El bloqueo político

La estrategia para construir el relato del rechazo a la investidura de Sánchez divide al PP

La portavoz del PP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, en una entrevista concedida a la agencia Efe.

Avanza el mes de agosto y el bloqueo político sigue en el mismo sitio en el que se quedó en la sesión de investidura fallida del socialista Pedro Sánchez. La presión para los partidos políticos es cada vez mayor porque el reloj que pone en marcha una nueva convocatoria electoral ya está activo y si el 23 de septiembre no hay candidato investido se disolverán las Cortes para unas nuevas elecciones generales, convocatoria que sería el 10 de noviembre. En este contexto, todas las formaciones construyen un relato que, el caso de que los españoles tengan que volver a votar, les ubique como menos culpable que al resto. En el caso del Partido Popular, la estrategia desplegada en los últimos días ha abierto algunas fisuras internas.

"No todo vale. Esto no es un mercadillo. Esto es política. Es una cosa seria y los ciudadanos nos pagan por resolverles problemas, no por confundirles", comenta un diputado conservador sobre algunas de las ideas que ha escuchado en los últimos días a dirigentes de su partido.

Si hace semanas cargos del PP como la candidata a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso; la presidenta del PP asturiano, Mercedes Fernández; o la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, pedían abrir el debate sobre la abstención para permitir el arranque de la legislatura, en los últimos días se han puesto sobre la mesa otros escenarios que en sectores del partido no dudan en calificar de "ocurrencias" o "soluciones creativas".

Una de estas ideas fue expresada por voces de la máxima confianza de Casado la semana pasada, poco antes de que convocara a la Junta Directiva Nacional del PP para comunicar cambios en la dirección del partido y en los órganos de gobierno de los grupos parlamentarios en Congreso y Senado. La esencia era que el presidente del Gobierno en funciones diese un paso atrás para permitir que Pablo Casado intentase ser investido presidente. 

"Es imposible"

La propuesta, que pretendía reducir las presiones sobre el partido para que se abstenga en un nuevo intento de Sánchez de ser investido, era calificada en privado por miembros de la dirección del PP como algo "imposible". No obstante, tenía todos los ingredientes necesarios a la hora de trasladar a la opinión pública la idea de que en España hay dos opciones de Gobierno posibles por muchos partido políticos que haya: o lo hace el PSOE o lo hace el PPPSOE PP.

Esta misma semana, a raíz de las declaraciones del rey en Palma las que consideraba que no es bueno ir a una repetición electoral y a las puertas de la reunión de Sánchez con la patronal, el Partido Popular ha recuperado este escenario. Y ha añadido uno más novedoso: que Sánchez se aparte para lograr una mayoría alternativa que permita al PSOE gobernar.

 

¿Y la 'opción Casado'?

El secretario general del Partido Popular, Teodoro García Egea, aseguró este lunes que el dilema actual y el bloqueo que mantiene Pedro Sánchez tras la investidura fallida podría resolverse impulsando otra candidatura a la Presidencia del Gobierno o a través de una alianza Partido Popular-Ciudadanos, con la abstención de los constitucionalistas y del PSOE.

Sobre el primero de los puntos, el de "impulsar" otra candidatura a la Moncloa, los conservadores aclararían después que eso no implicaba que el PSOE fuese a contar con su apoyo, sino que tendría que buscarlo entre sus socios prioritarios. Pero este martes, la recién elegida portavoz de los conservadores en la Cámara Baja, Cayetana Álvarez de Toledo, añadió algo más de confusión al señalar, en una entrevista concedida a la agencia Efe, que su partido sólo se abstendría "si Sánchez deja de ser Sánchez". Acto seguido, añadió que este contexto que ella planteaba tenía poco visos de realidad puesto que, a su juicio, "Sánchez no quiere dar un paso atrás".

