El futuro de Ciudadanos

Igea apura los plazos para desvelar si competirá por el liderazgo de Ciudadanos

La portavoz de Cs en el Congreso, Inés Arrimadas, comparece ante la prensa.

Y. G.

Ciudadanos afronta una semana clave para su futuro. A finales de semana –jueves en el caso de Galicia y viernes en el caso de Euskadi– se cumple el plazo para el registro de las coaliciones electorales. Y el partido naranja debe decidir hasta qué punto mantiene su exigencia inicial de no llegar a acuerdos de colaboración con el Partido Popular que no pasen por una alianza global para las autonómicas en Galicia, País Vasco y Cataluña.

De forma paralela, también se acortan los plazos para la presentación de candidaturas a la presidencia del partido. En menos de 10 días, el 26 de febrero, se sabrá si Inés Arrimadas es la única aspirante a sustituir a Albert Rivera o si el sector crítico da un paso al frente con una candidatura alternativa.

Hasta la fecha, el dirigente de Ciudadanos con más papeletas para plantar cara a Arrimadas es Francisco Igea, vicepresidente de la Junta de Castilla y Léon. Él mismo ha alimentado esta posibilidad asegurando que se presentará al congreso si el modelo de partido que plantea la actual portavoz de la formación en el Congreso de los Diputados no cambia.

Igea parece dispuesto a agotar al máximo el plazo antes de desvelar si concurre al congreso. La elección del Comité Ejecutivo de la nueva etapa de Ciudadanos está fijada para los días 7 y 8 de marzo. Y la V Asamblea de Ciudadanos se celebrará el fin de semana siguiente, los días 14 y 15 de marzo

La candidatura ganadora, que será el nuevo Comité Ejecutivo de Ciudadanos, tomará posesión durante la V Asamblea General.

La Asamblea será el foro en el que se vote la enmienda a la totalidad planteada por Igea y otros críticos a la propuesta de Estatutos de la gestora, un órgano controlado por Inés Arrimadas. Fuentes conocedoras del proceso apuntan a lo complicado de que el texto alternativo reciba luz verde. 

Entre otras cuestiones, la enmienda aboga por dar más poder a los militantes. Por ejemplo, a la hora de elegir a sus líderes territoriales.

El respaldo a este documento es una de las formas en las que Igea puede medir la temperatura de los apoyos a su eventual candidatura. Hasta la fecha, habría logrado el apoyo de unas 100 agrupaciones de las 860 que tiene Cs. Fuentes de la gestora ponen el énfasis en que son poco más del 10%, mientras que en el sector crítico destacan que la enmienda sólo se debatió en algunas agrupaciones y el apoyo es por tanto "significativo".

"Nuestro principal problema es la falta de participación. En España nuestra enmienda ha ganado en Cataluña, en muchas agrupaciones en Barcelona; en Madrid, en Lugo, en Murcia, en las dos grandes de Zaragoza capital... Los hechos dicen que hay un porcentaje muy amplio de la militancia, una muestra significativa, a pesar de que es un proceso súper complicado, que quieren cambiar el sistema", declaraba Igea este fin de semana en una entrevista a La Gaceta de Salamanca.

En la misma entrevista, Igea considera "un error estratégico el acercamiento de Ciudadanos al PP en Cataluña y en el País Vasco", algo que aprobó la gestora de su partido.

Además, este jueves hay una convocatoria del Consejo General del partido naranja para dar un verde a una modificación de los estatutos que permita celebrarse la Asamblea de marzo en un escenario de inminentes citas electorales. 

Las normas de funcionamiento interno de Cs establecen, en su artículo 19, que no pueden celebrarse estos cónclaves en los cuatro meses anteriores o posteriores a cualquier cita ante las urnas. 

Si hubiera acuerdos de coalición con el PP este mismo jueves, el Consejo General de Cs aprovechará la reunión para ratificarlos.

Este fin de semana –22 y 23 de febrero–también hay una cita importante para el futuro de los liberales. Se celebra la votación de compromisarios de la Asamblea. El proceso para elegirlos comenzó este lunes con la apertura de candidaturas. 

Las relaciones con el PP: Feijóo, el principal obstáculo

Esta semana culmina el plazo para que, en el supuesto de lleguen a un acuerdo, Partido Popular y Ciudadanos registren coaliciones electorales para concurrir a las elecciones gallegas y vascas del 5 de abril.

Este lunes las posturas seguían bastante distantes. El partido naranja aseguraba que no estaba dispuesto a moverse de su posición inicial. A saber: si hay pacto debe ser a tres, para las vascas, las gallegas y las futuras elecciones catalanas, todavía no convocadas y todo pasa por candidaturas de coalición.

Poco o nada se ha movido el partido liderado por Pablo Casado. Los conservadores van de la mano de su presidente gallego y aseguran que para las elecciones a la Xunta de Galicia no pueden presentarse listas conjuntas ni que se diluyan las siglas del PP añadiendo el nombre de Ciudadanos a la candidatura o buscando un nuevo nombre, como el Galicia Suma del que se habló en un principio.

Alberto Núñez Feijóo ha sido insistente en la idea de que el PP que lidera ya representa el espíritu de Galicia Suma y que tanto los votantes de Cs en Galicia como sus militantes tienen las puertas de la formación abiertas del par en par. 

Cs están intentando, sin éxito, presionar a Casado para que fuerce a que Núñez Feijóo se abra a una coalición. Pero Génova no tiene en mente dar ningún paso al respecto. El presidente de la Xunta es el único barón conservador que gobierna con mayoría absoluta y en sectores del PP se ha instalado la idea de que, en Galicia, a Feijóo podría perjudicarle una alianza preelectoral con Cs.

Otra cosa es el caso del País Vasco, donde Alfonso Alonso, presidente del PP de Euskadi, ya ha intentado a alianzas de este tipo en las dos últimas elecciones generales.

El equipo de Casado no lo da todo por perdido en el País Vasco, pese a que en los últimos días se han ido desinflado las posibilidades de llegar a un pacto. En este territorio, a diferencia de en Galicia, las siglas no son un obstáculo. La única línea roja es la foralidad. Cs tendría que recorrer el mismo camino que recorrió en Navarra para concurrir bajo el nombre de Navarra Suma, coalición integrada, además de por el partido naranja, por PP y Cs. En sus orígenes, los liberales se oponían al Concierto vasco.

Sin escollos en Euskadi

En las filas conservadoras mantienen que la cuestión de la foralidad no sería un gran escollo, precisamente por el antecedente de Navarra.

En los próximos días se verá hasta qué punto la gestora de Cs mantiene como línea roja que las coaliciones se cierren en bloque

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Como recordaban este lunes desde la dirección del PP, ellos y Ciudadanos son expertos en cerrar los acuerdos en el último minuto, tal y como ocurrió, por ejemplo, a la hora de firmar el pacto por el que José Luis Martínez-Almeida (PP) fue elegido alcalde de Madrid.

En el caso de Galicia, el pacto para el registro de coaliciones vence el jueves. En el del País Vasco, el viernes. 

De momento, Cs ha puesto en marcha su maquinaria interna y para el próximo fin de semana ha convocado primarias para elegir a los candidatos para Galicia y Euskadi ya sobre la hipotésis de que no triunfen los pactos de coalición con el PP. 

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