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El PSOE se lanza a convencer a Sánchez para que continúe y prepara una gran movilización en Ferraz

Elecciones generales

Del 28A al 10N: las diferencias que pueden (o no) influir en el resultado

Pedro Sánchez y su mujer, Begoña Gómez, la noche del 28A en Ferraz.

196 días. Ese es el tiempo que habrá transcurrido desde las últimas elecciones generales, las del 28 de abril, cuando el próximo 10 de noviembre los españoles vuelvan a las urnas. Serán las cuartas elecciones en cuatro años, el tiempo que dura una legislatura completa. 

Los expertos en Ciencias Políticas consultados por infoLibre coinciden en que seis meses es un periodo de tiempo relativamente corto como para que los españoles cambien radicalmente su comportamiento en las urnas porque, de forma paralela, el contexto tampoco ha cambiado en exceso.

No obstante, sí identifican una serie de situaciones o variables que añaden algunos puntos de exclusividad a la próxima cita ante las urnas. Unas señas de identidad. Citan desde un empeoramiento de la situación económica al nacimiento de un nuevo actor político nacional –Más País, el partido liderado por Íñigo Errejón–, pasando por las consecuencias que puede tener que la sentencia del procés procésse conozca en precampaña, tal y como está previsto.

infoLibre repasa las principales diferencias entre ambas citas electorales y qué actores políticos pueden ser los más beneficiados en cada uno de los escenarios.

  1. dos fotos electorales con más similitudes que diferencias

Pablo Simón, licenciado en Ciencias Políticas y profesor en la Universidad Carlos III de Madrid, considera que una de las primeras diferencias importantes es que en abril los españoles llevaban casi tres años sin votar (desde junio de 2016). Hace seis meses, pues, "no había una foto fidedigna" de lo que pensaban los ciudadanos después de la moción de censura que provocó la salida de Mariano Rajoy (PP) del Gobierno y el aterrizaje del socialista Pedro Sánchez en la Moncloa.

A juicio de Simón, lo lógico ahora sería que la foto final resultante de la cita electoral del 10N no difiera en exceso de la resultante el 28A. "Probablemente, será más parecida a la del 28A", considera.

Berta Barbet, politóloga y miembro del grupo de investigación sobre Democracia, Elecciones y Ciudadanía (DEC) de la Universitat Autònoma de Barcelona, recalca que el contexto, por lo general, no ha cambiado mucho. Que la gran diferencia está en las "perspectivas de los partidos políticos".

"Las perspectivas de los partidos sí son distintas en muchos elementos", mantiene, citando entre otras cuestiones que el escenario de la derecha parece haberse clarificado bastante generando dinámicas de voto útil hacia el Partido Popular que se perdieron en abril. O la "dinámica de confrontación" que se prevé entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias (Unidos Podemos) después de que ambos líderes no pudieran llegar a un acuerdo para desbloquear la situación política.

La noche de las generales de abril se asumió de forma bastante generalizada que el PSOE y la formación morada iban a entenderse porque esa fue la idea que se trasladó en la campaña. Un relato más mediático que real, a ojos de Iván Serrano, politólogo e investigador de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), que recuerda que los votos de PSOE y Unidas Podemos no sumaban una mayoría absoluta estable. Y que el coste de acercarse a los partidos independentistas era "inasumible en términos de estabilidad", sobre todo para el Partido Socialista.

  2. Cataluña: a la espera de una sentencia

PSOE, PP y Ciudadanos han medido de lleno en precampaña la situación en Cataluña. Mientras se espera para los próximos días la sentencia del procés, los tres partidos compiten proponiendo medidas para esta comunidad autónoma que van de la aplicación de la Ley de Seguridad Nacional a la aprobación de un nuevo 155.

El Pedro Sánchez de la plurinacionalidad ha dejado paso a un político con un discurso más centralista y a los socialistas no les tiembla la voz a la hora de decir que tomarán todas aquellas medidas que tengan que tomar para garantizar la estabilidad en Cataluña, incluso el 155.

El Pablo Casado de ahora no es el mismo de abril, cuando el PP cosechó 66 diputados, su peor resultado. Y la aplicación del artículo 155 de la Constitución ha dejado de ser una prioridad para los conservadores. Ahora creen que hay motivos suficientes para que se active la Ley de Seguridad Nacional para "tomar el control de los Mossos [la polícía autonómica]". Un discurso en el que hay una laguna considerable porque la Ley de Seguridad Nacional no otorga esa competencia, tal y como ha avisado el Tribunal Constitucional.

Y Albert Rivera (Ciudadanos) ya ha solicitado a Sánchez que active el procedimiento para intervenir la autonomía. 

Unidas Podemos se ha distanciado de forma clara de estas medidas criticando con dureza al PSOE al entender que la nueva estrategia de Sánchez tiene como fin pescar en el caladero de votos del partido naranja.

