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Coronavirus

Luz al final del "pasillo": Sánchez busca sus Pactos de la Moncloa para sellar la "reconstrucción" de "lo común"

Pedro Sánchez durante la reunión con el comité técnico de este sábado.

Los más cercanos y los que lo conocen bien son muy cautos a la hora de analizar cualquiera de sus gestos, porque el presidente del Gobierno es tan críptico como resistente, pero este sábado vieron a un Pedro Sánchez de rictus más sereno y menos preocupado. En Moncloa, un búnker semidesierto donde quedan pocas personas en favor de una estructura absolutamente descentralizada y en red, la sensación de esta semana ha sido agridulce. Por una parte, las muertes no paraban de aumentar, siendo varios días cercanas al millar. Por otra, la tasa de crecimiento de casos confirmados, la estadística que se ha convertido en el marcapasos del presidente, ha comenzado a dar buenas noticias. "Hace tres semanas se expandía diariamente por encima del 20% y hoy esta, afortunadamente, en un 6%", explicó el propio Sánchez en rueda de prensa. La red de hospitales, de momento, también resiste.

Sánchez comienza a ver la luz al final del túnel. O, más bien, de un enorme "pasillo" que separa al confinamiento de un paseo al aire libre en la primavera posterior a la pandemia. "Cuando lo expertos hablan de desescalada, entendedlo como una transición, no vamos a salir de nuestra casa, vamos a tener que recorrer un pasillo. Ese pasillo será más largo o más corto en función de la eficacia de las medidas que tomemos y, sin duda alguna, también del grado de cumplimiento", según él.

No habrá día después al coronavirus. Porque ya nada será igual, porque la transición a la normalidad de movimientos puede durar meses y años en cuanto a la mitigación de la crisis. Pero el Gobierno comienza ya a prepararla, moderadamente satisfecho por la unidad del Ejecutivo (la situación habría sido muy diferente con Unidas Podemos fuera) y más centrado en la gestión de la crisis que en rebatir las críticas de la oposición.

El mensaje de Sánchez de este sábado fue mixto. Por una parte, habló de un largo "pasillo" hacia la nueva normalidad, sea cual sea su naturaleza, pero al mismo tiempo anunció que a partir del 9 de abril volverán a la actividad los últimos sectores en parar. Se trata de varios millones de personas, especialmente en la industria y en la construcción, a los que el Ejecutivo había alargado ocho días las vacaciones de Semana Santa gracias a un "permiso retribuido recuperable", de obligada adopción.

Intensos debates que quedan atrás

La decisión de decretar un confinamiento estricto, más incluso que el de Italia, el otro país en haber puesto en marcha una iniciativa similar, fue motivo de intensos debates en el seno del Gobierno y, una vez decidido, con la oposición y la patronal. Pero los datos epidemiológicos permiten a Sánchez volver a pensar en la economía, al menos mientras no haya nuevos brotes. Los datos del paro de esta semana, que cayeron como un mazazo y presagian un abril durísimo para el empleo, fueron el recordatorio de que hay que pensar en qué quedará fuera cuando los españoles puedan salir de casa. En el diseño de la salida gradual trabaja estos días el Gobierno con distintos equipos ministeriales.

"Corto, medio y largo plazo", repiten sin cesar algunos asesores del Gobierno, también de la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, que sigue trabajando a pleno rendimiento desde su casa. Y en el medio o largo plazo, para Sánchez se abrirá sencillamente una nueva etapa histórica. "No os quepa ninguna duda, estamos ante la gran crisis de nuestras vidas", dijo este sábado. 

Sánchez cree que España se enfrenta a un desafío generacional, cuya resolución marcará la vida para las próximas décadas, y que se compara en la historia de España a la Transición y en la de Europa a su propia fundación. Pudieran parecer referencias excesivas, pero a ambas aludió el jefe del Ejecutivo. "Europa surgió como consecuencia de las lecciones que sacamos después de la Segunda Guerra Mundial", recordó el presidente, incesante en la reclamación de eurobonos y solidaridad europea.

"Deberemos pasar a una unidad sin duda alguna más fuerte y más compacta. Deberemos pasar del “qué pueden hacer los demás por mí” al “qué puedo hacer yo por los demás”. Algo que ya hizo nuestro país hace cuatro décadas en eso que saben sobro todo los ciudadanos más veteranos, de más edad, que son los Pactos de la Moncloa", dijo en otro momento, en una clara referencia a John F. Kennedy y su discurso en la puesta de largo de su mandato

Ocho veces reconstrucción, y en mayúscula

Hasta ocho veces se puede encontrar la palabra "reconstrucción" en las palabras que Sánchez pronunció este sábado y varias veces en mayúscula en la transcripción que de su discurso remitió el Ejecutivo. En el Gobierno ha habido voces críticas sobre la falta de comunicación con el líder de la oposición, Pablo Casado, al que este sábado telefoneó el jefe del Ejecutivo, como a Inés Arrimadas, la portavoz de Ciudadanos. Santiago Abascal, líder de Vox, la tercera fuerza en el Congreso, prefirió no descolgar el teléfono al responsabilizarlo de los más de 11.000 muertos. 

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Con los nuevos Pactos de la Moncloa, Sánchez pretende inaugurar una nueva etapa en la que quiere hacer al PP corresponsable de la recuperación, consciente de que Casado tendrá que pensárselo mucho antes de rechazar la mano tendida del presidente.

El Gobierno quiere emular las grandes reconstrucciones del siglo XX, que pasaron inevitablemente por la "unidad" y por la reivindicación de lo público. Así nació la Unión Europea, o su embrión original, tras la Segunda Guerra Mundial. Así nació y se fortaleció la Transición española, que dio paso a décadas de construcción del Estado del bienestar. 

"Estamos viendo lo importante de lo común, de lo público, de lo que en muchas ocasiones a lo mejor no hemos sido capaces de entender y apreciar en toda su magnitud. Afortunadamente, vivimos en Europa. Afortunadamente, vivimos en España, en una democracia consolidada con un Estado del Bienestar fuerte, pero un Estado del Bienestar que también hemos visto tenía debilidades, tenía fragilidades. Tienen que ser reforzadas. Lo común, lo que nos representa y materializa lo que nosotros representamos como nación, como comunidad, que es nuestro Estado del Bienestar, tiene que reforzarse en sus pilares esenciales", según Sánchez.

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