Coronavirus

La sanidad pública madrileña batalla con el virus al límite de su capacidad en urgencias y con escasez de recursos

Imagen del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, en Madrid.

La sanidad madrileña batalla por demostrarse robusta. El coronavirus ataca de lleno en la Comunidad de Madrid, que hasta este miércoles registró 1.024 contagios y 31 fallecimientos. En ese escenario, que se instala en la "contención reforzada", los profesionales sanitarios pelean por atender a la ciudadanía con unos recursos que se resienten con el paso de los días y el avance del virus. A última hora de la tarde de este miércoles Sanidad ha anunciado la distribución inmediata de mascarillas quirúrgicas en hospitales y centros de salud.

Los sindicatos hablan con la cautela que impone la emergencia. La gestión, reconocen, es compleja y las aristas del problema se multiplican. Sin embargo, ponen de relieve las carencias que hoy se hacen más visibles y que beben de años marcados por los recortes, pero también de lo que consideran una falta de planificación evidente. Profesionales sanitarios de grandes hospitales como Puerta de Hierro o la Fundación Jiménez Díaz consultados por infoLibre admiten problemas de sobrecarga y saturación en urgencias, pero no riesgos de colapso "al menos por ahora". De hecho, señalan que se están produciendo numerosas anulaciones y aplazamientos de citas previas y pruebas médicas "a iniciativa de los propios pacientes, que prefieren no acudir a los hospitales si no es imprescindible".

Otras fuentes conocedoras de la situación en los centros sanitarios madrileños creen urgente la puesta en marcha de nuevas medidas por parte de la Comunidad de Madrid. El mensaje de los profesionales, aseguran, apunta a un temor explícito de cara a un posible desbordamiento futuro. "No hay material y hace varios días que el teléfono está colapsado", añaden las mismas fuentes, quienes recuerdan que entre 2008 y 2015 Madrid se consolidó como la única comunidad sin una dirección general de Salud Pública y que cerca del 35% del personal está en situación de temporalidad. En una situación normal, "las costuras ya están tensionadas", pero todo el escenario previo indicaba que "no estábamos preparados para la epidemia y tampoco parece que hayan planificado contar con suficientes reservas de material básico para garantizar la salud del personal sanitario".

Este martes, el doctor José Ramón Arribas, jefe de Infecciosas del Hospital La Paz, advertía en redes sociales que los hospitales se están "quedando sin equipos de protección" y se pueden "quedar sin camas de UVI". La respuesta, decía, "frente a Covid-19 debe ser prioridad nacional".

Sobre el desabastecimiento de material hablaba la propia dirección general de Salud Pública de la Comunidad de Madrid, a través de una carta publicada este martes por la Cadena Ser. En la misiva, la responsable Yolanda Fuentes reclamaba al Gobierno de Pedro Sánchez la distribución de material para cubrir el desabastecimiento que pesa sobre los hospitales, un problema que la misma autora de la carta tachaba de "gravísimo". Los profesionales, rezaba el texto, se enfrentan a "una grave situación de desabastecimiento de Equipos de Protección Individual (EPI) que en el caso de la Comunidad de Madrid puede ser crítica esta próxima semana".

Ante la falta de material, la responsable de Salud Pública solicitaba que "la entidad nacional a la que corresponde autorice y adecúe las especificaciones técnicas al material que realmente" hay disponible en el mercado. Igualmente, pedía valorar la posibilidad de emplear material "que ya tiene vencida la fecha de utilización" y estudiar "la posibilidad real de fabricación de algunos materiales en el territorio español". Finalmente, la autoridad madrileña requería "solidaridad entre estados miembros" para dotar de material a los países vecinos.

A última hora de la tarde de este miércoles, el Ministerio de Sanidad anunció la compra y reparto inmediato de 410.000 mascarillas quirúrgicas y de protección respitatorias. De todas ellas, un total de 130.000 van destinadas a los hospitales y centros de salud de la Comunidad de Madrid. El departamento de Salvador Illa también confirmó un segundo reparto en los próximos días de 500.000 mascarillas más y la compra internacional de cantidades mayores.

Cuidar a los profesionales

Julián Ordóñez, secretario de Sanidad de FeSP-UGT Madrid, pone por delante el "continuo contacto con la administración" para trasladarle "el mal funcionamiento" que constata su sindicato y que, en parte, se explica "por el hecho simple de la propia epidemia y su progreso". Para Ordóñez, el principal problema tiene que ver con el déficit de EPI, los primeros signos de "saturación" y "falta de camas", además del colapso de los teléfonos de ayuda.