Más allá de este giro evidente en los mensajes, Simón defiende que hay que esperar a conocer la sentencia del procés para poder señalar de forma clara la influencia en el contexto político y en los próximos movimientos de los partidos. 

"Evidentemente pueden jugar algún papel y con variables desconocidas", dice. Pero añade: "Ahora, a diferencia de antes, hay elementos que no están controlados. No sabemos cómo va a ser la sentencia o cómo se va a reaccionar. Estas dos incógnitas aumentan la niebla de guerra".

Serrano, por su parte, considera que el hecho de que un gobierno con plenas capacidades, es decir que no esté en funciones, "se ahorre la gestión de esta sentencia podría ser un incentivo extra", en el sentido de que en este escenario la gestión puede pasar de forma un poco más ligera por la "carpeta de responsabilidades" de los socialistas. Pero insiste en que no ve elementos de cambio en este campo porque ninguno de los dos bloques se ha movido de sus posiciones desde las pasadas generales, ni el del Estado, "entendido como institución y como partidos mayoritarios", ni el del independentismo catalán.

"El modelo de nacionalismo de Estado que tiene el PSOE o que tiene Podemos son difícilmente reconciliables y visto con un poco de perspectiva, el PSOE está más cerca de Ciudadanos que de Podemos, aunque sea por la hetereogeneidad interna de Podemos y de sus propios conflictos no resueltos respecto al tema. Esto no se ve a simple vista, pero a lo mejor cuenta más de lo que nos parece", añade este experto de la UOC.

A ojos de Barbet, la sentencia podría generar "cierto reagrupamiento del independentismo, ciertos incentivos para ir juntos".

  3. las turbulencias en la situación económica

Los indicadores económicos a la baja son una de las bazas del Partido Popular para reivindicarse como "partido experto" en haber sacado a España de la crisis. La economía va a ser uno de los ejes de campaña de Pablo Casado, hasta el punto de condicionar su participación en el debate electoral a cinco aceptado por el presidente del Gobierno en funciones a que este se celebre una vez se conozcan los datos del paro del mes de octubre. 

Según la Contabilidad Nacional Publicada a finales de septiembre por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la economía española creció un 0,4% en el segundo trimestre, una décima menos que en el primero, por lo que la mejora anual se queda en el 2%, la menor alza desde 2015.

Aun así, el dato sigue duplicando el crecimiento de la mayoría de los países de la Unión Europea: la previsión para Alemania este año es de sólo el 0,5%, del 1,3% para Francia y del 0,1% para Italia. Sin embargo, las causas del freno sufrido por el PIB dan alas al pesimismo. En un contexto además en el que en la coctelera habría que meter los efectos del Brexit y el alcance de los aranceles anunciados por parte de la Administración Trump, que podrían reducir el PIB en 365 millones de euros, según calculan los expertos.

"Además del Brexit, parece cada vez más que nos vamos acercando a una recesión económica y esto también puede afectar ligeramente en las perspectivas de los partidos", destaca Berta Barbet.

Pablo Simón, por su parte, añade el "descontento con la política" al "pesimismo ante la situación económica". La preocupación por la marcha de la economía, recuerda, está a niveles del año 2013 en los sondeos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). "La gente está preocupada, ve turbulencias. En la campaña del 28A esto no era un tema de debate", dice este profesor de la Universidad Carlos III de Madrid, que concluye que "ha aumentado el pesimismo en lo político y en lo económico".

En el barómetro del CIS del pasado septiembre, la desafección ciudadana con la política se situó en cifras récord: el 45,2% de los encuestados consideró a la política y los políticos como uno de los principales problemas.

En este contexto, Simón mantiene que "la incertidumbre puede beneficiar quizá a los partidos tradicionales", al bipartidismo. Y los nuevos pueden ser más vulnerables.

Por su parte, Serrano tiene dudas de que los indicadores económicos a la baja vayan a influir de forma importante en esta campaña. Y, salvo alguna sorpresa de última hora, considera que en el mes que queda, en el corto plazo, los efectos no se van a visualizar. "Esto tendrá efectos de cara al siguiente ciclo", añade.

  4. Y de repente... llegó Errejón

Que la derecha concurra dividida a las elecciones no es ahora noticia. El 28A, los votantes que se identifican con la derecha o la extrema derecha tuvieron tres papeletas posibles para elegir: la del Partido Popular, la de Ciudadanos y la de Vox. Sí es noticia que a las formaciones de izquierda les haya salido un nuevo competidor: Más País. La formación liderada por Íñigo Errejón, que fue primero dirigente de Podemos y después candidato a la Comunidad de Madrid bajo la marca Más Madrid y que ahora vuelve a la política nacional con un partido nuevo.

Como ocurrió con Vox, no se podrá comprobar su poder real hasta la cita con las urnas. Pero los sondeos internos que manejan les ubican con más de 15 escaños en el Congreso de los Diputados

"Ahora, el 10N la izquierda va a ir tan dividida como la derecha. Hay que tomar todo con más cautela", advierte Pablo Simón.

