La cuenta atrás para la investidura

La creciente disputa con el PSOE provoca en Unidas Podemos un cierre de filas con Iglesias

Pablo Iglesias junto al coordinador federal de IU, Alberto Garzón, durante la noche electoral del 28 de abril.

El reloj que lleva la cuenta atrás para la convocatoria automática de nuevas elecciones sigue corriendo, pero ni el PSOE ni Unidas Podemos se mueven de sus posiciones. Los socialistas insisten en exigir al resto de fuerzas políticas que apoyen un Gobierno de Pedro Sánchez en solitario, y lo único que ofrecen a la formación morada es negociar un programa conjunto que aplicaría este Ejecutivo monocolor. Pero Unidas Podemos no contempla otra opción que no sea una coalición con el PSOE, y las diferentes ramas y corrientes de la alianza cierran filas en torno a la estrategia que plantea su líder, Pablo Iglesias.

Pese a que el pasado martes Unidas Podemos trató de desbloquear la situación presentando una propuesta tanto programática como de reparto de ministerios al PSOE, el panorama sigue igual de enquistado que desde hace semanas. El PSOE tardó apenas unas horas en rechazar el documento e insistió en que solo se sentará a negociar si Unidas Podemos renuncia a su idea de formar una coalición y se pliega a acordar únicamente un programa conjunto, una afirmación a la que el partido morado respondió el pasado miércoles en una carta a sus inscritos en la que avisó de que no tolerará el "trágala" que, a su juicio, quieren imponerle los socialistas.

"La posición de 'o como yo digo, o elecciones' no solo es irresponsable, sino que está llamada al fracaso", afirmaba Podemos en esa carta, en la que señalaba que es responsabilidad del PSOE "regresar a la mesa de negociación cuanto antes" para hablar "de propuestas programáticas, pero también de partidas presupuestarias para llevarlas a cabo, de plazos pactados para desarrollar los compromisos y, finalmente, de equipos de personas que los desarrollen". Y es que Podemos considera que ya han hecho suficientes cesiones, y tanto el partido morado como el resto de formaciones que componen la coalición cierran filas por el momento con este discurso.

Desde el inicio del tira y afloja entre el PSOE y Unidas Podemos, algunas voces dentro de la alianza han apostado públicamente por estudiar la posibilidad de limitarse a firmar un pacto programático con el PSOE si eso evita la repetición electoral. El sector anticapitalista de Podemos se ha opuesto desde el principio a entrar en un mismo Gobierno con los socialistas porque, entienden, esa opción supone "atarse de pies y manos" a una formación que solo quiere "descafeinar los deseos de cambio populares". E IU, tras el fracaso de la votación de investidura de Sánchez en julio, planteó la posibilidad de "exigir un acuerdo" programático al PSOE "aún en el supuesto de que no existiera acuerdo para constituir un gobierno de coalición".

Pero, pese a ello, a día de hoy las fuentes consultadas de los diferentes sectores de Unidas Podemos no son duros con la estrategia de Iglesias porque entienden que plantear públicamente otras opciones sería contraproducente cuando queda todavía tiempo para que las cosas se muevan. "Estamos intentando recuperar el pulso de la negociación antes de plantearnos otros escenarios", sostienen fuentes de IU, mientras un dirigente del sector anticapitalista de Podemos se centra en criticar la actitud "arrogante" del PSOE ante una propuesta, la de la coalición, que califica de "legítima" aunque su sector no la comparta. "En el mes que queda aún pueden pasar cosas", defiende este dirigente.

Los dos escenarios alternativos

No obstante, aunque por el momento dentro de Unidas Podemos no se planteen de forma concreta, existen solo dos escenarios alternativos al de la coalición con el PSOE, sin contar con una repetición electoral que todo el mundo coincide en rechazar. El primero de ellos es alcanzar un pacto de legislatura con los socialistas por el cual Unidas Podemos se comprometa a apoyar al PSOE durante los próximos cuatro años a cambio de negociar un programa conjunto, pero sin entrar en el Gobierno. Y el segundo, acordar únicamente el apoyo a la investidura de Pedro Sánchez para, posteriormente, pasar a la oposición y negociar los apoyos a cada propuesta del Gobierno por separado.

Las fuentes de IU consultadas consideran que el primero de esos dos modelos sería mucho más perjudicial, ya que supone "dar un cheque el blanco al PSOE" durante cuatro años sin ni siquiera compartir la responsabilidad del Gobierno. Y con esta lectura coinciden los anticapitalistas, ya que los dirigentes consultados consideran que un pacto de legislatura conlleva "ligarte a una fuerza garante del consenso del régimen del 78" y "subalternizarse" al PSOE, al igual que –a su juicio– ocurriría en una coalición de Gobierno. "Pero el PSOE ni siquiera ha hablado de programa, ni ha presentado un documento de propuestas más allá de su propio programa", denuncian estas fuentes.

Por el contrario, un pacto solo para la investidura podría tener más ventajas, consideran los dirigentes de IU y Anticapitalistas consultados, aunque siempre tendría que estar condicionado a la puesta en marcha de varias medidas programáticas sobre asuntos como "el cambio climático, la reforma laboral, la educación o la sanidad", según plantean algunas de estas fuentes. "El problema con el PSOE es que no contesta a los planteamientos programáticos", lamentan fuentes de IU, que tiran de experiencia y recuerdan que la federación ha "probado todos los formatos" de alianza con los socialistas y sostienen que, al final, es la "correlación de fuerzas" lo que determina su funcionamiento.

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La dirección de Podemos solo contempla una coalición

No obstante, Podemos sigue considerando que una coalición de Gobierno es el único modelo que tiene más pros que contras para la formación. Un dirigente morado defiende que un Gobierno en el que el PSOE busque pactos puntuales con Unidas Podemos "no es sostenible, lo primero porque es muy frágil" y podría venirse abajo "en los primeros Presupuestos" que hubiera que negociar, que tendrían que ser pactados además con otras fuerzas. "Además, eso ya lo hemos probado, y del acuerdo presupuestario que firmamos con el PSOE, no se cumplió prácticamente nada", denuncian estas fuentes.

Y es que la dirección morada considera que un pacto con los socialistas en el que Unidas Podemos no entre al Gobierno implica que la formación quede en una posición de debilidad frente al PSOE. "Si ellos no cumplieran el acuerdo programático o el pacto que alcanzásemos, la responsabilidad caería en parte sobre nosotros. Y también nos culparían si decidiéramos retirarles el apoyo habiéndoselo dado en la investidura, aunque esa ruptura estuviera muy fundamentada", reflexiona un dirigente consultado.

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