El debate sobre la extrema derecha

El doble discurso de Casado con Vox: de evitar "cordones sanitarios" a cargar contra el "populismo de derechas"

Pablo Casado interviene ante el plenario del congreso del PP Europeo en Zagreb (Croacia).

Pablo Casado parece dispuesto a darle una de cal y otra de arena a la extrema derecha después de que Vox obtuviera 52 escaños en las elecciones generales. Cuando en julio de 2018 llegó a la Presidencia del Partido Popular tras la moción de censura avanzó que una de sus prioridades iba a ser unificar a todas las que estaban a la derecha del Partido Socialista. A saber: Ciudadanos y Vox. El pésimo resultado de Cs el 10N –10 escaños– supone que este partido ha dejado de ser un problema para el PP. De hecho, ya piensan en crear canales de colaboración que culminen en una especie de fusión. Con la extrema derecha la relación es más complicada y está plagada de aristas. ¿Debe Casado marcar claras distancias y "aislar" a Vox como piden dirigentes territoriales o debe normalizarlos? El debate está abierto en el seno del PP. Pero Casado, que es el que tiene la última palabra sobre la estrategia a seguir, no parece dispuesto a poner en marcha ese "aislamiento", ese "cordón sanitario" de forma clara. Y opta por intentar mantener un difícil equilibrio.

La posición de Casado a día de hoy es contradictoria. De un lado, se niega a tejer un "cordón sanitario" frente a Vox que les deje fuera de la Mesa del Congreso de los Diputados. De otro, alerta contra los populismos, los de izquierdas, pero también los de derechas. Ambas cosas han ocurrido con una diferencia de menos de 24 horas.

Este jueves, el presidente del PP pronunciaba un discurso en Zagreb (Croacia) en el congreso del PP Europeo (PPE) y lanzó claras advertencias contra el "populismo de derechas", algo que fue interpretado como críticas a las formaciones de extrema derecha como la presidida por Santiago Abascal.

Un disfraz de populista

"Frente al populismo no hay que disfrazarse de populista. Frente a las soluciones fáciles para problemas complejos, no podemos doblar la apuesta. Tenemos que decirles que son inaceptables con los valores y principios que construyeron Europa. El Partido Popular Europeo es la mejor vacuna contra los populistas", subrayó. 

Además de considerar que tanto el "populismo de derechas" como el "de izquierdas" están poniendo "en riesgo" los fundamentos de la propia Unión Europea, insistió en que esos movimientos intentan "buscar enemigos: Europa para los brexiters; brexiters; los inmigrantes para aquellos que pretenden construir muros más altos que una presión demográfica que no entiende de color de la piel, sino de renta". Vox ha abogado por la construcción de un muro en las fronteras de Ceuta y Melilla.

También, sin citar a Vox, puso sobre la mesa uno de los principales elementos del argumentario de la extrema derecha: "Otro rasgo identitario que estamos sufriendo es la ideología de género. Hay populistas que reniegan de ella, hay socialistas que pretenden imponer la división a hombres de mujeres [sic] intentando decir que la izquierda es quien más ha luchado por la igualdad. No es cierto, no admitamos lecciones de la izquierda a la hora de defender los derechos y las oportunidades de las mujeres".

Este es precisamente el discurso que le piden a Casado desde las direcciones territoriales: que desmonte todos los discursos de Vox y que les saque los colores cada vez que aboga por cuestiones que están fuera de la ley o la Constitución.

¿Y Vox en la Mesa del Congreso?

No obstante, de forma paralela, sólo un día antes, el miércoles, y también desde Zagreb, el líder del PP se negaba a poner en marcha un "cordón sanitario" contra Vox en el órgano de Gobierno de la Cámara Baja, como pretenden PSOE y Podemos.

Preguntado sobre la intención de socialistas y morados de que la extrema derecha no se siente en la Mesa del Congreso, algo para lo que serían necesarios los votos del PP, Casado mantuvo que el PP nunca participará de "cordones sanitarios frente a partidos constitucionalistas", dando a entender que no bloqueará que la extrema derecha se siente en el órgano de gobierno de la Cámara con un peso a acorde a sus 52 diputados.

