10N | Elecciones Generales

Vox aprieta a PP y Cs para intentar captar al votante más extremista

La secretaria general del Grupo Parlamentario de Vox, Macarena Olona

La foto de los líderes de PP, Ciudadanos y Vox en la plaza de Colón y la que queda de algunos pactos municipales y autonómicos se está emborronando en los últimos días, sobre todo a medida que se acerca el 10N, cuando se celebrarán elecciones generales, y se publican nuevos sondeos electorales. El hecho de que Vox figure en algunas encuestas como posible tercera fuerza más votada está agitando al bloque de la derecha.

De un lado, el partido liderado por Santiago Abascal, aprieta a PP y Cs para intentar captar al votante más extremista, a ese sector que puede estar descontento con algunas actuaciones de Pablo Casado (PP) o Albert Rivera (Ciudadanos). La crisis en Cataluña y la exhumación de Franco son dos de las cuestiones en las que, a priori, más votos puede captar Vox entre electores que se ubican más a la derecha. De otro lado, PP y Ciudadanos intentan el difícil equilibrio de criticar al Gobierno y, sobre todo en lo que afecta a la reacción a la sentencia del procés, asegurar que no se moverán del lado de Pedro Sánchez en lo que tiene que ver con cuestiones de Estado. Un intento inútil si se tiene en cuenta que los socialistas consideran que ambos líderes políticos se están comportando de manera "desleal".

Esta tensión quedó definida de forma clara este martes en la Diputación Permanente del Congreso de los Diputados. Los diputados de Vox acabaron abandonando la sala en la que se reunía el órgano que hace las funciones del Pleno en los periodos no ordinarios de sesiones después de que la diputada Macarena Olona intentara que se debatiera sobre la situación en Cataluña, una cuestión que no estaba en el orden del día. Tras tres llamadas al orden por parte de la presidenta de la Cámara, la socialista Meritxell Batet, la diputada de Vox fue llamada a abandonar la sesión. Pero no se fue sin antes criticar el silencio de PP y Ciudadanos. "¿Y Populares y Ciudadanos se van a quedar callados?", lamentó. "No representáis a España, os representáis a vosotros mismos", pudo escucharse decir a otros miembros de Vox.

Malestar con Vox

Tanto desde el PP como desde Cs afearon a la extrema derecha la escena montada. Especialmente dura en su reacción fue la portavoz en el Congreso de los Diputados, Cayetana Álvarez de Toledo, que calificó lo sucedido de "espectáculo pueril y lamentable". También consideró que el hecho de que Vox "se atreva a decir" que el PP "no defiende a España, la democracia y las fuerzas de seguridad" es "una exhibición colosal de demagogia, de mala fe y de electoralismo".

Por parte de Ciudadanos, la diputada Marta Martín Llaguno definió la actuación de la extrema derecha como "una mala performance y una perversion democrática".

 

Pero no es esta la primera vez que Vox intenta desmarcarse de a quienes han llevado al poder en comunidades autónomas como Andalucía, Madrid, Murcia o el Ayuntamiento de Madrid. En una reciente entrevista concedida a La Razón el líder de Vox, exmilitante del PP vasco, marcaba distancias con PP y Cs: "Aunque la izquierda ha querido hablar del trifachito es mucho más certero hablar del tricentritotricentrito: PP, PSOE y Cs están de acuerdo en casi todas las políticas, sólo Vox ofrece una voz disonante", dijo.

"Nosotros, a lo nuestro"

Las fuentes del Partido Popular consultadas por infoLibre coinciden en que su estrategia no va a variar por la subida de Vox en las encuestas. De hecho, sin querer caer demasiado en el "triunfalismo" recuerdan que ellos también experimentan una subida importante en los sondeos, de hecho crecen mucho más que Vox, pasando en algunas de los 66 escaños del 28 de abril a superar los cien diputados en la Cámara Baja.

"Nosotros, a lo nuestro". Esta es la frase más repetida entre los dirigentes conservadores cuando se les pregunta por el partido de Santiago Abascal. Y recuerdan que no van a cometer "los mismos errores" de la campaña de abril porque la competencia directa con Vox no les funcionó. Para el PP, su principal rival es el Partido Socialista y su estrategia de campaña, a grandes rasgos, va a ser proponer una alternativa "clara" a Pedro Sánchez, muy centrada en la economía sacando pecho de que son un "partido de gobierno" y que sabe gestionar y "sacar a España de la crisis".

"Tanto que hablan de patriotismo y de defensa de España, si de verdad quieren que no gobierne el PSOE, lo que deberían hacer es retirarse de aquellas provincias en las que no tienen apoyos", comenta un dirigente territorial en conversación con este diario.

¿Es compatible la pretensión de no entrar al cuerpo a cuerpo con Vox con la reacción de Álvarez de Toledo de este martes? En el partido no tienen ninguna duda. En ocasiones criticada por sus reacciones, a veces alejadas de la doctrina de Génova, las fuentes consultadas defienden que la portavoz estuvo en su papel haciendo una defensa del Congreso como institución, defendiendo que no es "un circo".

"El partido ha evolucionado"

No obstante, en sectores del PP se observa con especial preocupaciónuna agenda marcada por la crisis catalana y la exhumación del dictador Francisco Franco, que tendrá lugar este jueves a partir de las 10.30 de la mañana.

"El partido ha evolucionado. No somos los mismos que hace seis meses, hemos aprendido de los errores y hay cuestiones en las que no tenemos que perder mucho el tiempo. Si la exhumación de Franco da votos a Vox, pues a lo mejor esos votantes no son recuperables porque el partido de Abascal, si algo tiene, es un electorado fiel. No nos olvidemos del centro, que es por el centro por donde el PP ha ganado sus grandes mayorías absolutas", comenta un veterano dirigente.

Respecto a Franco, la posición oficial de la dirección nacional del PP es la trasladada el lunes en un desayuno informativo organizado por Europa Press. A saber: que es "evidente" que el PSOE quería que la exhumación del dictador se produjese "en campaña electoral y se va a producir" y que ellos, el PP, no van a perder "un solo minuto en hablar de lo que pasó en España hace 50 años".

Más cómodo se mueve el PP en lo que tiene que ver con la crisis catalana, demandando, entre otras medidas –sobre todo reformas legislativas– la activación del artículo 155 de la Constitución a través de un requerimiento a al president Quim Torra y la recuperación, por parte del Estado de las competencias en materia de Prisiones, transferidas a la Generalitat. El partido naranja comparte con el PP gran parte de estas propuestas.

El eje: las políticas económicas

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Pero en lo que el PP quiere poner el foco es en las políticas económicas. Este martes, desde Bilbao, Casado acusó al presidente del Gobierno en funciones de haber mentido a los españoles y a la Comisión Europea al ocultar la desviación de 6.000 millones de euros en las previsiones enviadas a Bruselas. "No quiere reconocer que son recortes en políticas sociales o en subidas de impuestos. En las dos cosas Sánchez es experto", añadió.

 

Y advirtió: "Si no estaremos yendo a una campaña electoral en la que van dopados con el presupuesto público y tapando con una cortina lo que va a tener que hacer para cumplir sus compromisos con Bruselas".

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