INVESTIGACIÓN | 'FOOTBALL LEAKS'

Una carta 'firmada' por un Alfredo Di Stéfano enfermo se usó en el fraude de Omán que implica al Real Madrid

Carta de la Asociación de Exjugadores del Real Madrid firmada por Alfredo Di Stéfano el 6 de noviembre de 2013.

La operación para abrir academias de fútbol del Real Madrid en Omán y Tanzania aprovechó una confusión inducida deliberadamente entre el club y su asociación de exjugadores. En documentos de Football Leaks, obtenidos por el semanario alemán Der Spiegel y compartidos con la red de medios European Investigative Collaborations (EIC), de la que forma parte infoLibre, los emblemas del Real Madrid se mezclan con el CIF de la asociación. Aunque en el caso del sultanato se fue incluso más allá. Uno de los documentos presentados al Real Madrid por el empresario omaní supuestamente estafado, Said Al Shabibi, como prueba del fraude es una carta con el membrete de la Asociación de Exjugadores que aparece firmada por su entonces presidente, Alfredo Di Stéfano.

 

En la misiva, la asociación se refiere a sí misma en todo momento como “nuestro club” y anuncia que envía a Omán a sus “representantes oficiales”: Emilio Butragueño, director de Relaciones Institucionales; Rubén de la Red, a quien presenta como “director de entrenadores”, y Rayco García Cabrera, al que identifica como “coordinador del Departamento Internacional del Real Madrid”. Los dos últimos cargos son falsos. De la Red, ex jugador del Real Madrid reconvertido en entrenador tras serle diagnosticado un problema cardiaco que le apartó de la práctica deportiva, era entonces el técnico al cargo del equipo juvenil B del club blanco. Y Rayco García ni siquiera trabajaba para el Real Madrid. Es un agente de futbolistas que gestiona en Canarias una empresa de soluciones deportivas creada en 2012.

“Estamos considerando seriamente Mascate como el futuro emplazamiento de nuestra nueva Academia de Fútbol. Es más, consideramos también este proyecto una oportunidad para las nuevas generaciones de Omán de seguir la misma metodología con la que trabajamos en el Real Madrid Club de Fútbol”, continúa en inglés la carta enviada a Said Al Shabibi, director general de Zan for Events and Conferences, la empresa con la que Rayco García firmó un contrato para organizar un partido entre exfutbolistas del Real Madrid y el Barça en Omán. El agente deportivo ha negado a infoLibre, en cambio, que negociara con este empresario la apertura de una escuela de fútbol para niños en Mascate con la marca del club merengue.

 

"Nos es grato informarle de que nuestro club comenzará las negociaciones oficiales en relación con una academia de fútbol oficial del Real Madrid en Mascate", comienza la carta de los veteranos.

infoLibre empezó a publicar en julio los detalles del fraude que implica al Real Madrid en dos operaciones emprendidas por empleados del club y un agente deportivo en Omán y Tanzania. El Real Madrid despidió en 2015 al jugador Rubén de la Red y a un directivo de su Fundación, Manuel Parreño, por negociar sin autorización la apertura de escuelas de fútbol en el sultanato y en el país africano. En febrero de este año, el club blanco fue condenado en Omán a pagar 1,07 millones de euros a un empresario local que le demandó por las pérdidas que sufrió tras organizar un partido de exjugadores del Real Madrid y del Barcelona FC.

El Real Madrid Club de Fútbol ofrece a la parte omaní los beneficios de todos los ingresos procedentes de las entradas del partido [de veteranos], patrocinadores –bajo la supervisión del Real Madrid Club de Fútbol debido a las obligaciones del club hacia ciertas empresas– y también transferirá nuestros derechos de imagen a la parte omaní”. Es decir, la asociación se dirige en todo momento a los omaníes como si fuera el club.