"Hay un desabastecimiento muy importante de material de aislamiento" y los profesionales sanitarios "lo están pasando mal", decía Fernando Hontangas, presidente de Sanidad de Madrid en la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) horas antes del anuncio de Sanidad sobre el reparto de material de protección sanitaria. El sindicalista señala también la "importante demora" que está experimentando la línea telefónica y los problemas derivados "no sólo en hospitales, sino en Atención de Primaria con el tiempo de espera cuando hay sospecha o incluso con el retraso en los traslados de ambulancias".

Para Hontanga, resulta fundamental poner la vista sobre los profesionales. La propia Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca la importancia de reforzar la protección en ese sentido y recalca la prioridad de los métodos barrera ante cualquier sospecha de contagio. "Como no hay recursos, sólo se utilizan una vez se confirma" la transmisión, algo que va "contra toda lógica". Hontanga retrata a un personal sanitario "exhausto y con miedo", que además debe lidiar con otras cuestiones como la conciliación. Ahora mismo, completa, "hay que cuidar del personal sanitario", especialmente teniendo en cuenta que "el problema progresa mucho más rápidamente que las decisiones de la administración".

Y aunque por el momento "hay capacidad para atender" a los usuarios, lo cierto es que "hay urgencias peores que otras" y los especialistas temen "el colapso que se pueda dar de aquí a unos días". A esta conclusión llegan ambos portavoces, que echan en falta una previsión rigurosa de las administraciones desde el mismo momento en que el problema empezó a avanzar en la ciudad de Wuhan (Hubei, China). Para Ordóñez, el verdadero obstáculo habita en la "saturación que puede venir de aquí en adelante viendo la progresión de la enfermedad y la escasez de recursos".

Avances a contrarreloj

La Comunidad de Madrid no se mantiene ajena a los problemas que dibujan los expertos. Rosa Cuadrado, secretaria general de la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO de Madrid, relativiza el reparto de responsabilidades y pone en valor los esfuerzos por solventar los problemas. "Al final planificar algo que nunca ha pasado es difícil", concede. En una situación como la actual, con alteraciones diarias, la gestión se torna compleja. Sin embargo, el sindicato se mantiene firme en lo que dice haber reclamado siempre: la puesta a disposición de "los medios de protección para cada uno de los puestos profesionales".

En conversación con este periódico, Cuadrado enumera los logros alcanzados hasta ahora. "Se ha conseguido que el aislamiento o ingreso de todos los profesionales contagiados sea considerada una contingencia profesional", celebra, pero también que "se dotase de recursos humanos suficientes" a los hospitales. Este miércoles, la Consejería de Sanidad anunció un refuerzo de los recursos humanos con 1.658 contrataciones, de las cuales 707 responden a una prolongación del plan de invierno y otras 951 son una respuesta específica al coronavirus. Además, con el objetivo de paliar los problemas en el teléfono gratuito (900 102 112), la Comunidad de Madrid aumentará a 200 los operadores disponibles a partir de este jueves.

Cuadrado destaca también las medidas relativas a la "desprogramación de la actividad quirúrgica no urgente", una decisión que parece "adecuada en el punto en el que estamos". Los mecanismos para sacar adelante una situación compleja no serían eficaces, remacha la sindicalista, sin un vigoroso sistema de salud público. Estar a la altura de la situación sólo será posible, entiende, cuidando el modelo público y sus fortalezas.

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La misma lectura tiene su reverso: años de privatización y recortes han apuntalado los déficits del sistema. "La disminución de personal y de recursos consecuencia de los recortes han sido un caldo de cultivo", lamenta Hontangas. En Madrid, el porcentaje de hospitales privados con ánimo de lucro asciende al 42,2% en 2019, de acuerdo al Catálogo Nacional de Hospitales de 2019. El mismo informe revela que el 22,3% de las camas disponibles se encuentran en este tipo de hospitales.

Respecto al papel de la red privada, Ordóñez reconoce que "está haciendo lo que se esperaba: lo mínimo posible y lo mínimo imprescindible". A la primera sospecha, denuncia, "están derivando al sistema público", algo que "no es culpa de los profesionales, sino de la gestión privada y el pensamiento empresarial". Coincide en esa denuncia Hontangas, quien destaca que es en el sistema público "donde están los medios y donde no hay interés económico prioritario". Ambos estiman que Salud Pública deberá determinar cuáles deben ser "las acciones que se tienen que llevar en cada uno de los ámbitos".

Desde la Consejería de Sanidad responden a infoLibre que "no hay datos" sobre planes a futuro en cuanto a los centros privados. Tampoco están al tanto de los problemas de desabastecimiento, aseguran. Respecto a los planes ante un previsible avance del virus, recalcan estar actuando "según las necesidades de la población en cada momento específico". Finalmente, rechazan responder a las críticas de los sindicatos y ponen en valor las acciones que en los últimos días se han ido acometiendo con el fin de "paliar una situación excepcional a nivel mundial".

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