La cuenta atrás para la investidura

El debate del 'Open Arms' se convierte en otro cruce de reproches entre PSOE y Unidas Podemos

El diputado socialista Rafael Simancas, este jueves en el Congreso.

La comparecencia de este jueves en el Congreso de la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, tenía como único punto del orden del día ofrecer explicaciones sobre la gestión del Ejecutivo sobre la crisis del Open Arms. Pero el primer pleno –extraordinario– del nuevo curso político se convirtió en un cruce de acusaciones en el que las políticas de inmigración fueron apenas uno de los temas que sirvieron a los principales partidos para criticarse entre sí. Lo hicieron, como se esperaba, PP y Ciudadanos con Calvo y el PSOE, a quienes acusaron de "buenismo" y de dar "bandazos". Pero también se lanzaron duras críticas los socialistas y Unidas Podemos: el PSOE acusó a los de Pablo Iglesias de no ser "de fiar" y la coalición morada respondió acusando al PSOE de tener dos caras.

El primer pleno tras las vacaciones estuvo impregnado de un fuerte aroma preelectoral, pese a que aún quedan algo más de tres semanas para intentar llevar a término una investidura que evite la repetición de los comicios. Calvo, en su papel de vicepresidenta, centró su análisis en la crisis del Open Arms. Open ArmsPrácticamente todas sus intervenciones estuvieron trufadas de datos sobre el descenso de la inmigración irregular en el Gobierno de Pedro Sánchez y sobre las medidas puestas en marcha por el Ejecutivo para frenar el flujo de migrantes a través del Mediterráneo, y abundó en que el Open Arms no pidió "en ningún momento" atracar en un "puerto español".

Calvo mantuvo varios rifirrafes dialécticos con las portavoces de PP y Ciudadanos, Cayetana Álvarez de Toledo e Inés Arrimadas, y también con la de Unidas Podemos, Noelia Vera, pero la mayoría de ellos fueron en respuesta a sus críticas a la política migratoria del Gobierno. Por el contrario, el responsable de aprovechar el debate para incrementar la presión al resto de partidos para facilitar la investidura fue el portavoz del PSOE, Rafael Simancas, que fue especialmente duro con Unidas Podemos, a quien acusó de no ser "de fiar" por haber sumado sus votos a los de PP y Ciudadanos para forzar que Calvo compareciese en el pleno extraordinario de este jueves. Un pleno que Simancas definió como un "aquelarre de reproches" y del que, aseguró, el PSOE ha sacado una lección: que no puede "confiar" en Unidas Podemos.

"Ustedes fueron de la mano de las derechas para convocar este festival de reproches. ¿Qué querían, darnos una lección? Pues hemos aprendido la lección de que no son de fiar, de que no podemos confiar en ustedes, porque utilizan el primer flanco que ven para sumar sus votos" a PP y Ciudadanos y así "dañar al Gobierno socialista", criticó el portavoz. "Y no es la primera vez: ya nos dictaron esta lección el 25 de julio", fecha de la investidura fallida de Pedro Sánchez, "y en 2016", lanzó Simancas, que denunció que con esa supuesta "estrategia" morada "pierde la izquierda" y "pierden los españoles".

Podemos acusa al PSOE de hacer "campaña electoral"

Para el PSOE, la iniciativa con la que Unidas Podemos forzó que Calvo compareciese este jueves –y con la que la coalición morada evitó que tuviera que hacerlo el propio Pedro Sánchez– demuestra que Iglesias quiere, a su juicio, "ser Gobierno y contragobierno a la vez". "No se puede formar parte de un Gobierno y recriminarle a la vicepresidenta" que exija que se "cumpla la ley", como "no se puede formar parte del gobierno cuyo presidente va al G7 y manifestarse en la puerta de esa cumbre" o "no se puede aspirar a un gobierno con el PSOE y sumar sus votos al PP y Ciudadanos para montar un aquelarre de reproches no fundados a la vicepresidenta socialista", criticó Simancas. Y no se puede, zanjó el portavoz en su última intervención, comparar a Calvo con el ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, como hicieron algunos dirigentes de Podemos hace unos días en Twitter. "Tienen que revisar su esquema de amigos y enemigos un poquito", aseveró.

