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La paradoja final del juez Serrano: una ayuda pública sin devolver atrapa al azote de las "paguitas"

Francisco Serrano, en el Parlamento de Andalucía, saluda a Juan Marín (Cs) ante la mirada de Juanma Moreno (PP).

El azote de las subvenciones guardaba en el armario un crédito público sin devolver, obtenido para una fábrica sin terminar. Obsesionado con –contra– las ayudas públicas a feministas, extranjeros y asociaciones de memoria, lo había logrado además en un proceso lleno de irregularidades.

Francisco Serrano, dos veces candidato de Vox a la Junta de Andalucía, presidente del grupo ultraderechista en el Parlamento autonómico, era administrador de una empresa que solicitó y obtuvo una ayuda pública de 2,48 millones de euros para una fábrica de biomasa que tendría que estar funcionando desde mayo de 2018, pero se ha quedado a medio construir y con el préstamo sin devolver.

Serrano logró el préstamo del Ministerio de Industria tras declarar falsamente que era dueño de una maquinaria que en realidad no tenía, según él mismo ha admitido. Esta falsa declaración infló en más de dos millones de euros la cuantía de la ayuda.

Estas informaciones, publicadas por infoLibre [ver aquí, aquí y aquí], han ganado impacto político por cuanto Serrano ha elevado la denuncia contra las "subvenciones", las "ayudas" y las "paguitas" a protagonistas de su acción política. En realidad, son protagonistas de la acción política de Vox en toda España. La idea de que el Estado gasta su dinero inútilmente, que permite además señalar a los colectivos supuestamente beneficiados por este descontrol, es vehicular en toda la ultraderecha europea.

"Promoveré subvenciones y ayudas a pymes y autónomos para que fomenten el empleo, con el adecuado control de su aplicación al fin destinado. Reduciré subvenciones y ayudas públicas indiscriminadas, seleccionando a los que las necesiten, e incrementando así su nivel asistencial", prometía ya en febrero de 2015, poco más de un año antes de montar Bio Wood Niebla, la empresa beneficiaria del crédito reclamado por Hacienda. "Ayudas para el que no tiene recursos y se esfuerza, claro que sí", prometía en mayo de 2015. Serrano afirma ahora, consultado por este periódico, que desconoce el fin de los 2,48 millones que prestó Industria a la empresa de la que era administrador en noviembre de 2016, porque él salió de la compañía en octubre de 2017. "Cuando yo estuve, se hizo la explanación del terreno, un camino, la acometida de agua, un arquitecto hizo el proyecto...", dice.

A Serrano le irritan sobre todo las ayudas a feministas, inmigrantes y familiares de víctimas del franquismo. Esta semana, Toni Valero, coordinador andaluz de IU, le recordaba a través de Twitter la difícil situación en la que ha quedado su discurso, enlazando a una información de este periódico: "Huele mal –escribe Valero–. Además de explicaciones correspondería que diera a Hacienda el dinero que es de todas y todos. Hace falta, entre otras cosas, para subvencionar el buen hacer de innumerables asociaciones feministas y memorialistas".

El eje del discurso de Vox

Las subvenciones –su supuesto descontrol, su reparto ideológico– forman parte de la cabecera del discurso político de Vox. La principal obsesión, que está presente incluso en el programa básico del partido, es la supresión de las subvenciones a los "órganos feministas radicales". Vox también es partidario de suprimir las subvenciones a los partidos políticos, aunque las cobra allí donde le corresponden.

Santiago Abascal, presidente de Vox, suele situar el foco en las subvenciones a los inmigrantes, en el marco de un insistente discurso que vincula la llegada irregular de africanos con inseguridad [ver aquí y aquí mensajes con este contenido en Twitter].

 

Pacto de investidura

En Andalucía, donde el grupo de 12 parlamentarios de Vox está presidido por Francisco Serrano, las subvenciones son una prioridad absoluta.

