Salud pública

Una cadena de errores tras el brote de listeria desemboca en la mayor alerta sanitaria de los últimos años

La ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social en funciones, María Luisa Carcedo, en declaraciones a los medios.

Mientras las autoridades continúan con el goteo de información sobre el brote de listeriosis, las organizaciones de consumidores denuncian la opacidad y la cadena de errores que han derivado en la mayor alerta sanitaria de los últimos años. La exposición de los últimos acontecimientos arroja algo de luz sobre los orígenes y la expansión de la intoxicación, pero los interrogantes sin respuesta todavía pesan. El brote, que se ha cobrado ya su primera víctima, avanza en paralelo a una actuación por parte de las instituciones que está siendo objeto de fuertes críticas.

El relato del Ayuntamiento de Sevilla, la Junta de Andalucía y el Ministerio de Sanidad, denuncian las organizaciones de consumidores, está cargado de versiones contradictorias que entorpece la búsqueda de soluciones y confunde a los afectados. Repasamos la sucesión de errores, las contradicciones entre autoridades y las dudas sin resolver.

  Detección de la bacteria

Las primeras evidencias del problema fueron detectadas a principios de agosto. Ante la oleada de pacientes afectados por los mismos síntomas, los hospitales sevillanos dieron la voz de alarma. Y las autoridades comenzaron a investigar. De acuerdo a la información relatada este martes por el Ministerio de Sanidad, el 5 de agosto se declaró un brote de toxiinfección alimentaria en una localidad sevillana, con la consecuente decisión de inmovilizar los alimentos consumidos, en este caso carne mechada de la marca La Mechá, y tomar muestras para su análisis. Entre los días 12 y 14 de agosto se declararon otros brotes que desencadenaron la misma respuesta. De esta manera, el 14 de agosto el laboratorio oficial de Sevilla "informó del resultado positivo a Listeria monocytogenes asociado a carne mechada de la marca La Mechá, elaborada por una empresa ubicada en el municipio de Sevilla, Magrudis SL".

Surge en este punto el primer interrogante con respuestas contradictorias. ¿Por qué se demora la confirmación hasta el día 14 de agosto? Una primera información, publicada por el diarioABC Sevilla, desveló que "un error en el laboratorio municipal retrasó cuatro días la alerta sanitaria sobre la carne contaminada", ya que los técnicos "confundieron el producto infectado con el de otra empresa". La corporación local, por el contrario, enseguida afirmó que los contratiempos fueron producto de un mal etiquetado previo al estudio de la carne. Las muestras, defiende el laboratorio municipal, "fueron tomadas, etiquetadas, trasladadas y depositadas en sus instalaciones por parte del personal de la Administración autonómica sin que en las dependencias municipales existiera confusión alguna, mezcla o contaminación entre las mismas".

El periódico El País publicó, por su parte, que la Junta de Andalucía retrasó hasta cinco días la retirada del producto contaminado, a pesar de tener "muy acotado su posible origen", según un documento interno del laboratorio municipal. El mismo diario, de hecho, reveló que el Gobierno autonómico tuvo constancia "desde la segunda quincena de julio de un incremento en los casos de listeriosis en la región", de acuerdo a otro documento del Servicio de Seguridad Alimentaria dependiente de la Consejería de Salud y Familias.

  Alertas

El evidente clima de confusión, las contradicciones en la narración de los hechos y las discrepancias entre administraciones han provocado que las alertas llegaran con retraso. La Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía decretó la alerta sanitaria el viernes 16 de agosto. El martes 20, la ministra de Sanidad en funciones, María Luisa Carcedo, confirmó la decisión de dictar alerta nacional. La organización de consumidores Facua insistió desde un primer momento en la importancia de lanzar una alerta sanitaria nacional que, a su juicio, llegó tarde. "Cuando un producto puede afectar a consumidores de varias comunidades –por ejemplo, turistas que hayan visitado la comunidad andaluza–, eso tiene que poner en alerta a los servicios sanitarios", razonaba este martes Rubén Sánchez, vicepresidente de la asociación, en declaraciones a infoLibre.

Carcedo, sin embargo, criticó en una entrevista con la Cadena Ser las acusaciones contra el Gobierno y aseguró que la alerta estaba "dictada ya desde el día 16". El vicepresidente de Facua respondía entonces en redes sociales: "El Ministerio de Sanidad dice que la Junta le informó de la listeriosis el viernes y que desde ese día ya estaba decretada alerta nacional. Entonces, ¿por qué no la ha publicado en su web hasta hoy [martes] para informar a consumidores, comerciantes y hosteleros?". 

Sólo dos días después de aquella publicación, el jueves 22, el Ministerio de Sanidad notificó una nueva alerta, esta vez internacional. "Es un procedimiento habitual que desde las autoridades estatales se comunique a la OMS y a la Comisión Europea para que las autoridades sanitarias están a alerta y sean conocedoras de la situación en nuestro país. Es motivo de prevención y funcionamiento ordinario de las organizaciones internacionales. Además, es razonable porque en España hay muchos turistas de otros países", apuntó la ministra.

