La crisis política catalana

Sánchez disputa a la derecha la bandera de la “firmeza” frente el 'procés' mientras se multiplican las protestas en Cataluña

Mossos d'Esquadra cargan contra las miles de personas se agolpan ante el Aeropuerto del Prat.

Los estrategas de la Moncloa y del PSOE pusieron este lunes en práctica el plan que han estado preparando cuidadosamente en las últimas semanas con el fin de gestionar el escenario político creado por las condenas que el Tribunal Supremo ha impuesto a nueve dirigentes políticos y sociales catalanes, procesados por la convocatoria del referéndum del 1 de octubre de 2017 y la posterior declaración unilateral de independencia de Cataluña.

Una estrategia dirigida a reforzar la imagen de liderazgo del presidente en funciones, Pedro Sánchez, subrayando su disposición a responder con “firmeza” a cualquier intento del independentismo de aprovechar la situación para desbordar el marco legal establecido, como sucedió hace dos años. Y que tiene como elemento clave no sólo insistir en la idea de que Sánchez no está dispuesto a transigir con los soberanistas sino que los condenados deben cumplir sus sentencias íntegras, lo que significa que no apoyará la concesión de indultos. Un mensaje con el que se anticipó a lo que los líderes del PP y de Ciudadanos, Pablo Casado y Albert Rivera, quisieron trasladar en sus respectivas comparecencias ante la prensa: que los presos no disfruten de ningún beneficio penitenciario.

Con todo, la posición del líder del PSOE sigue distante de la de sus homólogos de la derecha, que desde hace tiempo reivindican medidas más drásticas, como la aplicación inmediata de la Ley de Seguridad Ciudadana para reforzar la coordinación de las fuerzas de seguridad —incluidos los Mossos d’Esquadra— o la activación del artículo 155 de la Constitución para tomar el control de la autonomía catalana. Sánchez reiteró este lunes que no descarta ninguna posibilidad, pero de momento sigue sin considerar necesario tomar medidas adicionales.

No obstante, y en el marco de esta estrategia dirigida a reforzar su liderazgo frente al independentismo, reservó por la tarde tiempo para conversar telefónicamente con Casado y Rivera, además de con el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, para transmitirles su determinación de responder al soberanismo “con firmeza democrática, con proporcionalidad y desde la unidad”. Esto último significa que quiere compartir con ellos las acciones que pueda tomar en los próximos días en función de los acontecimientos y buscar su respaldo.

Fuentes de Moncloa aseguran que las conversaciones con los tres líderes fueron “constructivas” y se llevaron a cabo “en un clima positivo de lealtad institucional”. En ellas Sánchez les transmitió su voluntad de buscar la “unidad de acción” de los partidos frente al independentismo y su deseo de que, “si fueran necesarias medidas excepcionales, éstas deberían ser compartidas por las principales fuerzas políticas”.

A la espera de lo que ocurra en Cataluña, Sánchez garantizó a sus interlocutores que mantendrá la comunicación, pero en principio no tiene intención de convocar una reunión como le pidió el líder de Cs, Albert Rivera.

Casado e Iglesias guardaron silencio sobre el contenido de sus conversaciones con Sánchez. Rivera, en cambio, hizo saber que le había transmitido “todo su apoyo” para que en Cataluña “se cumpla la ley, se garantice el orden público y se proteja a millones de ciudadanos de las acciones de los separatistas”. Pero el líder naranja sigue creyendo necesario que el Gobierno convoque urgentemente a PP y Cs a una reunión para “diseñar una estrategia conjunta” frente al separatismo.

A pesar de las diferencias con PP, Ciudadanos y Unidas Podemos en relación con Cataluña, Sánchez busca maximizar la imagen de unidad de las fuerzas políticas estatales en defensa de la Constitución y del Estatuto de Autonomía y extender el respaldo a la legitimidad del Tribunal Supremo a la hora de dictar sentencia sobre este caso. Y exhibir, si es capaz de conseguirlo, un cierre de filas en torno a la posición del Gobierno.

El presidente y su equipo tienen muy presente que buena parte de la batalla tiene lugar en el ámbito de la comunicación y a escala internacional. De ahí la difusión, desde primera hora de la mañana, de un vídeo con declaraciones en varios idiomas de diferentes miembros del Gobierno en defensa de la democracia española. Y la insólita lectura de su declaración institucional primero en castellano y después en inglés.

La gestión de la crisis

Fuentes de Moncloa otorgaron este lunes una gran importancia a la gestión que el presidente sea capaz de hacer de la crisis política catalana para reforzar sus expectativas electorales después de unos días de estancamiento en las encuestas. La respuesta al procés y la exhumación de Franco serán los grandes argumentos electorales del PSOE en las próximas semanas.

La posición de “firmeza” frente al independentismo de Sánchez y su apelación a que los condenados cumplan la integridad de sus penas no cayeron bien en las filas de las formaciones de izquierda de las que podría depender la formación de mayorías en el Congreso después de las elecciones.

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, consideró la posición del líder socialista como “una prueba más de su apuesta por gobernar con el PP”. En España, recordó en una anotación en Twitter, se indultó al que fuera ministro del Interior en el Gobierno de Felipe González, José Barrionuevo, y al ex secretario de Estado de Seguridad Rafael Vera, a los que calificó de “terroristas” —ambos fueron condenados por su participación en la guerra sucia contra ETA—. Cita también Iglesias otros nombres, como el del general Alfonso Armada, condenado por su implicación en el golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, y recuerda que “el Supremo llegó a pedir el indulto” también para el teniente coronel Antonio Tejero, cara visible del 23F.