A continuación, le promete la visita de “algunas de las más importantes estrellas del club” para jugar el partido amistoso contra los veteranos del Barça. Algo que tampoco ocurrió: ninguno de los galácticos anunciados –Roberto Carlos, Figo, Raúl, Cannavaro– viajaron hasta Mascate. Las alineaciones de ambos equipos las integraron finalmente exjugadores españoles mucho menos conocidos internacionalmente. Del avión sí que bajaron, sin embargo, un puñado de familiares y amigos de Rayco García, entre ellos su madre y su novia, según la demanda presentada por Al Shabibi contra el club por las pérdidas en derechos televisivos y patrocinios que le ocasionó la rebaja del cartel. El agente asegura, por el contrario, que su novia jamás ha estado en Omán. La carta tiene fecha de 6 de noviembre de 2013. El contrato para jugar el partido se firmó en la Embajada española en Mascate el 2 de diciembre, ni un mes después.

El encuentro, en todo caso, era sólo una parte de la promoción para abrir la academia de fútbol, el negocio clave: “Apoyará, públicamente, la apertura de nuestro proyecto de academia y llevará nuestro clásico español a nuestros seguidores en Omán”clásico. De nuevo, la primera persona del plural que hace parte del club a la asociación de veteranos.

  LA CULPA, DE LOS VETERANOS

En cuanto el Real Madrid recibió la primera carta del empresario omaní reclamando una compensación por sus pérdidas, el club de Florentino Pérez se esforzó por dejar claro que la asociación es una entidad jurídica distinta e independiente y que ni Rayco García ni ninguna de las otras personas implicadas en las negociaciones tenían poderes ni autorización para actuar en su nombre. Pero cuando Al Shabibi pasó a tachar de fraude la operación, al Real Madrid no le quedó más remedio que abrir una investigación interna: un acuerdo similar se había firmado también en Tanzania, aunque con una agencia del Gobierno local, el Fondo Nacional de la Seguridad Social (NSSF).

Como parte de la investigación que llevó a cabo el Real Madrid, su director de Control y Auditoría Interna, Carlos Martínez de Albornoz, preguntó a Emilio Butragueño si conocía la carta, si sabía quién la redactó y “quién gestionó que Di Stéfano la firmase”. Es decir, el club era consciente de las anomalías del documento. Butragueño contestó con un “no” a todas las preguntas.

Una vez concluidas las indagaciones y pese a despedir a dos de sus trabajadores –Manuel Parreño y Rubén de la Red– e investigar a Emilio Butragueño por su presencia en Mascate para apoyar un proyecto negociado sin el conocimiento de los responsables del club, el Real Madrid no admitió ninguna responsabilidad en el caso, que desvió íntegramente a la asociación de veteranos.

Eso sí, intentó, sin mucho éxito, impedir el uso que la agrupación de exjugadores hacía de los símbolos del club y delimitar los ámbitos donde ésta puede actuar. La organización de academias de fútbol no era uno de ellos.

Pero no hizo ninguna reclamación, ni a los veteranos ni a Rayco García, por la sospechosa carta enviada a Al Shabibi el 6 de noviembre.

  Los hijos obtuvieron la custodia un mes antes de la carta

Alfredo Di Stéfano, que en ese momento contaba con 87 años y padecía alzheimer, había sido hospitalizado en abril de 2013 por un problema cardiaco. Sus hijos solicitaron su incapacitación en mayo de ese año. En octubre consiguieron del juez la custodia cautelar de su padre y de sus bienes. Di Stéfano murió el 7 de julio de 2014. 

La trama que implica al Real Madrid en operaciones fraudulentas en Omán y Tanzania

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infoLibre se ha puesto en contacto con Alfredo, uno de los hijos del histórico jugador del Real Madrid, quien no ha querido contestar a las preguntas que le ha formulado este periódico sobre la posible utilización fraudulenta de la firma de su padre. 

Creada en 1992 y presidida primero por Alfredo DiStéfano, luego por Ignacio Zoco y por Paco Gento en la actualidad, la asociación de exjugadores es una entidad jurídica distinta del Real Madrid a la que, no obstante, el club otorga cada año una subvención de 250.000 euros como parte del convenio de colaboración que mantienen ambos. Se trata de un contrato de arrendamiento de servicios, por el que a cambio de esa cantidad los exjugadores participan en actos sociales, tanto de las peñas como de la fundación, o en partidos benéficos y en la formación de la cantera. También “ostentan la representación del club o de sus dirigentes cuando así les sea solicitado”. Además de con la aportación del Real Madrid, se financian con las cuotas de sus asociados, la publicidad de la revista de la asociación y los partidos que organizan.

 

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