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La cuenta atrás para la investidura

El primer pleno de control en seis meses apunta a un nuevo choque entre Sánchez e Iglesias con la investidura en el aire

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, durante el pleno de investidura fallido de julio.

Más de medio año después de su última comparecencia, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, volverá a rendir cuentas en el Congreso de los Diputados. Lo hará en el primer pleno de control al Ejecutivo de la legislatura, que tendrá lugar entre el martes y el jueves y será el primero que se celebre desde el pasado 28 de febrero, cuando Sánchez y sus ministros se sometieron por última vez al control de la Cámara baja. Y, con las negociaciones para la investidura en punto muerto, Sánchez mantendrá un cara a cara con el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, que amenaza con convertirse en un nuevo choque dialéctico del estilo de los que están manteniendo los socialistas y la coalición morada a través de los medios en las últimas semanas.

Los equipos negociadores de PSOE y Unidas Podemos mantendrán un nuevo encuentro este martes por la mañana para tratar de desbloquear la situación en la semana clave para determinar si es posible que Sánchez acceda in extremis a la investidura o si, por el contrario, se convocarán nuevas elecciones. No obstante, las posiciones siguen tan alejadas como lo han estado desde el fallido intento de julio, y aunque ninguno de los dos partidos quiere ser el que se levante de la mesa y dé por imposible el pacto –lo que abre la puerta a que haya algún avance a nivel de propuestas programáticas–, por ahora ni unos ni otros tienen intención de renunciar a sus postulados: entrar en el Gobierno (en el caso de Unidas Podemos) y gobernar en solitario (en el del PSOE).

El resultado de la reunión que se celebrará este martes es una incógnita, aunque no parece fácil que del encuentro pueda salir una solución que acerque el acuerdo, habida cuenta de las posiciones enfrentadas que mantienen los dos partidos y de los reproches que se han dedicado mutuamente en los últimos días y semanas. Pero, en cualquier caso, la reunión podría determinar en gran medida el desarrollo de la sesión de control al Gobierno, que tendrá lugar el miércoles y en la que Iglesias preguntará directamente a Sánchez por su gestión desde las elecciones del 28 de abril.

Serán tres las preguntas que Unidas Podemos formulará al Ejecutivo en funciones este miércoles, aunque solo una de ellas irá dirigida a Sánchez: la de Iglesias. El secretario general de Podemos preguntará al presidente del Gobierno por el "balance" que hace "de su labor durante los meses que lleva en funciones", una pregunta ante la que Sánchez tendrá ocasión de responder y a cuya réplica Iglesias podrá contestar. La cuestión es lo suficientemente abierta como para que las intervenciones tengan un tono comedido si PSOE y Unidas Podemos consiguen avances en la reunión del martes. Pero, habida cuenta de los reproches que se han lanzado las dos formaciones en las últimas semanas, si las conversaciones siguen estancadas tras el encuentro de este martes, la interlocución entre Sánchez e Iglesias puede convertirse en un rifirrafe con aroma a precampaña.

El intercambio de acusaciones no ha cesado ni después de retomarse las conversaciones la semana pasada. Este mismo lunes, el líder de Unidas Podemos aseguraba en una entrevista en Russia Today que su formación se ha movido "todo" lo que podía, denunció que "el problema es que donde está Pedro Sánchez no hay manera de negociar" y aseguró que la ideología no es "algo importante" para el dirigente socialista, que solo se acerca a Unidas Podemos cuando "la izquierda da más calorcito". Por su parte, la vicepresidenta Carmen Calvo aseguró el domingo en El Objetivo de La Sexta que "no existe posibilidad alguna de que Podemos entre en el Consejo de Ministros" y el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, acusó en Espejo Público a la formación morada de "hostilidad" y "mala fe" para con los socialistas.

La derogación de la reforma laboral

Junto a la de Iglesias, y además de una tercera a cargo de la diputada de En Comú Podem Aina Vidal acerca del modelo de financiación autonómica, Unidas Podemos hará otra pregunta al Gobierno en el pleno del miércoles. La encargada de formular esta segunda cuestión será la portavoz orgánica de Podemos, Noelia Vera, que preguntará a la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, sobre una cuestión que ha protagonizado algunos de los reproches que se han lanzado PSOE y Unidas Podemos desde que fracasara la primera investidura en julio: la derogación de la reforma laboral de 2012.

 

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Vera interpelará a Valerio sobre si el Gobierno está "firmemente comprometido con la derogación de la reforma laboral del PP" después de que, en las últimas semanas, varios dirigentes de Unidas Podemos hayan criticado precisamente que Sánchez haya descafeinado esta propuesta. En el documento de propuestas programáticas que presentó el presidente del Gobierno hace unos días, el PSOE planteaba únicamente "modificar" con "carácter de urgencia" los "aspectos más lesivos" de la reforma laboral aprobada en 2012, pero no su completa derogación, como exige Unidas Podemos, que ya ha cedido en su pretensión de acabar también con la reforma laboral aprobada en 2010 por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

En junio, la ministra Valerio afirmaba que el compromiso del Gobierno es el de "retocar los aspectos más lesivos de la reforma laboral". Dos meses antes, en abril, a escasos días de las eleciones, la ministra de Trabajo señalaba que el PSOE "nunca" ha "hablado de derogar" la norma, sino de "crear de forma consensuada un nuevo Estatuto de los Trabajadores del siglo XXI". Y asimismo, la ministra de Economía, Nadia Calviño, se ha mostrado partidaria de este "nuevo Estatuto de los Trabajadores" y ha pedido "mirar hacia el futuro" y no dedicar "toda la energía política a tejer y destejer" reformas ya aprobadas.

Los sindicatos, por su parte, están mucho más cerca de la posición de Unidas Podemos que de la expresada por el Gobierno, aunque su petición no se aleja excesivamente del planteamiento de Sánchez en su documento de propuestas de la semana pasada. Hace unos días, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, insistió en que el sindicato apuesta por la derogación completa de "las reformas laborales", aunque abrió la puerta a negociar al menos acabar con los "elementos fundamentales" de las mismas. E igualmente su homólogo de CCOO, Unai Sordo, ha abogado públicamente por "revertir la reforma laboral".

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