Investigación

La ocultación de las cuentas borra el rastro de los 2,4 millones públicos concedidos a la empresa del juez Serrano

Francisco Serrano en el Parlamento andaluz en una imagen de archivo.

En las cuentas de 2016 figura que la empresa es deudora de 2,48 millones, que tiene un capital de 7.000 euros y que el resultado del ejercicio fue de -5,10 euros, unas mínimas pérdidas. A partir de ahí, poco más se sabe. ¿Dónde están, en qué se han empleado los 2,48 millones de euros públicos recibidos por Bio Wood Niebla SL? La opacidad de la compañía hace imposible una respuesta.

En el Registro Mercantil no hay cuentas depositadas de 2017 ni de 2018, como ha comprobado este periódico. Por lo tanto, no es posible seguir el rastro del dinero público dedicado a la sociedad. Bio Wood Niebla SL, que recibió una ayuda pública de 2,48 millones cuando estaba administrada por el juez Francisco Serrano para una fábrica que se ha quedado a medio hacer, no ha presentado cuentas de los dos últimos ejercicios cerrados [ver aquí, aquí y aquí los detalles del caso en infoLibre].

Las sociedades mercantiles tienen la obligación de presentar en el Registro Mercantil sus cuentas anuales antes del 31 de julio del año siguiente. Y, cuando no lo hacen, el Registro procede al cierre de su hoja registral, lo que impide la inscripción de la mayoría de los actos. Por tanto, las cuentas de 2017 de Bio Wood Niebla SL se tendrían que haber presentado antes del 31 de julio de 2018; y las cuentas de 2018 antes del 31 de julio de este año. En ambos casos, la responsabilidad de no presentar las cuentas recae sobre el exsocio del juez, Enrique Pelegrín, administrador de la compañía desde que Serrano dejó la empresa en octubre de 2017. El registrador, tal y como marca la ley, ha procedido al cierre de la hoja registral de la compañía.

En otras palabras: Francisco Serrano es responsable –junto a Pelegrín–de las posibles irregularidades cometidas para la obtención de los 2,4 millones de dinero público y también de lo que haya ocurrido con ese dinero hasta octubre de 2017. A partir de esa fecha, la responsabilidad recae en Enrique Pelegrín, lo que incluye la ocultación de las cuentas de la compañía en 2017 y 2018.

El destino de los fondos

Esto impide conocer el destino de los fondos aportados por el Ministerio de Industria, que ahora Hacienda reclama a la empresa después de que la misma no haya terminado en el plazo legal establecido la fábrica de biomasa comprometida ni haya justificado la inversión.

Ni los actuales responsables de Bio Wood Niebla –Enrique Pelegrín y Javier López– ni Francisco Serrano explican a este periódico por qué la empresa no ha presentado las dos últimas cuentas a las que estaba obligada.

"Los administradores tenían que haber hecho un depósito de cuentas justificando dónde está el dinero. Si no lo hacen, tienen que dar una justificación", señala una experta en Derecho Mercantil consultada por infoLibre, que recuerda que el dinero del préstamo de Industria es, "con mucha diferencia", lo más valioso que ha tenido la empresa. "En realidad, el préstamo era prácticamente toda la empresa", recalca.

Hay pocas pistas sobre el destino del dinero prestado por Industria. Bio Wood Niebla no responde cuando se le pregunta por el mismo. El ministerio se limita a señalar que no ha habido ni ejecución en plazo del proyecto ni justificación de la inversión. Serrano, cuando fue consultado por este periódico sobre las inversiones realizadas, respondió: "Cuando yo estuve [de marzo de 2016 a octubre de 2017], se hizo la explanación del terreno, un camino, la acometida de agua, un arquitecto hizo el proyecto...".

