La nueva legislatura

El Gobierno cree que hay margen para acercar posturas con Esquerra y conseguir que facilite la investidura

PSOE y Unidas Podemos creen que hay margen suficiente, a través del territorio común del diálogo, para que Esquerra Republicana acepte facilitar con su abstención la investidura de Pedro Sánchez y con ella la formación de un Gobierno progresista de coalición que ponga en marcha la legislatura.

La primera reunión entre la portavoz socialista, Adriana Lastra, y su homólogo republicano, Gabriel Rufián, concluyó sin avances, pero en disposición de seguir hablando. Tanto los socialistas como la formación morada creen que podrán convencer a Esquerra para que se abstenga sobre la base de una oferta de diálogo político. El PSOE opina que es viable incluso retomar los términos de la Declaración de Pedralbes, Declaración de Pedralbesque los republicanos han citado como un buen punto de partida para buscar un acuerdo que les haga pasar del "no" a la investidura a la abstención. Pero siempre y cuando las demandas de ERC no desborden el límite de la legalidad ni incluyan demandas que el PSOE no está dispuesto a aceptar, como la concesión de indultos a los presos del procés, señalaron a infoLibre fuentes del Ejecutivo.

Esquerra será decisiva para que Sánchez sea reelegido, sobre todo si, como parece, PSOE y Unidas Podemos son capaces de conseguir el voto favorable del PNV, Más País, Compromís, ¡Teruel Existe!, PRC, BNG, Coalición Canaria y Nueva Canarias. A falta de un acuerdo detallado, los contactos mantenidos con la cuatro primeras formaciones apuntan a un desenlace favorable para los socialistas y todo hace indicar que, si el PSOE atiende sus demandas, las reuniones con cántabros, gallegos y canarios, que tendrán lugar entre el viernes y el lunes, seguirán el mismo camino.

Pedralbes es más que aceptable también para el PSC. La presidenta de la Diputación de Barcelona, la socialista Núria Marín, aseguró este jueves a la Cadena SER que puede “ser un punto de partida sobre el que podemos avanzar hacia un acuerdo que permita gobernar España e impulsar las políticas que necesitamos”.

En los próximos días todo apunta a que Esquerra vivirá un intenso debate interno entre los partidarios de dar una oportunidad a un Gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos y quienes opinan que es el momento de tensar la cuerda y elevar la apuesta soberanista.

Los republicanos siguen insistiendo básicamente en dos demandas: la creación de una mesa de diálogo a partir de la Declaración de Pedralbes, firmada por Sánchez y el president Quim Torra en diciembre de 2018, y el abandono de lo que denominan “soluciones penales”, en referencia a las acciones impulsadas por el Gobierno instando al Constitucional a actuar contra el Parlament y la Generalitat en materias que considera fuera del marco de la legalidad estatutaria. O, en general, cualquir actuación que lleve a cabo la Fiscalía en contra de los soberanistas.

“Es evidente que todo lo que conduzca a soluciones penales e intentar limitar el conflicto político a una cuestión de Código Penal, aleja el acuerdo. Todo lo que sea tratar el conflicto político como una cuestión política, acerca el acuerdo”, declaró el vicepresident del Govern, Pere Aragonès en una entrevista en Onda Cero.

El propio Sánchez ya aparcó este jueves el compromiso de penalizar la convocatoria de referéndums ilegales alegando la necesidad de llegar a acuerdos con Unidas Podemos, lo que a su vez abre la puerta a que el PSOE dé marcha atrás también en las otras dos promesas que levantan ampollas en Esquerra: modificar la ley audiovisual para acabar con “el sectarismo” en TV3 y la puesta en marcha de una asignatura obligatoria de educación en valores civiles, constitucionales y éticos.

Flexibilidad

Para avanzar en el diálogo, insistió Aragonès, Pedralbes es un “buen punto de partida. Podemos desarrollar ese acuerdo porque establecía un esquema de salida política”. Esquerra, avanzó el vicepresident catalán, puede “ser flexible” sobre los términos de esa hipotética mesa, siempre y cuando los convocados a ella tengan “libertad para poner encima de la mesa la solución” que prefieran, “que los acuerdos tengan seguridad jurídica y que haya garantías de cumplimiento”.

Con todo, no será fácil que ERC cambie de postura. Las CUP ya presionan para que ERC venda cara su abstención y ya han pedido a los de Oriol Junqueras que no faciliten la investidura. No sólo a Esquerra, también a JxCat, Catalunya en Comú-Podem, PNV, Bildu, Compromís y BNG, a los que ha planteado una especie de frente común para bloquear la legislatura hasta que PSOE y Unidas Podemos acepten amnistiar a los presos del procés y reconocer el derecho de autodeterminación.

Aunque su interlocutor en Cataluña sigue siendo Esquerra, el coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, defiende la propuesta de las CUP. En una entrevista concedida a Radio Euskadi Otegi calificó de “altamente decepcionante” el preacuerdo firmado por Sánchez e Iglesias para formar gobierno. Así que solo facilitará la investidura —en realidad EH Bildu no es imprescindible en la suma de mayorías— a partir de “una agenda democratizadora” que incluya autodeterminación y amnistía para los presos.

Del otro lado, también han empezado a aflorar las voces más críticas con el preacuerdo de Gobierno. Podemos Andalucía no disimula su “desconfianza” hacia el PSOE, e insiste en que hubiese sido “más seguro” y “más inteligente” alcanzar con los socialistas un acuerdo de legislatura antes que un Gobierno de coalición.

El presidente de Castilla-La Mancha, el socialista Emiliano García-Page, recuperó su distancia con Sánchez para rechazar que partidos independentistas puedan tener la posibilidad de condicionar la legislatura. A su lado se alineó el expresidente Felipe González quien, pese a reconocer que no conocía el texto del preacuerdo PSOE-UP, criticó un supuesto reparto de cargos en el Gobierno antes de hablar del programa porque la casa “se construye desde abajo, no se construye por el tejado”. Más duro todavía fue el expresidente extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra, que amenazó con darse de baja en el partido si Sánchez “forma Gobierno con Podemos, ERC y los independentistas”.

No obstante, también hubo voces a favor del preacuerdo PSOE-Unidas Podemos. El presidente de la Comunitat Valenciana, Ximo Puig, replicó a Page diciendo que “no se trata de depender del independentismo, como no se trataría de depender del PP o de Cs, se trata de que este gobierno que es el que más suma, y el único posible, eche a andar”. Igualmente a favor de Sánchez se pronunció la líder del PSOE andaluz, Susana Díaz, que no dudó en pedir a todos los partidos del arco parlamentario que permitan que el Gobierno liderado por Sánchez eche a andar. Díaz negó “fisuras” con su líder nacional asegurando que confía, cree y apoya a Sánchez “porque tiene clarísimo que quiere ser presidente por el bien de España, en la defensa de la unidad del país y en el marco de la Constitución, y lo ha dejado claro con la firma del preacuerdo” con Iglesias.

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