreso tras perder la investidura, seguido de su jefe de gabinete y experto en comunicación política, Iván Redondo.

Fernando Varela

“No hay que tirar la toalla. Es verdad que el señor Iglesias, por segunda vez, ha impedido un Gobierno progresista, pero eso no significa que me resigne”, declaró Pedro Sánchez en una entrevista en Telecinco apenas unas horas después de perder su segunda investidura en apenas tres años.

El presidente en funciones tiene un plan B que, en realidad, se parece mucho al plan A. Su intención, ahora, es convocar a PP, Cs y Unidas Podemos a reflexionar y desbloquear su investidura para evitar la repetición de elecciones.

Sánchez confesó su frustración personal por lo ocurrido, pero inmediatamente añadió que no se puede permitir esa sensación desde el punto de vista político. Por eso pedirá a Pablo Casado, Albert Rivera y Pablo Iglesias, insistió, que desbloqueen la situación y que “España no se vea abocada a repetir elecciones”. “Tenemos que retomar el camino de la responsabilidad: PP y Cs tienen que facilitar el desbloqueo”. En caso contrario, se preguntó, “¿qué alternativa ofrecen? ¿Cuál es su objetivo? ¿Volver a ir a elecciones? ¿Qué quiere Iglesias? ¿Dar una nueva oportunidad a las tres derechas?”.

El fallido candidato a la investidura repitió en la entrevista las razones que alegó en el Congreso para no aceptar las demandas de Unidas Podemos para apoyarle. “Tiene que haber un Gobierno cohesionado, con una única dirección. Mi deber es defender el interés general, proteger a España y plantear un gobierno posible”.

Sánchez evitó en todo momento revalidar la oferta de coalición a Pablo Iglesias, tal y como ya anunció la semana pasada que haría. “Es muy importante reflexionar sobre lo que ha ocurrido”. La vía ensayada con Unidas Podemos “ha llegado a un callejón sin salida”, así que “hay que volver al punto de arranque y explorar otros caminos. Por eso invito a las tres fuerzas a contribuir a que España tenga un gobierno cuanto antes” facilitando su investidura. En todo momento, Sánchez puso al mismo nivel a UP y a los dos partidos de la derecha.

Durante la entrevista que concedió la semana pasada a La Sexta, el propio Sánchez advirtió de que la oferta del Gobierno de coalición vencía este jueves. “Después, no habrá ninguna oferta”, avisó. Si se presenta de nuevo a una investidura en septiembre, apelará “a la responsabilidad de todos y, por tanto, a una abstención de todos para que al menos gobierne la lista más votada”.

En su opinión, “Iglesias se ha equivocado tremendamente”. “Y me da la impresión de que ha sido muy consciente del error cometido”, añadió. “Yo había ofrecido un Gobierno de coalición cohesionado y con una única dirección; lo que no puedo permitir es que haya dos gobiernos en uno. [Iglesias] ha considerado tener un gobierno en paralelo y no lo puedo permitir”, zanjó.

Sus aliados potenciales creen que “aún hay tiempo”

Sánchez no entró en detalles, pero de sus palabras se deduce que no tiene pensado dar una nueva oportunidad a la coalición de Gobierno. Todo lo contrario a lo que opinan sus aliados potenciales en el Congreso, según los cuales “aún hay tiempo”. Esa es, en síntesis, la conclusión de los portavoces de las formaciones políticas de las que depende de un modo u otro que Pedro Sánchez acabe siendo investido presidente después de la investidura fallida de esta semana.

Tienen por delante casi dos meses —uno menos que los tres que han pasado desde las elecciones y que no sirvieron para encontrar una solución— antes de que el 24 de septiembre sea inevitable disolver las Cortes y convocar nuevas elecciones para el domingo 10 de noviembre.

Este mismo viernes Felipe de Borbón recibirá a la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, quien le comunicará oficialmente el fracaso de la investidura. A partir de este momento, como se preocupó de subrayar el portavoz adjunto del PSOE, Rafael Simancas, le corresponde a él tomar la iniciativa, porque Sánchez ya no es el candidato.

Nada más concluida la votación que puso fin a la expectativa de Sánchez de poner en marcha cuanto antes la legislatura, Unidas Podemos, Esquerra, PNV, Compromís —las cuatro formaciones que se abstuvieron—y el PRC —el único partido que apoyó al candidato socialista— apostaron por volver a intentarlo e impedir así una repetición electoral que, en eso están también de acuerdo, todos creen que sólo puede beneficiar a la derecha. También Bildu, como hizo constar su portavoz, Oskar Matute, desde la tribuna.