"Veremos que acaba pasando con el flanco izquierdo. Es evidente que Podemos va a perder votos y escaños. Lo que pasa es que no tiene por qué perder influencia. Dependiendo de cuál sea el equilibrio final, no tiente por qué perderla", sostiene Barbet. Y lo explica: "Si Errejón es más grande que ellos, perderán escaños e influencia. Pero si consiguen ser bastante más grandes que Errejón, ellos seguirán siendo el socio prioritario con el que tiene que pactar Sánchez".

 

Serrano habla de efectos "inesperados" del nuevo mapa de partidos tras la incorporación de Errejón. "Hemos pasado de un modelo que se llamaba de bipartidismo asimétrico, con dos grandes partidos [PP y PSOE], pequeñas formaciones a la izquierda commo IU y los de implantación territorial a otro modelo en el que tenemos seis partidos estatales. Primero hubo el crecimiento de Podemos y Ciudadanos, parecía que había un juego a cuatro, a dos partidos por banda, y ahora resulta que tenemos un juego a seis", añade este profesor de la Universitat Oberta de Catalunya.

Recuerda Serrano que Errejón, cuando anunció que iba a ser candidato, vino a decir que sólo se presentería en provincias grandes. Pero comenta que esto tiene mucha letra pequeña. Porque en España, como circunscripciones grandes están Madrid (37 escaños) y Barcelona (32). Fuera de ese rango, sostiene, nos empezamos a mover en el entorno de los 12 diputados y ahí la división se nota en el reparto de escaños. "Si hay 12 diputados a repartir y tres partidos, puede funcionar. Pero si hay 12 y seis partidos, ahí sí va a haber ganadores y perdedores", sostiene.

  5. ¿Se ha roto el trío de Colón?

La posible llegada al Gobierno de las "tres derechas" o el "trío de Colón", en alusión a la concentración en la plaza madrileña del mismo nombre en la que coincidieron PP, Cs y Vox a principios de año, fue uno de los elementos a los que recurrió la izquierda para movilizar a su electorado. Mientras, PP y Cs endurecieron sus discursos para evitar fugas de su electorado a Vox. De este bloque, la formación más perjudicada fue el Partido Popular, que pasó de 137 escaños a 66. Cs en cambio creció de 32  a 57 y Vox se estrenó con 24 actas. 

Tras este batacazo, el PP de Pablo Casado moderó el tono. Y las elecciones autonómicas y municipales sirvieron de bálsamo para un liderazgo debilitado y muy cuestionado internamente. Los resultados de los comicios de mayo permitieron al PP, mediante alianzas con Cs y el respaldo de Vox, mantenerse en los gobiernos regionales de Madrid, Murcia y Castilla y León y recuperar el Ayuntamiento de Madrid.

 

Casado ha fracasado en su intento de ir en coalición —España Suma— con Ciudadanos para concentrar todo el voto de la derecha en una misma marca. Pero, a diferencia de hace seis meses, las encuestas sonríen ahora a los conservadores.

En este contexto, Simón considera que el PP va a hacer una campaña más parecida a la de las autonómicas del 26M que a la de las últimas generales, basada en la economía, en la estabilidad... Una campaña que en cierto modo considera que va a ser "complementaria" con la del Partido Socialista en el sentido de que ambas fuerzas tienen como objetivo convencer a los descontentos con Albert Rivera (Ciudadanos). "Se van a instalar en el mismo marco bipartidismo-orden-estabilidad-gobierno", dice.

En este contexto, los tres politólogos consultados coinciden en que a Ciudadanos le puede perjudicar el no haber apoyado a Sánchez. Y esto puede tener el efecto de que ahora la suma PSOE y Cs vaya a estar por debajo de los 175 escaños en los que está instalada la mayoría absoluta. De hecho, Albert Rivera anunció este sábado un nuevo giro en su posible políticas de alianzas: tras meses de crítica furibunda a Sánchez, ahora se abre a pactos postelectorales tras el 10N.

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¿Va a poder rentabilizar la izquierda el discurso del miedo a las tres derechas? Barbet recuerda que ha habido alianzas PP, Cs y Vox, que el tema del franquismo sigue encima de la mesa y que la extrema derecha sigue con su mismo discurso en materia de violencia de género. Pero señala que las encuestas no reflejan ahora el mismo escenario que el 28A

"Evidentemente, el escenario puede cambiar y puede llegar a movilizar, pero entre eso y que hay cierto hartazgo y cierto cabreo no estamos en un escenario en el que vaya a haber el mismo nivel de percepción", subraya.

En esta ocasión, tras haber entrado ya Vox en el Congreso y en varios parlamentos regionales, la formación de Santiago Abascal ha tenido más presencia pública e institucional. "Nos podemos encontrar con que el PP se normaliza", dice Serrano, aunque solo sea porque tiene un partido más extremo a su derecha. Incluso el discurso al que ha recurrido Cs a la hora de hacer frente a la situación en Cataluña, considera, centra un poco más al partido de Casado.

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