El Colegio de Arquitectos mantiene en el limbo la decisión de investigar si Rocío Monasterio ejerció como arquitecta sin serlo

La presidenta de Vox Madrid, Rocío Monasterio, en noviembre de 2019.

Dos semanas después de la primera información sobre cómo la dirigente de Vox Rocío Monasterio firmó planos como arquitecta varios años antes de obtener el título y de colegiarse, la junta de gobierno del Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM) mantiene en el limbo las incógnitas de por qué no ha abierto una investigación por iniciativa propia para averiguar qué pasó realmente y la de si finalmente lo hará. 

Los estatutos del COAM señalan que entre las funciones del colegio figura la de "actuar de oficio" contra los colegiados que incumplan su articulado y las restantes normas por las que se rige la institución. Los mismos estatutos definen como infracción grave el "ejercicio de la profesión sin cumplir los requisitos para realizar actuaciones profesionales" o, lo que es lo mismo, el intrusismo profesional. Algunas de las informaciones publicadas hasta la fecha sobre las supuestas irregularidades en que incurrió Monasterio durante la pasada década aparecen respaldadas con la reproducción de documentos. En uno de ellos, reproducido por El País, la firma de la portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid aparece junto a la cualificación profesional de “arquitecto”. En otro, difundido por eldiario.es, su rúbrica queda bajo la antefirma de “dirección facultativa”.

Este martes, un portavoz oficial del COAM aseguró a infoLibre que la decana, Belén Hermida, “trasladará la próxima semana a la junta de gobierno la carta” de denuncia suscrita y entregada el día 5 por José Manuel Calvo, concejal de Más Madrid y que fue máximo responsable de Urbanismo durante el mandato de Manuela Carmena.  “La junta –prosiguió la fuente oficial– analizará esa carta”

¿Significa lo anterior que el órgano de gobierno del COAM decidirá en esa reunión, cuya fecha exacta no conoce este periódico, si abre o no diligencias para esclarecer lo sucedido, que es lo que reclama Calvo? Para esa pregunta, formulada con reiteración, no hubo respuesta. Tan solo, que el concejal también se ha dirigido a la comisión de deontología, “un órgano independiente –dijo el portavoz– que resuelve las denuncias presentadas contra los colegiados e impone las sanciones disciplinarias que correspondan”. La comisión de deontología está integrada por nueve miembros, todos ellos elegidos por sorteo entre todos los colegiados y dividida en tres tramos de antigüedad en la colegiación. Constituye, por tanto, un órgano ajeno a la estructura de poder que reside en la junta de gobierno y que desde mayo preside la decana Belén Hermida.

La carta de Calvo

En su misiva a la decana, el edil Calvo recuerda en su condición de arquitecto que el artículo 5 de los estatutos del colegio indica que el COAM ha de velar "por la ética y dignidad profesional y por el respeto debido a los derechos de los particulares". Ese mismo precepto atribuye al COAM la potestad de "ejercer la facultad disciplinaria en el orden profesional y colegial". La entrega de su carta a la decana, que Calvo llevó personalmente, suscitó "incomodidad", resume el edil en conversación con este periódico.

Pero, además del concejal de Más Madrid, también un colectivo de arquitectos, Nuevo COAM,  ha reclamado a la junta de gobierno que “se pronuncie indicando que se realizará una investigación interna” para averiguar si la dirigente de Vox firmó planos como arquitecta cuando todavía no había obtenido el título ni estaba por tanto colegiada y autorizada para ejercer esa profesión. Con 10 de los 75 miembros que conforman la junta de representantes del COAM –una especie de Parlamento–, Nuevo COAM difundió a través del canal oficial de comunicación interna del colegio una nota el 1 de noviembre: no menciona el nombre de Monasterio pero traza un relato inequívoco y exige una investigación interna.

Nuevo Coam estuvo capitaneado en las elecciones de mayo por Fernando Landecho, que fue coordinador de Ciudadanos en Madrid hasta que abandonó la formación naranja tras la controvertida alianza alcanzada con el partido irlandés Libertas para los comicios europeos de 2009. En conversación con este periódico, Landecho confirmó que el comunicado, fechado el pasado día 1, se refiere a la portavoz de Vox. "Ante una alarma como la generada, debe haber una investigación", dijo. "Con todas las cautelas debidas" hasta que se averigüe qué pasó. Pero debe haberla. "Es –agregó Landecho– la oportunidad de decirle a la opinión pública que el colegio interviene" si conoce la existencia de posibles irregularidades.

También Pilar Pereda, que en las elecciones al decanato encabezó la candidatura del colectivo ADN COAM –nueve asientos en la junta de representantes–, aboga por una investigación interna. "Creo que el colegio deberá esclarecer los hechos en beneficio de todos los arquitectos y de la propia colegiada".

Sobre la petición de Nuevo COAM, el portavoz colegial remarcó lo siguiente: que “en decanato, sólo se ha recibido una carta firmada por el concejal José Manuel Calvo y dirigida a la decana”.

Pese a la insistencia de este periódico, el COAM ha declinado explicar si la junta de gobierno considera al colegio facultado para investigar lo ocurrido por iniciativa propia, pese a que los estatutos del colegio preceptúan que se actuará “de oficio” contra “aquellos colegiados que incumplan estos estatutos”.

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Cuando el diario El País informó de que Monasterio había estampado su firma como arquitecta en 2003 pero que en realidad obtuvo el título en 2009, la dirigente de la formación ultraderechista respondió así: "No recuerdo si en 2003 era arquitecta".

Una vez que ya habían trascendido varios casos de proyectos en los que habría desempeñado el papel de directora de obra y cuya ejecución carecía de los permisos correspondientes, Monasterio mostró sus notas a través de las redes sociales para acreditar que había cosechado sobresalientes y matrículas de honor. Pero hasta ahora no ha refutado la afirmación sustancial de las informaciones que la han situado en el ojo del huracán, aunque el PP y Ciudadanos, que gobiernan Madrid con el apoyo de Vox, sostienen que este es un asunto personal. Y esa afirmación sustancial es la de que ejerció como arquitecta sin poseer el título que habilita para ello.

Ni Monasterio ni su marido, el también dirigente de Vox Iván Espinosa de los Monteros, han desmentido tampoco que varias de las promociones inmobiliarias que desarrollaron se han visto inmersas en problemas urbanísticos y legales por falta de licencia.

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