Ante unas críticas tan duras hacia un partido con el que el PSOE se sentará a partir de la segunda semana de septiembre a negociar, Noelia Vera tiró de ironía en su turno de réplica. "Vamos a hablar de políticas migratorias, no vamos a usar esto para hablar de otras cosas y para hacer campaña electoral, si es que no hemos empezado ya", dejó caer la portavoz de Unidas Podemos, que criticó reiteradamente que el PSOE asegure que la coalición morada no es "de fiar". "¿Con qué PSOE hablamos?", se preguntó varias veces Vera, acusando a los socialistas de decir una cosa y hacer la contraria. "¿Hablamos con el que dice que va a quitar las concertinas o con quien le da 35 millones a Marruecos por lo bajini para intensificar las persecuciones? [...] ¿El que se enorgullece de Salvamento Marítimo, o el que está viendo cómo se recorta su plantilla?", se preguntó.

Vera también criticó que Calvo, durante los días que duró la crisis del Open Arms, haya "cuestionado la labor de los activistas" que hacen el "trabajo" que, aseguró, no están haciendo los dirigentes políticos, y tras la intervención de Simancas espetó a los socialistas en un tono encendido que "se espera de cualquier formación progresista que defienda los derechos humanos con más intensidad" de la que lo ha hecho el PSOE. "Todo el discurso que ha hecho [Carmen Calvo] aquí pierde toda credibilidad" cuando en el Congreso se enfrenta a Salvini "con toda la poca vergüenza del mundo" tras "casi un mes" en el que "no ha sido capaz de mover todos los hilos que había que mover para que esta situación se revirtiera". "Eso sí que no es de fiar. Ya está bien de poner las mejillas", espetó la portavoz de Unidas Podemos a los socialistas.

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Frente este cruce de acusaciones entre las formaciones de la izquierda, las críticas lanzadas desde las bancadas de la derecha hacia Calvo quedaron opacadas, aunque no por su falta de dureza. Álvarez de Toledo, en sus intervenciones, argumentó que el Gobierno hace "negocio electoral" con los migrantes "bajo la máscara de la solidaridad", y sostuvo que "el sanchismo y el salvinismo son las dos caras de la misma moneda"sanchismo salvinismo , porque mientras unos "pescan en el sentimentalismo", otros "cazan en la selva de la xenofóbia y el odio al diferente". "Dejen de" agravar "con su política inflamable" la crisis migratoria, exigió la portavoz a Calvo.

En la misma línea, Arrimadas ha asegurado que la "solidaridad" no es "patrimonio del Gobierno de España ni del PSOE", y acusó a Calvo de utilizar el sentimentalismo para tapar la falta de "política de inmigración" del Ejecutivo. Una falta de proyecto, criticó, que el Gobierno suple con "un recopilatorio de bandazos y contradicciones internas" y con diferentes respuestas "en función de si el caso es más o menos mediático". "Le pido que dejen de dar lecciones de moralidad, que no son ustedes los dueños de la compasión, que dejen de dar bandazos porque los únicos beneficiados son las mafias", espetó la portavoz de Ciudadanos.

Por su parte el líder de Vox, Santiago Abascal, se erigió en defensor de Salvini –de quien dijo que ha sido víctima de un "chantaje" por parte del Open Arms–Open Arms y del primer ministro húngaro, el también ultra Viktor Orbán, y afirmó que la ayuda humanitaria a los migrantes fomenta la "avalancha migratoria" que, a su juicio, vive Europa. Una avalancha que va de la mano de la "infiltración terrorista" y que provoca, aseguró Abascal, que haya "barrios en Europa donde no impera la ley civil, sino la ley islámica". Y una supuesta invasión cuya "factura", sostuvo, la pagan los españoles, a los que se pide "que trabajen el doble por el mismo sueldo" para que los inmigrantes reciban "ayudas sociales".

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