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Investigación

La inmobiliaria de Espinosa de los Monteros fue condenada por impago en una obra que dirigió Monasterio antes de ser arquitecta

El secretario general de Vox y candidato la Alcaldía de Madrid, Javier Ortega Smith, el líder de la formación, Santiago Abascal, la candidata a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Rocío Monasterio, y el jefe de campaña, Iván Espinosa de los Monteros

La Audiencia Provincial de Madrid condenó en septiembre de 2013 a la empresa Metaphore Project Management SL, inmobiliaria de Iván Espinosa de los Monteros, por impago de lo que debía a un subcontratista a quien cinco años antes –junio de 2008– había encargado trabajos en una obra donde Rocío Monasterio intervino "en todas las fases constructivas como dirección facultativa". Extraído de la sentencia, el entrecomillado anterior pertenece precisamente a los argumentos que Metaphore Project Management esgrimió en la causa. Los manejó en su intento por evitar la confirmación de una sentencia previa que le obligaba a abonar los 12.644 euros más intereses exigidos por la empresa acreedora, así como las costas del procedimiento. 

Como ya han acreditado varios casos desvelados en los últimos días, la portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid no podía en 2008 ejercer aún como arquitecta. Y no podía legalmente porque no presentó su proyecto de fin de carrera (PFC) hasta octubre de 2009. Según publicó también el diario El País, Monasterio no se colegió hasta el 21 de diciembre de ese año. Ambos pasos son imprescindibles en una profesión cuyo ejercicio requiere de un título habilitante.

Pero la resolución judicial, que condena en firme y por la vía civil a la inmobiliaria de Espinosa, hace constar su triple condición de "testigo-perito""directora de la obra" y "esposa del representante legal" de la empresa demandada, que a su vez era "el propietario de la vivienda que rehabilitaba bajo la dirección técnica" de su mujer. Es decir, Iván Espinosa de los Monteros. Fuentes jurídicas confirmaron el viernes a infoLibre que Metaphore no presentó recurso de casación ante el Tribunal Supremo.

La sentencia, fruto del recurso interpuesto por Metaphore contra la condena en primera instancia, refleja así los hechos: "La contratista Metaphore ejecutaba obras en la vivienda sita en calle (...) de Madrid y subcontrató a Lotum, según presupuestos aceptados por Metaphore el 25 de junio de 2008, de 30 de mayo de 2008 y 10 de junio de 2008, la realización en la cubierta terraza de la vivienda de unas obras consistentes en "tratamiento de impermeabilización de cubierta".

El demandante, una empresa denominada Lotum SA, acudió a los tribunales cuando se percató de que Metaphore no pensaba pagarle la cantidad pactada por esa cubierta en una vivienda de Espinosa de los Monterios localizada en la Fuente del Berro de la capital, una zona de chalés cercana al centro. La empresa de Espinosa de los Monteros adujo que Lotum había desarrollado mal el trabajo. Pero la sentencia sostiene que era Metaphore la que debería haber demostrado tal extremo. Y que lejos de hacerlo, enarboló el testimonio de Rocío Monasterio como prueba esencial. Pero ese testimonio  –se quejó en su recurso la empresa del dirigente de Vox– ya lo había considerado "parcial" el juez que dictó la condena en primera instancia.

El testimonio de Monasterio

La resolución de la Audiencia recoge el argumento central de Metaphore: que el juzgado otorgó "mayor veracidad probatoria" al testigo de Lotum SA que a la declaración de Rocío Monasterio, cuyo  testimonio "trata de parcial por el hecho de que es esposa del representante legal de la demandada, cuando es amplia e importante su trayectoria profesional y seriedad en el sector e intervino en todas las fases constructivas como dirección facultativa, por lo que conoce directamente lo que sucedió"

Este periódico contactó el jueves con Lotum SA, cuyos portavoces declinaron pronunciarse sobre el litigio con el portavoz parlamentario de Vox. La formación ultraderechista tampoco respondió.

En septiembre, eldiario.es desveló que el Ayuntamiento de Madrid había ordenado la clausura del chalé de lujo donde reside la familia de Espinosa de los Monteros y Monasterio porque el inmueble carece de licencia. Esa mansión, muy alejada de la construcción de la Fuente del Berro que originó la sentencia por impago de 2013, se ha librado de momento: el consistorio madrileño ha concedido a la pareja un año para legalizar el nuevo proyecto presentado. 

Ese, conocido el 10 de octubre, parecía ser el último eslabón en la cadena. Pero al día siguiente vio la luz el primer caso de irregularidades urbanísticas que han marcado a particulares y empresas que adquirieron inmuebles en operaciones donde intervino la pareja dirigente de Vox. Así, el 11 de octubre, El País publicó que construyeron y vendieron sin licencia un bloque de lofts. Desde entonces, se han sumado a la lista de episodios accidentados otros casos con un denominador común: la ausencia de algún permiso urbanístico, lo que repercutió negativamente sobre quienes habían efectuado la compra. Como publicó luego infoLibre, una empresa llegó a sentar en el banquillo a Espinosa de los Monteros por estafa, pero ni la Fiscalía acusó ni quienes se consideraban víctimas del engaño recurrieron cuando el político fue absuelto. 

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Los casos de venta de inmuebles sin licencia que involucran a la pareja han hecho aflorar agudas contradicciones sobre el papel jugado en la trayectoria del dirigente ultraconservador por su inmobiliaria Metaphore Project Managment SL, hoy denominada Premium Capital Management SL. La versión oficial aportada en febrero por Espinosa de los Monteros sostiene que, en 2007, este se encontraba ya trabajando en Polonia de lunes a viernes, a donde se había marchado "en 2006" acosado por sus "muchas deudas" y los reveses sufridos como "autónomo". Pero, lejos de cimentar la versión de su administrador único, las cuentas de la sociedad para esos dos ejercicios–públicas y depositadas en el Registro Mercantil–  la cuestionan abiertamente. Por ejemplo, en 2007 la empresa anotó ingresos de 1.282,512,76 euros y un beneficio después de impuestos de 186.854,19 euros.

Fue el pasado 14 de febrero cuando Espinosa de los Monteros engarzó en Twitter un relato que lo presentaba como uno más de los muchísimos autónomos arruinados por la crisis en la pasada década. El político escribió un hilo de 14 tuits. En esa secuencia de mensajes, el político narró que tras múltiples tribulaciones –en 2001 llegó a estar "recién quebrado", dijo– "tocaba hacer las maletas" y marcharse a trabajar a Polonia, donde permaneció "entre 2006 y 2013". "Fueron años de madrugar los lunes a las 04.00 para coger el vuelo a Varsovia de las 06.00. De pasar la semana a -20ºC y regresar los viernes por la noche". 

Espinosa lanzó esa cadena de mensajes como respuesta a una información de eldiario.es donde se desvelaba la alianza en sendas empresas inmobiliarias que había mantenido, primero, con uno de los condenados en el caso Gürtel, Jacobo Gordon. Y, luego, con Andrés Guillamot, un asesor fiscal vinculado a otra figura clave para la trama de Correa, José Ramón Blanco Balín, y condenado él mismo por delito fiscal en otro caso de corrupción tributaria.

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