Sánchez e Iglesias anticipan en el Congreso los argumentos de una cruenta batalla electoral en la izquierda

El debate entre el presidente Pedro Sánchez y el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, este miércoles en el Parlamento, sirvió para identificar los argumentos de ambos dirigentes que conducen a una repetición de elecciones.

Pablo Iglesias llegó a la conclusión de que en realidad Pedro Sánchez nunca quiso una coalición. “Hoy tengo la sensación de que cuando usted propuso ese Gobierno de coalición no lo decía en serio, porque cuando alguien propone algo en serio la propuesta no dura tres días. Lo lógico es que esa propuesta se hubiese mantenido. Lo que pienso ahora es que a usted le descolocó que yo me retirara y estuvo simulando que proponía un Gobierno de coalición que en realidad no quería”.

Sánchez, por su parte, recordó que fue Unidas Podemos quien rechazó el Gobierno de coalición, y también cuestionó las intenciones de la formación morada en la negociación: “Lo que tiene que explicar es por qué quiere unirse al Gobierno de España no para unir fuerzas con el Partido Socialista sino para vigilarnos”.

“Yo no creo que haya una única fórmula para poder entendernos, hay muchas”, añadió. “Podemos hacer muchas cosas. Yo sé que usted considera que si no está usted o Unidas Podemos dentro del Gobierno no hay un gobierno progresista porque nosotros somos gente de derechas que tiramos al monte, que siempre vamos a pactar con el PP y con Cs. ¿Sabe lo que pasa? Que no se compadece la realidad con lo que dice. Usted ayer (por el martes) vino a decir que da lo mismo que gobierne el PP o el PSOE, porque si ustedes no están dentro del gobierno entonces no habrá gobierno progresista”.

“¿Por qué usted, al menos, no estudia, no sopesa y no valora la propuesta de camino intermedio que ha propuesto nuestro grupo parlamentario? Si ustedes tienen propuestas que hacer, señor Iglesias, háganlas. Pero le diré una cosa: no hay una única forma de entenderse entre UP y PSOE, hay otras muchas. Permitan ustedes con un voto afirmativo que eche a andar una legislatura progresista con un gobierno progresista que es lo que votaron los españoles”.

Iglesias le replicó que lo que no se entiende es que el PSOE haya formado gobiernos de coalición hasta en seis comunidades autónomas y no quiera hacerlo en España porque daría lugar a dos gobiernos en uno. “¿Les va a decir que no tienen un Gobierno sino que tiene dos gobiernos en uno? ¿Por qué lo que vale para seis comunidades no vale para el Estado? Eso es muy difícil de explicar”.

La experiencia de colaboración después de la moción de censura también separa a ambos líderes. Iglesias recordó que no sirvió ni para aprobar los presupuestos. “El resultado de un gobierno en minoría fue que no fuimos capaces de sacar adelante los presupuestos y hubo que repetir las elecciones. ¿Eso es lo que pretende que sigamos haciendo?”. Sánchez le replicó lamentando que no considere positiva aquella experiencia. “La cooperación funcionó, señor Iglesias, durante estos quince meses. Si tuvimos que ir a elecciones no es porque no pudiésemos entendernos ni cooperar. Hubo un acuerdo de presupuestos que podría servir para esta legislatura. No alcanzo a entender por qué usted no reivindica esos quince meses de cooperación si hay muchas cosas que hemos hecho bien”.

Desprecio

Iglesias volvió a calificar el trato recibido por parte del PSOE de “desprecio” y de “falta de respeto” a los votantes de Unidas Podemos. El presidente contestó afirmando que los socialistas pertenecen a una organización con muchos años de historia: “Entendemos que la política no es personal, no nos sentimos humillados, no sentimos ninguna imposición, queremos lo mejor para nuestro país”.

Iglesias quiere reunirse con Sánchez, pero el presidente no. “Le tendré que llamar yo, pero me parece que eso implica saltar un protocolo muy evidente: es el candidato el que tiene que descolgar el teléfono y hacer las llamadas”. “Sentémonos usted y yo y pongámonos a trabajar. Y si no lo logramos, al menos que la gente no pueda estar ofendida porque no dedicamos las horas que sean necesarias para buscar un acuerdo”. “Le pido -añadió el líder de Podemos- que respete al menos su palabra. Si partimos de lo que dijimos, todavía hay una posibilidad de no llevar este país a elecciones”.

“Yo le vuelvo a tender la mano desde aquí. Ustedes nos hicieron una propuesta en el mes de julio y nosotros hicimos una contrapropuesta. Le propongo que sobre la base de esas dos propuestas nos sentemos a negociar” en busca de una gobierno conjunto aunque tenga una proporcionalidad por debajo de “los votos que representamos”.

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Sánchez le dejó claro que no cree en ese modelo, ni en la insistencia de Iglesias en negociar desde la tribuna. “El Congreso es un órgano muy importante; no debe utilizarse la tribuna para proponer acuerdos”. Si quiere proponer algo “más allá de un Gobierno de coalición”, le dijo, debe convocar la mesa de negociación. “ Lo que le pido es que no dé una segunda oportunidad a la derecha y permita que haya un gobierno del Partido Socialista”.

El líder de UP sospecha que el presidente en funciones quiere ir a elecciones. “Creo que se equivocará usted si hace caso a los asesores que le dicen que por algún escaño más a usted le conviene obligar a los españoles a que voten otra vez”. Sánchez le respondió negando repetidamente que ese sea su deseo: “Después de cuatro elecciones que ganó el Partido Socialista de manera bastante importante, nosotros somos los últimos a los que les interesa unas elecciones. Yo soy el primer interesado en que haya un Gobierno en España. Los españoles ya han hablado. Les puedo garantizar, señorías, que no quiero elecciones, que lo que queremos es un Gobierno fuerte, cohesionado y coherente”. Es Unidas Podemos, según él, quien debe decidir si vamos a elecciones el 10 de noviembre.

La percepción final que flotaba este miércoles en el Congreso era la de haber asistido a un anticipo de un choque electoral cruento en el espacio progresista.