Nos gustaría enviarte notificaciones de las últimas noticias y novedades
El magistrado no encuentra pruebas de que el dinero salido de las cuentas del Zaragoza fuera destinado a los jugadores del Levante por dejarse perder en el partido disputado el 21 de mayo y, por tanto, rechaza que ese encuentro fuese amañado. Así, absuelve a los 42 acusados del delito de corrupción deportiva.
Sin embargo, se ha condenado a dos directivos del club aragonés por falsedad en documento privado: el expropietario, Agapito Iglesias, y el ex director financiero Francisco Javier Porquera, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana en su cuenta de Twitter. A cada uno de ellos les impone un año y tres meses de prisión.
El magistrado ha determinado que ambos directivos justificaron fraudulentamente la salida de 1.730.000 euros de las cuentas del Zaragoza con el pago de primas especiales a sus jugadores por lograr la permanencia en Primera División. El pago de esas primas no era real y se fingió "para ocultar la salida del dinero ante la inminente declaración de concurso de acreedores de la entidad", explica el TSJCV.
La sentencia recoge que Iglesias y Porquera acordaron que se contabilizaran "mendazmente" esas disposiciones de efectivo "como si se tratara del pago a los jugadores del Zaragoza de una prima especial por permanencia en Primera División". Asimismo, decidieron que luego se confeccionaran "nóminas y un recibí colectivo, firmado por el capitán del equipo, que las justificaran documentalmente, tanto externamente frente a la Agencia Tributaria, como internamente, dentro del concurso, frente a los administradores concursales y acreedores".
El juez exculpa de esta maniobra a un tercer acusado, el exconsejero del Zaragoza SAD Francisco José Checa, porque entiende que no consta que actuara realmente como consejero desde su nombramiento, "al margen de las funciones que, como trabajador del club, encargado del área social, venía desempeñando previamente y que no incluían ninguna intervención en el área financiera de la entidad".
Por otro lado, el titular del Juzgado de lo Penal 7 de Valencia no aprecia pruebas suficientes para determinar que el partido disputado entre el Levante y el Zaragoza —que se saldó con un resultado de 1-2, lo que permitió al equipo maño mantener la categoría— fuese amañado.
Las tesis del amaño las sustentan las acusaciones en tres pruebas: la declaración del presidente de la Liga de Fútbol Profesional, Javier Tebas, como denunciante tras haber tenido conocimiento de este supuesto por tres vías, un informe de la Agencia Tributaria que pone de manifiesto un descenso generalizado en las extracciones de dinero en efectivo y pagos con tarjeta en jugadores del Levante y el informe estadístico presentado por la Liga.
Sin embargo, el juez considera que Tebas es únicamente un "testimonio de referencia" que no se ha visto corroborado por otros testigos como los directivos del Levante, el Deportivo de la Coruña o el Villarreal, entre otros, a los que aludía en su denuncia.
Por otro lado, los informes de la Agencia Tributaria que reflejan un descenso en las retiradas de efectivo de sus cuentas por parte de los jugadores del Levante en las semanas posteriores al partido "constituyen un indicio incriminatorio válido del posible amaño", pero no permiten "afirmar sin ningún género de dudas que constituyen prueba bastante de la comisión del delito de fraude deportivo con el que se le relaciona", añade el magistrado.
Además, añade que si se considerara probado que los 1,7 millones de euros se lo repartieron entre 18 jugadores del Levante acusados, cada uno habría recibido más de 96.000 euros, "suma que ni por aproximación resulta justificada por lo que resulta de tales informes".
Del mismo modo, tampoco la grabación del partido revela "indicios claros o inequívocos del posible amaño denunciado", pues éste transcurrió "dentro de los cauces de la normalidad y no hay ninguna jugada destacable, relevante para el resultado final, que pueda relacionarse lógicamente y de acuerdo con los principios de la experiencia con un posible tongo".
En este caso, apunta además que en este supuesto confluían circunstancias "extraordinarias" dado que el Levante había logrado su permanencia, por lo que "parece evidente" que los jugadores afrontarían el encuentro "con mucha mayor relajación que su rival".
Esa conclusión se ve reforzada por el testimonio del árbitro de partido, "un testigo privilegiado" que no advirtió, al igual tampoco lo hicieron sus auxiliares, "ninguna conducta extraña o sospechosa en los jugadores de uno u otro equipo, ni que los jugadores del Levante fueran pasivos o se dejaran ganar".
42 acusados
www.infolibre.es ISSN 2445-1592