  Retirada del producto

El viernes 16, tras la confirmación del brote y el anuncio de la primera alerta, la Consejería de Salud y Familias, a través de la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica, dictó la retirada del producto de origen animal para su venta y consumo. "La empresa que fabrica el alimento causante del brote, que ha mantenido una colaboración estrecha con Salud Pública durante la investigación, ha comunicado ya a sus clientes estos mismos hechos", decía el Gobierno de Andalucía en un comunicado oficial.

Facua denunció, no obstante, que un afectado compró un bocadillo de carne mechada en un establecimiendo de La Rinconada (Sevilla) el mismo día que la Consejería de Salud confirmaba la retirada del producto. 

Ya el miércoles 21, el Ministerio de Sanidad recibió una notificación de las autoridades sanitarias de la Junta de Andalucía por la que quedaba ampliada la alerta a otros productos elaborados por la empresa. La carne mechada dejaba de ser el foco exclusivo del problema. El motivo, tal y como confirmó este jueves la ministra en funciones, tiene que ver con que el origen del brote de intoxicación alimentaria está en las instalaciones de la empresa Magrudis SL, el lugar donde se elaboró y manipuló la carne. Carcedo aclaró que queda por investigar en qué fase del proceso se produjo la contaminación, aunque subrayó que la fábrica está ya clausurada.

Con esta nueva versión, la ministra sugirió la idea de una posible "contaminación cruzada". Una teoría que, una vez más, choca con la versión defendida por la Junta de Andalucía. El doctor José Miguel Cisneros, portavoz de la institución para el brote de listeriosis, afirmó el mismo jueves que la listeriosis únicamente afecta a quienes hayan comido carne mechada de la marca señalada. "Tenemos la certeza de que todos los casos que hemos visto en la encuesta epidemiológica corresponden a pacientes que han comido la carne contaminada y esta enfermedad se trasmite por el alimento contaminado", reiteró.

  Contaminación cruzada

José Juan Rodríguez, profesor titular de Nutrición y Bromatología por la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y miembro de la Sociedad Española de Seguridad Alimentaria (Sesal), explica en conversación con infoLibre que "una vez se hace un tratamiento con horno, una cocción o con una temperatura por encima de los 75 grados, la listeria deja de estar presente en el producto". Por contra, "es común que el microorganismo se haya localizado en la instalación", es decir, en la fábrica donde se manipula el producto. "Con humedad y tiempo se forma una estructura biofilm, que se encarga de proteger al patógeno. Cuando el biofilm madura, se hace grande, termina rompiéndose y contamina el producto". Los biofilms son colonias estructuradas de bacterias que se adhieren a una superficie, bajo la forma de películas transparentes.

Cuando esto ocurre sí es posible que se produzca "contaminación cruzada", señala el profesor, de manera que también quedan contaminados "productos de la propia empresa". Aunque algo más excéptico, el doctor Manuel Fernández Guerrero reconoce igualmente la posibilidad de una eventual contaminación en las instalaciones. El también portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc) sostiene que, en parte, la valoración del riesgo depende de "decisiones políticas" que planteen "qué es lo más seguro", por lo que en este caso parece prudente clausurar la empresa y retirar otros productos.

Por otro lado, los expertos descartan que la contaminación cruzada pueda haberse producido en otras zonas –como restaurantes o tiendas– ajenas al establecimiento principal. "Eso, a día de hoy, salvo que haya evidencias, no se está produciendo y es una vía difícil, aunque lo analicen para verificar", señala Rodríguez y coincide con él Fernández Guerrero, al afirmar que "eso es absolutamente imposible" y que "incluso se puede poner en duda que la bacteria sobreviva en un medio inerte".

  Críticas y querellas

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La gestión desempeñada por las autoridades ha sido foco de críticas por parte de consumidores y afectados. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) solicitó este jueves a la Consejería de Salud información clara sobre el motivo y el alcance de la retirada de todos los productos fabricados por a empresa Magrudis SL. También la organización exigió, mediante un comunicado oficial, " responsabilidades a la empresa por los daños causados por la intoxicación".

Por su parte, La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (Fadsp) cargó este jueves contra la actuación de la Junta de Andalucía, a quien acusa de haber sido "claramente irresponsable" y haber "favorecido la extensión del problema". "En concreto se ha tardado en dar la alarma sobre listeriosis, en inmovilizar el producto, en investigar si la contaminación estaba presente en otros productos de la marca y en investigar las comunidades autónomas donde había sido distribuido", denuncia.

Facua dio un paso más al comunicar su intención de presentar una querella este viernes contra la empresa Magrudis SL. "La asociación pedirá la apertura de una investigación por un posible delito contra la salud pública y otros que puedan dilucidarse en el transcurso de la instrucción contra Magrudis, sin perjuicio de otras personas físicas o jurídicas que puedan resultar objeto de imputación a lo largo de la investigación", agregó la organización, que "solicitará ejercer la acusación particular y aportará ya el caso de una afectada". Facua también ha solicitado la dimisión del consejero andaluz de Salud y cuenta con una plataforma de afectados que suma ya más de 150 adhesiones.

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