Techo de cristal, suelo pegajoso y riesgo de acoso: la desigualdad de género que también se sufre en el periodismo

Faltan apenas tres días para el 8 de marzo, Día de la Mujer. Ese día se cumplirán justo dos años desde la primera huelga feminista de 24 horas y las mujeres de toda España volverán, otra vez, a salir a las calles. Y por el mismo motivo: la desigualdad que sufren en todos los ámbitos de su vida, también el laboral, del que no se salva ninguna profesión. Tampoco la periodística. Así lo ha vuelto a poner en evidencia la Plataforma en Defensa de la Libertad de Información (PDLI) que, junto a Ideara, ha publicado este miércoles el Estudio sobre mujeres periodistas en España [que se puede consultar en este enlace]. A través de la realización encuestas, entrevistas y grupos de discusión, la organización ha sacado a la luz lo que hay detrás de las portadas, las pantallas y los micrófonos: techo de cristal, suelo pegajoso y probabilidades de ser acosadas.

Ellas continúan ocupando puestos intermedios o bajos porque los cargos directivos siguen inundados de hombres. Lo perciben y lo sufren directamente, ya que del total de mujeres encuestadas más de la mitad se dedica a la producción de contenidos de información o entretenimiento, mientras que sólo el 11,5% lleva a cabo funciones de coordinación o dirección. Y tienen complicado que algún día consigan hacerlo. Según revela el informe, la probabilidad de promoción o ascenso es muy baja, independientemente de la empresa de la que se hable. "El 78,9% de las periodistas que llevan más de cinco años en su empresa también llevan más de cinco años en su puesto actual", lamenta el estudio. Por eso sólo el 3,8% de las profesionales perciben el ascenso como algo que ocurrirá seguro o con toda probabilidad y el 95,6% que los puestos directivos están mayoritariamente copados por sus compañeros. Casi todas las mujeres encuestadas (88,2%), además, atribuyen estas diferencias a desigualdades estructurales y a estar condicionadas por la esfera privada.

Esas circunstancias, lógicamente, son las que explican en parte la existencia de la brecha salarial. Según el estudio, el 66,5% de las mujeres creen que los hombres perciben mejor salario que las mujeres. Una situación que perciben todas, independientemente de la edad que tengan o de si están o no trabajando. 

Mayor exigencia, propia y externa y más probabilidad de sufrir acoso

Estas son las circunstancias que, según confiesan las encuestadas, hacen que sientan que están sometidas a mayores niveles de exigencia que sus compañeros. El 75,8% cree, en este sentido, que existen diferencias entre lo que se espera de una periodista mujer y de un periodista hombre. Eso por la parte externa, pero es que las profesionales también confiesan autoexigirse más. Así, casi seis de cada diez manifiestan que lo hacen y que, además, en ellas se consideran defectos algunos de los rasgos valorados positivamente en sus compañeros, como la agresividad profesional.

Las mujeres denuncian, por otro lado, que también tienen más probabilidades de ser acosadas en redes sociales. El 44,8% declara haberlo sufrido y el 32,3% haber visto cómo otra compañía lo hacía. "Tras sufrir el acoso, la medida más frecuente consiste en bloquear o silenciar las cuentas o perfiles origen del acoso, llamando la atención que casi el 16,5% no haya hecho nada, y que sólo el 6,9% haya informado o denunciado a la policía", señala el estudio. 

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Debe solucionarse

Por eso hay un elevado nivel de acuerdo entre las encuestadas en que hay que hacer algo para fomentar la igualdad. Por ejemplo, el 29,3% aboga por la implantación de planes de igualdad en todas las empresas, mientras que el 21,2% considera positivo la incorporación de mayores medidas de conciliación en el ámbito profesional. "También se hace patente la necesidad de introducir una perspectiva de género tanto dentro de las instituciones como en la elaboración de las noticias para minimizar el poco reconocimiento del que gozan las mujeres", dice la PDLI.

Porque una gran mayoría de las encuestadas también aseguraron que reciben un trato diferente por ser mujeres, también, por parte de las fuentes. "Existe la percepción generalizada de que a menudo las fuentes consideran a las mujeres periodistas menos profesionales que a los hombres, o incluso que pueden ser objeto de actitudes que sobrepasen lo puramente profesional", denuncia el estudio.