El líder de Unidas Podemos cree que la sentencia del Supremo “culmina una etapa crucial de un camino que nunca” se debió recorrer: “El camino de la judicialización de un conflicto político que debió haberse gestionado siempre por cauces políticos”. El problema de fondo, subrayó, sigue ahí, “irresuelto y agravado por las brechas emocionales producto de la manera equivocada en la que se ha abordado la crisis”. Toca “arremangarse y trabajar por reconstruir puentes entre una sociedad catalana dividida y entre parte de la sociedad catalana con la sociedad española”.

En el camino de la reconciliación, defendió, debe andarse con sensibilidad e inteligencia política y “sin excluir ninguna vía que pueda ayudar a ella”, precisó sin mencionar la celebración de un referéndum pactado que forma parte del programa político de su formación. Y entre tanto, añadió, se debe desterrar la idea de una intervención del autogobierno catalán —el artículo 155—, dado que “se ha demostrado fallida y contraproducente”.

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, principal referente del espacio político de Podemos en Cataluña, fue más lejos y defendió la vía “más rápida y efectiva” para lograr la libertad de los condenados. “Pido que no se cierren salidas al conflicto por cálculos electorales”, reclamó en una declaración institucional que ha leído en catalán y castellano desde el Saló de Cent del ayuntamiento.

Por su parte, el candidato de Más País a la Presidencia del Gobierno, Íñigo Errejón, reclamó “un gobierno progresista” que se ponga a trabajar para “restañar una parte de las heridas” producidas por tantos años de dejación. “Hemos llegado a esta situación como resultado del bloqueo y el abandono de la política”, por eso la condena “no es una buena noticia”.

En la misma línea, la líder de Compromís, Mònica Oltra, mostró su tristeza por el fallo y apostó por “un futuro de diálogo y acuerdos”. “Veremos qué dice el Tribunal Constitucional o, eventualmente, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos sobre la sentencia de hoy”, aventuró.

El PNV, otra pieza clave de las alianzas que vendrán después de las elecciones, calificó de “gravísima e injusta” la sentencia condenatoria del Tribunal Supremo a los impulsores del procés y ha pedido la puesta en libertad de los condenados. Lo hizo a través del presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, que también aseguró que la resolución puede hacer “repuntar el conflicto” y quebrar “la convivencia democrática” en el Estado. Ortuzar también pidió a Cataluña que la respuesta que dé sea “firme y serena”, de forma que discurra por “vías pacíficas”.

Con su posición frente a la sentencia, Sánchez quiso hacer frente a una jornada de movilizaciones a diferentes niveles. movilizacionesLa organización Tsunami Democràtic trató de paralizar comunicaciones clave, como la AP-7, las vías del AVE y, sobre todo, el aeropuerto de El Prat. El despliegue combinado de Mossos d’Esquadra y de efectivos del Cuerpo Nacional de Policía lo impidió, aunque no pudo evitar que miles de manifestantes dificultasen los accesos al aeropuerto y obligase a suspender en torno al 10% de los vuelos.

Según el Ministerio de Fomento, el número de vuelos cancelados en El Prat debido a las protestas alcanzó los 108 de los 1066 programados para la jornada por lo que 770 pudieron operarse "con normalidad", el 87%. "Los accesos al aeropuerto por carretera y transporte público a la Terminal 1” estuvieron “bloqueados por los manifestantes", han confirmado desde el ministerio, pero habilitaron procedimientos para poder trasladar a los pasajeros desde la T1  a la T2. En cuanto al servicio de Renfe, Fomento asegura que solo se vio afectada la línea de AVE Barcelona-Girona-Figueres y un total de 30 trenes de líneas interiores.

Los ministros de Sánchez despliegan la visión del Gobierno ante la prensa internacional

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En la capital, 6.000 personas se concentraron en la plaza Sant Jaume —ante el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat— con presencia de Quim Torra y Pere Aragonès. La ANC y Òmnium exigen unidad y una respuesta política e institucional a la altura del "momento histórico". Mientras, unas 25.000 personas, según fuentes municipales, se congregaron ante la Subdelegación del Gobierno en Girona. En Lleida los manifestantes ascienden a los 8.000.

A lo largo de la jornada y de la noche las fuerzas de seguridad se vieron obligadas a cargar contra los manifestantes que trataban de acceder al interior del aeropuerto o que insistían en cortar algunas de las calles del centro de Barcelona.

Nada más conocerse la sentencia, el president de la Generalitat, Quim Torra, remitió sendas cartas al rey y al presidente del Gobiernoremitió en las que les urge a una reunión, asegura que las condenas son injustas y defiende que la sentencia debería dictarse contra quien ordenó las cargas aquél día. "Hoy quien tendría que recibir sentencia son los agresores de aquella jornada. Quien debería ser condenado es quien ordenó la agresión indiscriminada a ciudadanos de paz que no cometían ningún delito con una papeleta de votación en sus manos", expone. A su vez, el expresident Carles Puigdemont hizo desde Bruselas un llamamiento a la movilización no violenta tras conocerse la sentencia, que a su juicio "confirma la estrategia de represión y venganza". Precisamente este lunes el juez Pablo Llarena reactivó la euroorden para reclamar su detención.

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