En un acuerdo llevado a pleno del Ayuntamiento de Niebla en noviembre de 2018 [ver aquí] para cambiar el contrato de arrendamiento de los terrenos a Bio Wood Niebla por una concesión de derecho de superficie, la compañía declaraba haber sufrido ya sobrecostes de 850.000 euros en tareas como la urbanización del camino de acceso a la factoría, las acometidas de agua y electricidad, los movimientos de tierras y la cimentación. Es de los pocos datos que la empresa ha puesto sobre la mesa. Pero no hay prueba ninguna de que esos datos sean ciertos. Para tener la fotografía completa, harían falta las cuentas.

Las facturas proforma

Bio Wood Niebla SL fue constituida el 30 de marzo de 2016 por el despacho legal del juez, Serrano Abogados de Familia SLP (que suscribió el 60% del capital social), y por otro socio, Enrique Pelegrín (40%). El capital social inicial era de 1.245.000 euros. La mayoría, 1.238.000, un 99,43%, correspondía supuestamente con maquinaria aportada a la sociedad, concretamente un secadero de biomasa aportado por el despacho de Serrano y tres granuladoras aportadas por Pelegrín, según la declaración realizada por ambos administradores ante notario e incorporada al Registro Mercantil. El problema es que la maquinaria, según ha admitido ahora Serrano en un comunicado publicado en Twitter, en realidad no estaba en su poder. No existía [ver aquí toda la cronología del caso].

"Ya en notaría, Enrique Pelegrín aportó facturas proforma referentes a esa maquinaria, lo cual es requisito para pedir el crédito al Ministerio de Industria. [...] Al interesarme por la situación de la maquinaria aportada, me explican que no se ha podido adquirir. [...] Mi falta de confianza en este proyecto empresarial comenzó cuando me di cuenta de que las máquinas que se habían aportado mediante facturas proforma no habían acabado en poder de mi socio, lo que dificultaba que el proyecto de la fábrica pudiera culminarse", explica Serrano en su comunicado, publicado a raíz de la primera información de este periódico.

La obtención de la ayuda

La ayuda fue concedida por Industria el 24 de noviembre de 2016. El plazo para la finalización de la fábrica de pellets –combustible a base de madera– para la que se concedió el crédito del Ministerio de Industria terminó el 25 de mayo de 2018. Industria trató de que la empresa justificase la inversión, sin éxito. Tras agotarse el periodo de devolución voluntaria del crédito, el pasado 22 de julio, el expediente pasó a Hacienda, que ahora reclama el préstamo a la sociedad.

La declaración falsa de maquinaria permitió a Bio Wood Niebla incrementar su capital social de 7.000 a 1.245.000 euros. La orden reguladora de los préstamos del Ministerio de Industria establece que lo máximo que una empresa como Bio Wood Niebla –constituida el mismo año de convocatoria de las ayudas– puede recibir es el triple de su valor. Al haber incrementado el capital social con la maquinaria, la sociedad se libró del tope legal de 21.000 euros que habría tenido con un capital social sólo de 7.000.

La reducción de capital

Una vez obtenida la ayuda, Bio Wood Niebla realizó una drástica reducción de capital. Lo hizo el 30 de diciembre de 2016 mediante la devolución a los socios de la maquinaria aportada en la constitución, según la información del Registro Mercantil. Es decir, se hizo un acto formal de devolución de la maquinaria que –según Serrano– en realidad no había sido adquirida.

El despacho de Serrano recuperó el secadero. Pelegrín recuperó las tres granuladoras. Los bienes devueltos a los socios fundadores suman un valor de 1.238.000 euros, el 99,43% del valor de la empresa. Tras quedarse en el 0,57% de lo que era al nacer, Bio Wood Niebla cerró el año al día siguiente, 31 de diciembre. El patrimonio neto y los fondos ascendían a 6.994,9 euros, resultado de restarle al capital, 7.000 euros, unas pérdidas de 5,1 euros. Son los números de una micropyme.

Pero el crédito obtenido por esta empresa destacaba por su cuantía. De hecho, el apartado más abultado de las cuentas de 2016, las únicas que ha presentado la empresa, es el de deudas a largo plazo: 2.489.000 euros. Se trata, claro, de la deuda contraída con Industria para financiar su planta de pellets en Niebla.

