Sánchez anticipa “semanas duras” y advierte: hará “lo que haga falta, cuando y donde haga falta” para atajar la crisis

“Haremos lo que haga falta, cuando haga falta y donde haga falta” para frenar la expansión del virus Covid-19 que, hasta la noche del martes, había infectado en España a 1.639 personas y contribuido a la muerte de 36 de ellas. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quiso enviar un mensaje de contundencia a los ciudadanos en su primera comparecencia sobre la crisis del coronavirus después de participar por videoconferencia en en una reunión extraordinaria del Consejo Europeo en torno a esta emergencia sanitaria, para la que la UE quiere movilizar un fondo de 25.000 millones de euros. En esa cita, Sánchez pidió a la Unión Europea, entre otras medidas, que flexibilice los límites de déficit y de deuda para poder hacer frente a una crisis sanitaria y económica cuya duración e impacto, aseguró, es imposible de calcular en estos momentos.

En rueda de prensa, Sánchez anticipó algunas de las medidas que su gobierno plantea poner en marcha el jueves después de reunirse con los agentes sociales y que situó en el marco de un “plan de choque” en el que, aseguró, el Ejecutivo lleva semanas trabajando.

El presidente citó cinco objetivos. En primer lugar, la protección del bienestar de las familias trabajadoras. Apoyo en esta situación facilitándoles la reducción de las jornadas laborales y con ayudas para el cuidado de menores derivados de cierres de centros educativos. En segundo lugar, garantizar el suministro de medicamentos y la producción de medicamentos y el acceso al material sanitario porque “el 50% de la producción mundial de medicamentos genéricos proviene de China y podría haber un problema de desabastecimiento si no se toman medidas”.

El tercer bloque de medidas tiene que ver con la protección del empleo en sectores que sufran caídas temporales de demanda. Para ello se adoptarán procedimientos de flexibilidad laboral para que las empresas puedan hacer frente a las dificultades productivas o sanitarias sin recurrir a los despidos, mediante reducciones de jornadas o ajustes temporales. “El Gobierno”, subrayó, “estará vigilante para que no se haga un uso inadecuado de estas medidas en detrimento de los derechos laborales.

El Ejecutivo facilitará líneas de crédito para las empresas y el cumplimiento de las obligaciones tributarias de las empresas mediante aplazamientos y moratorias. El Gobierno “no permitirá que tensiones de liquidez temporal se vuelvan problemas de solvencia”. Por último, el Consejo de Ministros imulsará medidas de apoyo a sectores como el turismo y el transporte, “muy relevantes y sensibles a la situación actual”.

Sánchez se esforzó en poner en valor la calidad del sistema sanitario y la unidad de los gobiernos de España y de las comunidades autónomas así como el compromiso de todos los partidos de contribuir a solucionar la crisis. E hizo un llamamiento específico al “deber cívico de los ciudadanos” para que “cumplan al pie de la letra” las recomendaciones. “Vamos a tener semanas difíciles” y “duras”, advirtió, pero España saldrá adelante “reforzada” si “cada persona cumple a rajatabla” y contribuye no sólo proteger su salud sino la de sus vecinos y familiares.

Como ya hiciera el ministro de Sanidad por la mañana, el presidente explicó que todas y cada una de las medidas y las decisiones que se han ido tomando, por consenso entre administraciones de diferente color político, se basan en recomendaciones y criterios científicos y técnicos y tienen como único objetivo proteger la salud y la vida de las personas a la vista de una situación que va cambiando cada día.

La reunión extraordinaria del Consejo Europeo tuvo lugar poco después de una reunión del Consejo de Ministros en el que el Gobierno aprobó nuevas medidas para tratar de atajar la epidemia, algunas de ellas con efectos para toda España y otras destinadas a hacer frente a la enfermedad en las zonas de riesgo, aquellas en las que la propagación del virus sigue evolucionando sin control, como son las comunidades de Madrid y La Rioja y las localidades alavesas de Vitoria y Labastida.

A la prohibición de vuelos procedentes de Italia, efectiva a partir de las 00:00 horas del miércoles, el Gobierno ha sumado la suspensión de viajes del Imserso durante un mes y la prohibición de asistencia de público a eventos deportivos. También se ha aprobado un decreto ley que permitirá proteger a los aislados en sus casas para que pasen a tener una baja laboral en las mismas condiciones que si hubiesen sufrido un accidente laboral.

Al mismo tiempo, en las zonas de transmisión significativa (las comunidades de Madrid y La Rioja y los localidades alavesas de Vitoria y Labastida) los eventos a puerta cerrada de más de 1.000 personas también se suspenden. Y los locales con actividades “de ocio, culturales y similares” con capacidad por debajo de esa cifra sólo podrán acoger a un tercio de las personas que establezca su aforo.

Cierre de centros educativos

Previamente, el pasado lunes, Sanidad ya había anunciado la decisión de cerrar todos los centros educativos en las zonas de riesgo por un periodo de quince días. Y había solicitado a las empresas que, en la medida de los posible, pusiesen en marcha mecanismos de teletrabajo y de flexibilización horaria para evitar las concentraciones de personas. Además de recomendar que se eviten los viajes que no sean estrictamente necesarios.

A este paquete de medidas seguirán con toda probabilidad otras decisiones en los próximos días. Por ejemplo en relación con grandes concentraciones de personas. A última hora de este martes se comunicó el aplazamiento de las Fallas. Y la Feria de Abril o las procesiones de y actos religiosos de la Semana Santa están amenazados.

De momento, los padres de las zonas de riesgo tendrán que hacerse cargo de sus hijos a partir de este miércoles sin saber cómo afrontar la situación porque el Gobierno no tomará medidas compensatorias hasta el jueves, cuando se celebre un Consejo de Ministros extraordinario en el que está previsto tomar decisiones económicas. Previamente y ese mismo día el presidente Sánchez se reunirá con los sindicatos y con la patronal. La ministra portavoz, María Jesús Montero, no quiso anticipar su contenido, pero sí hizo referencia a medidas para limitar la destrucción de empleo con la excusa del coronavirus, así como para limitar el impacto de la epidemia en la economía. La lucha contra la enfermedad es “una prioridad”, subrayó Montero, así cono habrá ninguna limitación presupuestaria para hacerle frente.

La comparecencia de Sánchez tuvo lugar casi dos días después de que la derecha, política y mediática incorporase la crisis del coronavirus a su batería de críticas contra el Gobierno.

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El secretario de Economía del PP, Daniel Lacalle, tachó las medidas anunciadas por el Gobierno de “cosméticas” porque según el no incluyen propuestas de apoyo a los ciudadanos, a los autónomos y a las empresas que se encuentran ante un “riesgo de quiebras en dominó”. El PP reclama “reducciones de impuestos, cuotas y cargas fiscales”.

El presidente de Vox, Santiago Abascal, acusó directamente al Gobierno de “irresponsabilidad, falta de escrúpulos e incapacidad” por haber “ocultado”, según él, la gravedad de la crisis y haber permitido la celebración de actos multitudinarios durante el pasado fin de semana, como el mitin organizado el partido ultra en el Palacio de Vistalegre de Madrid.

La presidenta electa de Cs, Inés Arrimadas, reclamó a Sánchez que convoque “de manera urgente” una videoconferencia de presidentes autonómicos para coordinar la actuación frente al nuevo coronavirus y que plantee un “plan nacional de actuación consensuado” frente a la epidemia para imponer sus criterios a los de las comunidades.