"No podremos negociar nada con partidos que estén en la ilegalidad, en la inconstitucionalidad. Pero no vamos a hacer lo que criticamos", dijo sobre los "cordones sanitarios".

Este diario ha informado de que dirigentes territoriales del PP exigen que se marquen "distancias claras" con Vox en el nuevo Congreso. Las demandas pasaban por "aislar" a la extrema derecha. "Con un partido que quiere liquidar la Constitución no hay convergencia posible", señalaba uno de estos dirigentes en conversación con infoLibre.

Negociaciones sin comenzar

¿Significa esto que el PP pondrá de su parte para que el partido de Santiago Abascal se siente en la Mesa y que coordinará su estrategia de votos para este órgano de la Cámara con la extrema derecha? En la dirección nacional de los conservadores aseguran que, a día de hoy, no ha habido ningún tipo de negociación al respecto. Pero que no van a poner en práctica la maniobra de "aislamiento" que el PSOE está desplegando contra el PP.

En un intento de deshacerse de las presiones para que sea un elemento activo en el desbloqueo político que le llegan incluso de sectores del PP, Casado y su equipo más próximo subrayan que no hay que perder de vista la sucesión de los acontecimientos. Y que Pedro Sánchez y sus ministros llevan tiempo insistiendo en que "con Casado, no". Hasta el punto de que su primera opción ha sido intentar un Gobierno de coalición con Pablo Iglesias y los independentistas sin ni siquiera trasladárselo al líder del principal partido de la oposición.

En el PP creen que el debate sobre el reparto de poder en la Mesa del Congreso ha aflorado estos días por decisión de los socialistas para restar efecto a la sentencia sobre el escándalo de los ERE en Andalucía.

"No se trata de poner la alfombra roja a la extrema derecha. Pero tampoco nos dejemos arrastrar por lo que diga el PSOE. Ellos están negociando con Unidas Podemos y, en base a esas negociaciones, querrán que Iglesias esté lo mejor representado posible en la Mesa. Podemos habla de presos políticos en Cataluña. ¿Es esto más admisible o menos admisible que el hecho de que esté Vox?", se pregunta un veterano dirigente conservador.

El órgano de gobierno de la Cámara se conformará el próximo 3 de septiembre, día en el que se constituirán Congreso y Senado y echará a andar la XIV Legislatura.

'No' a la investidura de Sánchez

También en Zagreb, Casado fue bastante más claro respecto al papel que jugará el PP en la gobernabilidad de España. El jefe de los conservadores mantuvo que Sánchez no podrá contar con él ni para una abstención ni para un gobierno de coalición, pero que sí podrá hacerlo a la hora de acordar pactos puntuales de legislatura en materia de Presupuestos, pensiones, cuestiones sociales o "aplicar la ley en Cataluña"

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Con este posicionamiento, el líder del PP se distancia de los barones que le piden que se siente a hablar con Sánchez por "sentido de Estado". Los españoles les han puesto en la oposición, como principal partido, como "alternativa" y es ahí donde van a estar, explican en la dirección nacional. ¿Podrá Casado mantener fija esta posición si a Sánchez no le dan las cuentas porque los independentistas se desmarquen? Las fuentes consultadas coinciden en que el líder del principal partido de la oposición no puede quedar como el culpable de llevar a España a unas terceras elecciones, pero que tendría que poner unas condiciones "muy serias" para el desbloqueo.

El riesgo de esta operación estaría en hasta qué punto permitir un gobierno del PSOE engordaría o debilitaría a Vox. Y cómo esto afectaría a los gobiernos autonómicos en los que Vox sostiene a PP y Ciudadanos en Andalucía, Comunidad de Madrid y Murcia.

Pero no sólo el PP podría salir mal parado de un contexto como el descrito. Hay cargos del PP que creen que Sánchez y el PSOE pueden equivocarse si dirigen su mirada a Casado en el supuesto de que fracase con Unidas Podemos y los independentistas. "¿Ha calculado el presidente del Gobierno qué pasaría si sus militantes le tiran en la consulta un intento de investidura en el que el PP sea necesario?", se pregunta un diputado electo el pasado 10N.

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