El acuerdo de investidura entre el PP y Vox, firmado en enero y que sirvió para hacer presidente a Juanma Moreno, recoge en su punto número 9: "Eliminar toda convocatoria de subvenciones a personas físicas o jurídicas que no cumpla evidentes fines de utilidad pública y social". Serrano fue uno de los cuatro firmantes de aquel documento junto a su compañero Javier Ortega Smith y los populares Juanma Moreno –hoy presidente andaluz– y Teodoro García Egea.

Acuerdo presupuestario

El pacto entre PP, Cs y Vox en Andalucía firmado en junio para desbloquear la negociación de los presupuestos de 2019 –ya aprobados– y 2020 –actualmente en negociación– otorga la máxima importancia a las ayudas públicas. El punto 27 del acuerdo se titula: "Revisión completa de los objetivos estratégicos en materia de subvenciones".

El acuerdo señala que con los anteriores gobiernos andaluces, del PSOE, la política de subvenciones ha venido marcada por la "mala praxis", y añade que en Andalucía es necesario "justificar de forma objetiva los fines de utilidad pública y social" de las ayudas.

El acuerdo, por otra parte, crea una subvención para que los andaluces en zonas con inmersión lingüística –como Cataluña– no pierdan sus raíces. Al mismo tiempo, establece una limitación ad hoc para las subvenciones a asociaciones de memoria histórica, cuyas bases fijarán límites sobre la forma en que deben gastarse que no se le exigen al resto de asociaciones.

Vox también ha logrado arrancar al Gobierno andaluz de revisar las ayudas al campo andaluz anteriormente conocidas como "el PER", que el partido de ultraderecha también tiene en el punto de mira.

La cruzada de Serrano

PP, Cs y Vox afirman que con sus medidas están logrando que la política de subvenciones esté menos influida por la ideología. Vox también pone énfasis en Andalucía en la necesidad de más y mejores controles del sector público instrumental.

El más insistente de todos sus parlamentarios en este tema es Francisco Serrano. Sus manifestaciones públicas –en entrevistas, en el Parlamento, en Twitter– tienen su diana más frecuente en las feministas. Y, más concretamente, en las mujeres que denuncian violencia de género, la mayoría de las cuales se benefician "indebidamente" de ayudas, según el juez.

"Vivir del maltrato"

"A las mujeres maltratadas hay que darles todas las ayudas del mundo, claro, pero no se pueden destinar ayudas a cien maltratadas, cuando sólo tres son reales. Claro que hay que destinar ayudas a las mujeres, pero no a asociaciones que viven del maltrato. Una cosa es luchar, como he hecho yo y hace Vox, contra el maltrato y otra vivir del maltrato", declaró a El Mundo en enero del año pasado.

También en enero, en una entrevista con El Confidencial, insistió en su preocupación por el destino real de las ayudas cuando se le entregan a mujeres que denuncian maltrato o a inmigrantes. Algunas frases: "La señora que va y se declara maltratada por el simple hecho de declararlo cobra subvenciones. Y la asociación que hace ese informe cobra también subvención". "Os están engañando a los medios de comunicación, porque todas esas que gritan tienen subvenciones y ayudas no acaban en las víctimas sino en asociaciones que se dedican a hacer el mapa del clítoris". "En Madrid el 38% de ayudas para vivienda la tienen inmigrantes". "Escolarizar a los niños es muy importante. [Entre] una mujer maltratada magrebí que esté en situación irregular y una maltratada de las 3.000 Viviendas, ¿quién tiene preferencia? La magrebí. Una ayuda a la universidad, un carné de conducir... tienen preferencia".

En la misma entrevista, también afirmó que Vox iba a dar ejemplo como partido renunciando a asignaciones públicas: "Hay subvenciones que son necesarias pero otras no y vamos a dar ejemplo".

