la legislatura, bloqueada

UP encara la reunión abierto a negociar "en detalle" un programa pero exigiendo la coalición

El líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias.

Exactamente seis semanas después del segundo y definitivo fracaso de la votación de investidura de Pedro Sánchez y tras más de un mes de cruce de reproches, PSOE y Unidas Podemos volverán este jueves a la mesa de negociación. Los equipos negociadores de ambas formaciones se reunirán este jueves a las 16.30 en el Congreso de los Diputados, en un encuentro al que no acudirán ni Sánchez ni el líder morado, Pablo Iglesias, para retomar las conversaciones a dos semanas y media de que termine el plazo para investir presidente antes de que se convoquen automáticamente las elecciones.

El documento de más de 300 propuestas que presentaron el martes los socialistas será la base sobre la que se comenzará a discutir un posible acuerdo, aunque las posiciones siguen tan alejadas como lo están desde que se rompió la primera negociación. Según explican las fuentes consultadas, Unidas Podemos se muestra abierto a debatir el proyecto de programa presentado por el PSOE, un documento en el que el propio Iglesias reconoció que hay "algunas medidas" que le "suenan bien", pese a que entre algunos dirigentes morados cunde la sensación de que el escrito retrocede en asuntos clave para Unidas Podemos.

No obstante, que el equipo negociador de Unidas Podemos –compuesto por Pablo Echenique, Ione Belarra, Enrique Santiago, Juan López de Uralde, Yolanda Díaz y Jaume Asens– vaya a acudir al encuentro con el PSOE y se haya plegado a discutir medidas de su programa no significa que la formación morada haya cedido en su reivindicación de entrar a formar parte del Gobierno. El discurso que trasladan en privado los dirigentes consultados es el mismo que el que ofrecen en público los portavoces de Unidas Podemos: la negociación debe ser "integral", lo que significa que debe abarcar la estructura del Ejecutivo, además del programa que debe desarrollar éste.

Si eso es así es, entre otras cosas, porque la desconfianza y el resentimiento entre ambos partidos son recíprocos. Más allá de su interés en visibilizarse como un partido de Gobierno entrando al gabinete, Unidas Podemos ha dejado claro que no se fía de que el PSOE vaya a poner en marcha las medidas que promete si no hay ministros morados. Y, además, la formación morada ha criticado que el documento de los socialistas incluye medidas que son un "retroceso evidente" con respecto al fallido acuerdo de presupuestos que alcanzaron los dos partidos, en palabras de la portavoz adjunta de Unidas Podemos, Ione Belarra. Retrocesos que son especialmente evidentes, según Unidas Podemos, en asuntos como la reforma laboral –que el PSOE no plantea derogar–, el control de los precios de los alquileres o la renuncia a prohibir los desahucios sin alternativa habitacional.

No obstante, el PSOE no quiere ni oír hablar de la posibilidad de incluir ministros de Unidas Podemos en su Gobierno, por lo que ambos partidos van a sentarse a la mesa sin ni siquiera coincidir en lo que quieren negociar. No obstante, con la vista puesta en unas eventuales nuevas elecciones que cada vez se ven más probables, nadie quiere aparecer como quien rompe la baraja, por lo que tanto los socialistas como Unidas Podemos han hecho sendas llamadas al entendimiento, aunque dejando muy clara su posición: mientras la formación morada ha insistido en que el Gobierno en solitario que propone el PSOE "ya se ha probado y se demuestra fracasado", los socialistas responden que no tienen "la confianza necesaria" para acceder a una coalición e instan a Unidas Podemos a "entenderse" con ellos únicamente en base a un programa conjunto.

Podemos ve insultante la oferta de puestos intermedios

Así las cosas, lo máximo que ofrecerá el PSOE en la reunión de este jueves será, además de las medidas programáticas, la entrada de Unidas Podemos en las direcciones de varias instituciones públicas. Así lo anunció el martes Pedro Sánchez y así lo concretó este mismo miércoles la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, que especificó que los socialistas están dispuestos a ceder a Unidas Podemos una cuota de representación en órganos como la CNMV, el CIS, el Consejo de Estado o el Consejo de Seguridad Nuclear.

No obstante, esta oferta parece del todo insuficiente para convencer a Unidas Podemos de renunciar a su exigencia de poner en marcha una coalición de Gobierno. En público, los dirigentes morados han criticado que Calvo ofrezca a Unidas Podemos una serie de cargos que el grupo siempre ha pedido que "no sean politizados y que se profesionalicen". Y en privado, además de eso, las fuentes de Unidas Podemos consultadas critican que esa oferta supone, a efectos prácticos, volver al planteamiento de "Gobierno de cooperación" que defendió el PSOE hace meses y la consideran insultante porque relega a la formación morada de los puestos donde se toman las decisiones sobre las políticas del Gobierno.

Con estos mimbres, las fuentes de Unidas Podemos consultadas son pesimistas sobre el desarrollo de la negociación en los próximos días, aunque se resisten a dar por sentado que habrá una repetición electoral y no descartan que, en los últimos días antes de que finalice el plazo para investir a Sánchez, el PSOE recule y vuelva a ofrecer a la formación morada una coalición. A día de hoy, Unidas Podemos asegura que esa sería la única forma de desbloquear la negociación, ya que Iglesias y los suyos entienden que han cedido desde abril mucho más que los socialistas, especialmente cuando el propio Iglesias fue obligado a renunciar a entrar al Gobierno por el veto personal que le impuso Sánchez.

Así te hemos contado la reunión entre Unidas Podemos y PSOE

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Una repetición electoral, más peligrosa para Sánchez

Este miércoles, la portavoz de la ejecutiva de Podemos, Noelia Vera, insistió en que la repetición electoral sería "el peor de los escenarios" posibles. Pero fuentes de Unidas Podemos aseveran que, en términos estratégicos, es Sánchez quien más se juega si se repiten los comicios. En la formación morada está extendida la sensación de que unas elecciones el 10 de noviembre solo pueden dar dos escenarios: o bien una mayoría de PP, Ciudadanos y Vox –lo cual supondría que Sánchez saliera, casi con seguridad, de la Moncloa–, o bien un reparto de fuerzas muy similar al actual en el que PSOE y Unidas Podemos necesiten pactar para que haya Gobierno.

Unidas Podemos, avisan tanto en público como en privado sus dirigentes, no está dispuesto a renunciar a integrar el Consejo de Ministros haya o no comicios. Y las fuentes moradas consultadas consideran que, incluso aunque se repitieran las elecciones, Sánchez tendría imposible pactar con Ciudadanos, que ha hecho una fuerte apuesta por disputarle la hegemonía de la derecha al PP que se vería comprometida si le diera un Gobierno al PSOE.

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