De modo que, en resumen, los hechos ocurrieron así: primero se constituyó la empresa con un capital de 1.245.000 euros, luego se obtuvo un préstamo de 2.489.000 euros, luego se redujo el capital en 1.238.000 euros. Hoy ni la deuda está pagada, ni la fábrica funcionando, ni las obras en marcha.

Serano afirma en su comunicado que la reducción de capital se hizo para "ajustarnos a la legalidad". El quid reside en que ese “ajuste” se produjo el 30 de diciembre de 2016, un mes después de obtener la ayuda de 2,48 millones de Industria (24 de noviembre).

¿Qué ha sido del dinero de Industria, solicitado y concedido con Serrano como administrador de la compañía? El destino dado a los casi 2,5 millones fiados por Industria a la empresa no puede rastrearse fehacientemente, porque Bio Wood Niebla no ha presentado cuentas en el registro ni de 2017 ni de 2018.

Lo que sí se sabe es que a finales de 2017, concretamente el 20 de diciembre, ya con Serrano fuera de la empresa, la supuesta maquinaria vuelve a ser aportada presuntamente a Bio Wood Niebla. En este caso la aporta la sociedad propietaria de Bio Wood Niebla, Proyectos e Inversiones Serralba, de la que Enrique Pelegrín es administrador único. Se trata de un incremento de capital idéntico a la reducción del año anterior. 

Las cuentas de 2016 recogen que la empresa es deudora de 2,48 millones de euros. Si se presentasen las cuentas de 2017 y 2018, la empresa publicaría los movimientos realizados en esos ejercicios. Al no presentarlas, "impide que se sepa a qué han destinado los 2,48 millones recibidos", señala un inspector de Hacienda consultado por este periódico. "Si los hubieran desviado, no se sabría. Tampoco se sabe qué parte han dedicado al objetivo del préstamo, construir la fábrica", añade.

Cierre registral

La Ley de Sociedades de Capital establece que los administradores de una sociedad están obligados a depositar en el Registro Mercantil las cuentas anuales y el informe de gestión. Las cuentas anuales deben comprender el balance, la cuenta de pérdidas y ganancias, un estado que refleje los cambios en el patrimonio neto del ejercicio, un estado de flujos de efectivo y la memoria. El objetivo es ofrecer una "imagen fiel del patrimonio, de la situación financiera y de los resultados de la sociedad". En cuanto al informe de gestión, tiene que contener "una exposición fiel sobre la evolución de los negocios y la situación de la sociedad, junto con una descripción de los principales riesgos e incertidumbres [...]".

El incumplimiento de estas obligaciones por parte de la empresa lleva a lo que se conoce como "cierre registral", regulado en el reglamento del Registro Mercantil. Esta medida implica que no se puede inscribir documento alguno referido a la sociedad mientras el incumplimiento persista (salvo ceses o dimisiones, revocaciones, la disolución, el nombramiento de liquidadores y cualquier asiento ordenador por un juez).

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Esta es la situación a la que ha llegado Bio Wood Niebla, la empresa administrada por Serrano entre marzo de 2016 y octubre de 2017. Así queda recogido en el propio Registro Mercantil: "La Hoja abierta a la expresada sociedad [Bio Wood Niebla] aparece cerrada provisionalmente al encontrarse sin depositar, dentro del plazo establecido, cuentas anuales de la misma [...]". 

En caso de no presentar las cuentas la normativa establece sanciones que, en el caso de una sociedad como Bio Wood Niebla, irían de los 1.200 a los 60.000 euros. Pero la realidad es que el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas, organismo que debe imponer las multas a las compañías incumplidoras, rara vez lo hace.

Ni Serrano ni Bio Wood Niebla han contestado a las reiteradas preguntas planteadas por este periódico para conocer los porqués de las actuaciones de los administradores en relación con la constitución de la empresa, la declaración de la maquinaria, la solicitud del crédito y su uso, la reducción de capital y la falta de presentación de cuentas, entre otras cuestiones.

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