El senador y exalcalde de Guadalajara Antonio Román siguió la estela del paso atrás de Sánchez y planteó, en su perfil de la red social Twitter, los dos escenarios que él ve para el desbloqueo. Al de la abstención del PSOE a un candidato de PP y Cs sumó el de la sustitución de Sánchez por otros dirigentes del PSOE. Y dio dos nombres: el del ministro Josep Borrell o el del líder de los socialistas castellanomanchegos Emiliano García-Page.

 

Fórmulas que son "un error"

"Cualquier comentario en el que se dé a entender que el partido, que el PP, podría abstenerse es un error, lo mismo que otras formas creativas como la de que Casado sea el candidato propuesto por el rey", lamenta otra de las fuentes consultadas.

En un sentido similar, un dirigente regional, en conversación con infoLibre considera que al PP le bastaría con recordar "quién es Pedro Sánchez y lo que hizo con Rajoy", en alusión a su marcha para no abstenerse en la investidura del expresidente del Gobierno y del "no es no" y a la moción de censura. "Sánchez no tiene ninguna autoridad moral para pedir al Partido Popular la abstención", considera.

El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, algo enfrentado a la actual dirección del PP, declaró hace unos días que Pedro Sánchez debería hacer una propuesta a Casado de cara a desbloquear la legislatura. Este martes, pidió al jefe del Ejecutivo en funciones ahorrar "frivolidades" a la política y, si no es capaz de formar gobierno, trasladárselo al rey. En lo que se entendió en círculos conservadores también como un mensaje en clave interna para el PP, el único barón conservador que gobierna con mayoría absoluta, mantuvo que "hay que tener un poco de memoria".

"El señor Sánchez cuando perdió las elecciones y las ganó Rajoy, pactó con Rivera y le pedía al señor Rajoy que se abstuviera, esto es lo mismo, que el señor Casado pacte con el señor Rivera y le proponga al señor Sánchez que se abstenga", recordó. "España tiene suficiente frivolidad política como para centrarnos en lo importante", añadió según informa Europa Press. Otras fuentes del PP aseguran que Feijóo está en "plena sintonía" con Casado y que no ha discordancia en los mensajes.

Las reacciones de los otros aludidos

La portavoz del Gobierno en funciones, Isabel Celaá, consideró este martes que la petición del PP de que Pedro Sánchez se aparte y permita la elección de un candidato de consenso es un "ejemplo de diletantismo, una ocurrencia". Según defendió tras participar junto al presidente en un encuentro con organizaciones educativas, el escenario es el de "un gobierno con el PSOE como base fundamental y con Pedro Sánchez como candidato" a la Presidencia. Horas antes, al ministro de Fomento, José Luis Ábalos, le había parecido "un chiste".

Por su parte, el diputado de Ciudadanos y portavoz adjunto en el Congreso Edmundo Bal no ve posible la opción de un candidato a la investidura distinto al líder del PSOE, Pedro Sánchez, porque considera que éste quiere mantenerse como presidente del Gobierno "a toda costa" y, por tanto, no dará un paso atrás.

En declaraciones a Europa Press, el diputado de Ciudadanos no ha quiso especular con la posición que adoptaría su partido ante un nuevo candidato del bloque de centro derecha –PP o Cs– o ante la posibilidad de que un político socialista distinto de Sánchez intentase ser investido.

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Sobre la primera hipótesis, se ha preguntado si "alguien se imagina a Pedro Sánchez absteniéndose", ya que cualquier aspirante que tuviera el respaldo del PP, Cs y Vox necesitaría también la abstención del PSOE.

"¿Alguien se imagina esta situación cuando el plan de Pedro Sánchez es permanecer en el poder a toda costa?", "¿alguien se imagina a Pedro Sánchez dando un paso al lado?", planteó.

Al mismo argumento recurrió para descartar que otro socialista se presente a la investidura. "¿Alguien se imagina de verdad a este PSOE, que es el partido de Sánchez, con un Sánchez que, por el bien de España y en un alarde de generosidad, da un paso al lado y deja pasar a otro candidato simplemente para formar gobierno? Yo no lo veo, yo no lo creo", consideró.

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