Contra las ayudas "indiscriminadas"

Donde más frecuentemente se pronuncia Serrano es en Twitter. Ya en febrero de 2015, en la precampaña de su primera tentativa como candidato de Vox a la presidencia de la Junta, mostraba cuál era su visión sobre las ayudas públicas. "Promoveré subvenciones y ayudas a pymes y autónomos para que fomenten el empleo, con el adecuado control de su aplicación al fin destinado", escribía. Es una descripción que se ajusta mal con la ayuda estatal recibida por la empresa Bio Wood Niebla cuando él era administrador de la misma.

 

En la misma campaña de 2015, se comprometía con una medida, también en Twitter: "Reduciré subvenciones y ayudas públicas indiscriminadas, seleccionando a los que las necesiten, e incrementando así su nivel asistencial".

 

Y atacaba al PP con el tema: "En la Andalucía de las paguitas, del fraude de subvenciones y prebendas, ¿quién estará dispuesto a romper tan mafiosa práctica? El PP no, claro".

El tema era protagonista de su discurso en aquellas autonómicas, en las que Vox no obtuvo representación. "La Andalucía de las subvenciones y las paguitas ha de desaparecer", declaró en la emisora Esradio.

Ayudas "para el que se esfuerza"

Su interés en las subvenciones y las ayudas, en su necesidad de limitarlas y garantizar su control y uso adecuado, se ha mantenido con el transcurso de los años. En mayo de 2019, ya como parlamentario, abundaba en este tema, también desde su cuenta de Twitter: "Ayudas para el que no tiene recursos y se esfuerza, claro que sí. Pero café para todos, con independencia de esos dos requisitos, no. Sería injusto, perjudicaría al que lo necesita y sería contrario a una igualdad equitativa y solidaria".

 

No obstante, el foco está especialmente dirigido a las ayudas a las asociaciones feministas. He aquí tres ejemplos de su preocupación por los fondos dedicados a este tipo de organizaciones:

– "Lo que pedimos es que [...] se acaben las subvenciones millonarias a asociaciones que fomentan el feminismo supremacista y las imposiciones ideológicas de la izquierda" (enero de 2019).

 

– "El mensaje de Vox está calando, para que por fin las ayudas vayan a quienes más lo necesitan: las mujeres verdaderamente maltratadas. Los chiringuitos de género deben desaparecer ya de Andalucía y de toda España porque roban recursos y promueven el fraude" (enero de 2019).

 

– "Esta mañana en la Comisión de Igualdad, he denunciado ante la consejera Rocío Ruiz que mujeres a las que se le han archivado las denuncias o absuelto al acusado, siguen percibiendo las ayudas a maltratadas, en fraude de ley" (marzo de 2019).

 

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La trayectoria de Serrano

Serrano, candidato de Vox a la presidencia de la Junta y presidente del grupo parlamentario, dejó de ser portavoz tras la sesión de investidura, dejando el puesto al diputado por Córdoba Alejandro Hernández. A lo largo de la legislatura ha ido aislándose dentro del grupo. Su momento más bajo fue cuando, tras ser reprendido por su partido por una diatriba contra la sentencia condenatoria de La Manada en la que afirmaba que la forma legalmente "más segura" de tener sexo es la prostitución, acabó por renegar de este punto de vista y endosárselas a un subordinado que no identificaba. El juez se cogió entonces, a finales de julio, una baja con sueldo, alegando presión psicológica, y regresó a las puertas de las vacaciones de agosto. Sigue siendo presidente del grupo parlamentario de Vox, aunque ha perdido protagonismo. Salvo en Twitter, donde continúa lanzando mensajes a sus más de 35.000 seguidores.

A raíz de las revelaciones de infoLibre, tanto PSOE como Adelante Andalucía han cargado duramente contra Serrano. Vox se ha expresado con frialdad. El portavoz del grupo, Alejandro Hernández, afirmó: "A día de hoy no tenemos constancia de una actividad delictiva".

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