El más contundente fue, una vez más, el portavoz de Esquerra, Gabriel Rufián, que contra todo pronóstico parece decidido a jugar un papel activo para que PSOE y Unidas Podemos lleguen a un acuerdo. Rufián prometió que su formación hará “todo lo posible” para intentar fomentar “un diálogo, una negociación, un acuerdo” entre Sánchez e Iglesias, aunque, recordó, “septiembre será un muy mal momento para hacer política”, en referencia a la proximidad de las movilizaciones soberanistas de la Diada del 11S y la posibilidad de que en esas fechas se conozca la sentencia del juicio del procés.

Rufián justificó la posición de ERC en que su “trabajo” es “hacer política”. “No indignación por la indignación, sino indignación y solución, que es lo que la gente nos reclama”. “Parte del trabajo de ser portavoz”, abundó, “es hablar con todo el mundo”. “A mí todavía me resulta extraño, no tanto que sea noticia, pero que seamos los únicos que hayamos hecho algo” para intentar favorecer un acuerdo, destacó.

“En la calle no están entendiendo absolutamente nada. No todo el mundo está en esta burbuja. Hay gente que sólo nos ve tirándonos los trastos a la cabeza” y eso perjudica a toda la izquierda, insistió.

Algo parecido defendió, en su caso desde la tribuna, el portavoz del PNV. Aitor Esteban pidió a Sánchez y a Iglesias que, a pesar del fracaso cosechado esta semana, no arrojen “la toalla” y lo intenten “de nuevo”. E igual que Rufián se ofreció incluso a ayudar a buscar “complicidades” para lograr un acuerdo en las próximas semanas. “No nos tenemos que dar por vencidos”, propuso.

Intentarlo de nuevo

“Me niego a pensar que no podemos crear las condiciones necesarias para ahormar un gobierno en septiembre o incluso en agosto. Creo que hay que intentarlo de nuevo y no arrojar la toalla”. Todo el mundo debe “aprender del fracaso” y "reflexionar”, remarcó.

También Joan Baldoví, el único diputado de Compromís, se sumó a la esperanza y pidió a PSOE y UP que retomasen esa misma tarde las negociaciones. Ahora ya saben “todo lo que han hecho mal”. “Por tanto, ya sabemos que es lo que tenemos que hacer para que esto salga bien”, señaló.

“No hay otra vía posible" que hacer a Pedro Sánchez presidente del Gobierno porque si no habrá que convocar elecciones. “Empecemos en agosto para poder llegar el día del examen de septiembre con el trabajo hecho y con la moral para poder sacar adelante esta investidura y no decepcionar a millones de ciudadanos que seguro que hoy están en sus casas cabreados”. Si se repiten elecciones, aventuró, habrá “una abstención en el bloque de la izquierda y eso podrá dar una oportunidad al trío de Colón”. “Creo que eso ya sería suficiente motivo para empezar a trabajar desde esta misma tarde”, concluyó.

El único diputado del PRC, José María Mazón, se subió al llamamiento al diálogo y pidió a Sánchez que “aproveche” los dos meses y retome las negociaciones con el resto de las fuerzas políticas “desde cero” para evitar una nueva convocatoria electoral. Todavía hay “dos meses para un nuevo intento” y para que todos los partidos puedan “replantear su posición”.

También Unidas Podemos, cuyo desencuentro con el PSOE ha sido decisivo para que la investidura fracasara, se anotó al bando de los que reclaman una nueva oportunidad para el acuerdo. Su portavoz adjunta en el Congreso, Ione Belarra, aseguro al término de la sesión plenaria que su formación sigue “con la mano tendida” porque ve margen para un acuerdo antes del 24 de septiembre. Siempre, eso sí, que Sánchez deje de poner “excusas, impedimentos y problemas”.

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El presidente en funciones “ha sido incapaz de llegar a un acuerdo para poder construir un gobierno de coalición progresista a pesar de las increíbles facilidades que hemos puesto”, señaló en referencia no sólo a Unidas Podemos sino también a las abstenciones de ERC, PNV, Bildu y Compromís.

Pese a la profundidad del desencuentro evidenciado estos días, Belarra aseguró que el Gobierno de coalición progresista “es posible, hay números suficientes, pero (Sánchez) tiene que dejar de poner problemas y hacer realidad lo que desea la mayoría del país", enfatizó Belarra.

En esa idea insistió por la tarde el jefe del equipo negociador de UP, Pablo Echenique, en una entrevista en RNE. “No nos tomamos la política en términos personales” y “estamos dispuestos, en pocos días, cuando el PSOE tenga tiempo para reflexionar, a volver a sentarnos. Para que pueda haber un gobierno de coalición en el que se respete a ambas partes”, añadió. “Si mañana nos llama el PSOE para retomar las conversaciones, allí estaremos”. ¿Y si Sánchez ya no ofrece una coalición y se limita a pedir la investidura para evitar elecciones, como anunció la semana pasada? “La decisión de si hay o no elecciones atañe al candidato”, se limitó a decir Echenique. “La gente no entendería que Pedro Sánchez obligara a los españoles a votar de nuevo”.

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