10N | Elecciones Generales

El PP gana tiempo a la espera de los primeros pasos de Sánchez pero cuenta con que se incrementen las presiones

Pablo Casado comparece en la puerta de la sede del PP tras conocer los resultados del 10N

Pablo Casado ha convocado para este martes al Comité Ejecutivo Nacional del Partido Popular para analizar los resultados electorales del 10N. Aunque han pasado de 66 a 88 escaños, el resultado tiene multitud de aristas: queda muy lejos de los cien que se habían marcado, Vox se dispara y el bloque de las llamadas "tres derechas" suma menos escaños que el de la izquierda. Con todo, al haber mejorado el resultado desde abril, el PP tendría en su mano, mediante la abstención, ayudar al desbloqueo de la investidura del socialista Pedro Sánchez. Veinticuatro horas después de conocerse el resultado electoral, en la dirección nacional del partido la consigna era que nada se había movido desde la campaña, cuando Casado había dejado claro que "con Sánchez, ni a la vuelta de la esquina".

"Sánchez nos ha metido en el lío, que Sánchez nos saque", resumen las fuentes consultadas por infoLibre. La dirección nacional descarta la abstención aunque es consciente de que surgirán voces internas que así lo demanden. Pero no sólo voces internas, desde el poder económico y empresarial se esperan mensajes llamando a que los partidos eviten unas terceras elecciones. Y Casado, con sus 88 escaños, tiene en su mano una herramienta importante para el desbloqueo.

En el PP no quieren que una reacción precipitada acabe estropeando su estrategia. Y llaman a la calma y a la prudencia. Creen que quien debe dar de nuevo los pasos es Pedro Sánchez. "Nosotros seguimos en la partida, tenemos más cartas", dicen en alusión a su mayor presencia en el Congreso. Y recuerdan: "Nosotros no hemos sido los culpables de las segundas elecciones y tampoco se nos podrá culpar de unas terceras".

En este contexto, recuerdan que, a tenor de las palabras vertidas este lunes por destacados dirigentes socialistas y del Gobierno en funciones, no es a ellos hacia dónde Sánchez dirige la mirada. Se trata de algo que, de momento, les hace ganar tiempo y planear una respuesta para cada una de las opciones que tienen sobre la mesa. Sobre todo porque una de las prioridades es no tomar ninguna decisión de la que pueda beneficiarse Vox, que ha pasado de los 24 a los 52 escaños.Abalos excluye a Vox... y al PP

Abalos excluye a Vox... y al PP

El ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos, fue uno de los que se encargó de trasladar en rueda de prensa las prioridades de Sánchez en cuanto a lo pactos. El también secretario de Organización del PSOE mantuvo que su apuesta no es la gran coalición y que, a su juicio, no hay otra alternativa que un gobierno progresista. "Tratar de articular esta realidad compleja para plantear un gobierno con carácter progresista", dijo.

Excluyendo a PP y Vox de la ecuación, Ábalos sostuvo que su partido mira a Unidas Podemos, Más País, todos los grupos minoritarios, menos los independentistas, y Ciudadanos.

En un sentido similar se pronunció la vicepresidenta del ejecutivo en funciones, Carmen Calvo en una entrevista concedida a Onda Cero: "No, con Casado no".

 

Tras descartar una gran coalición con el PP, Calvo consideró que una de las principales obligaciones de los socialistas es "frenar a la ultraderecha", ya que el PP y Ciudadanos "no lo han hecho". Por ello, apostó por buscar apoyos en "políticas y partidos progresistas como Unidas Podemos o el PNV", aunque dejó claro que con 120 escaños, el Gobierno "lo marcarán" ellos.

El "riesgo" de que Vox se beneficie

"Si llega el momento de debatir sobre si ayudamos a desbloquear la investidura, no podemos perder de vista el riesgo de que Vox intente beneficiarse de ello", valora un parlamentario elegido este 10N.

Precisamente, el líder de la extrema derecha, Santiago Abascal, no perdió este lunes la oportunidad de hurgar en la herida de la situación endiablada en la que está el PP: dividido entre quienes creen que deben facilitar la investidura de Sánchez poniendo un "alto precio" y quienes creen que no hay que ceder.

El presidente de Vox aseguró que él "entendería" una abstención de PP y Cs que permitiera gobernar a Pedro Sánchez, pero descartó que su partido sea necesario para evitar unas terceras elecciones. "La gobernabilidad no es responsabilidad de Vox, los españoles nos han votado para que hagamos oposición. Votaremos en contra de cualquier gobierno liderado e integrado por el PSOE" dijo.

A ojos de Abascal, PP y Cs "comparten muchos postulados" con los socialistas en asuntos como la memoria histórica, la "ideología de género", la inmigración o el Estado de las autonomías. Además, calificó de "poco patriótico" que los conservadores puedan abstenerse para no dejar a Vox como el único partido de oposición, informa Europa Press.

Este diario ya ha informado de que amplios sectores del PP consideraban que un buen resultado de Vox dificultaría una abstención del PP por lo que podría implicar a la hora de favorecer que Abascal se erigiese en líder de la derecha.

"Tener la estrategia clara"

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Pese a que, de momento, el debate no gira en torno a la posición del PP, los dirigentes consultados coinciden en que Casado y su equipo de máxima confianza deben pensar todos los escenarios posibles, aunque no apuesten por ellos, y estudiar las condiciones que podrían poner a Sánchez en el supuesto de dar pasos en la dirección de permitir un gobierno socialista. "Se trata de pensar si entraríamos en el Ejecutivo, si no entraríamos. No es nada tan sencillo como dar un sí o no. No es tan fácil", señala un dirigente provincial. La misma fuente recuerda que no hay que perder de vista lo que le ha pasado a Ciudadanos entre el 28A y el 10N –bajar hasta los 10 escaños–. "Por eso es importante tener clara la estrategia, marcarla y no moverse", añade.

Quienes en el PP creen que Casado no tiene otra "salida" que luchar por el desbloqueo por "sentido de Estado" defienden que el gesto no puede ni debe ser gratis. Pero que los ciudadanos no entenderían otra postura. Este martes, en el Comité se comprobará si los barones dan un paso al frente demandando un gesto del PP o si creen que ahora, con 88 escaños y con unas elecciones gallegas y vascas a la vuelta de la esquina, conviene no moverse.

De momento, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, ya ha pedido "responsabilidad" y no excluir la abstención del PP para facilitar un gobierno del PSOE.

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