Coronavirus

Oxfam alerta de que el coronavirus podría sumir en la pobreza a 500 millones más de personas

Refugiados africanos son trasladados durante el confinamiento por el coronavirus en Sudáfrica.

Alejandro Castroverde Rodrigo

La ONG Oxfam Intermón advierte de que las consecuencias económicas de la pandemia del coronavirus podría avocar a 500 millones más de personas a la pobreza, si no se toman medidas para rescatar a los países en desarrollo.

En un informe publicado este jueves, titulado Elijamos dignidad, no indigencia, la organización avisa que el parón económico decretado por los Gobiernos para controlar el virus podría sumar en la pobreza a entre el 6% y el 8% de la población mundial. Un aumento que supondría que más mitad de la población mundial podría vivir en condiciones de necesidad tras la pandemia, según un nuevo análisis publicado por el Instituto Mundial de Investigaciones de Economía del Desarrollo de las Naciones Unida junto al King’s College de Londres y la Universidad Nacional de Australia.

Dicho análisis apunta que la recesión económica conllevaría una década de retroceso en la reducción de la pobreza, y de hasta 30 años en ciertas regiones. El peor escenario contemplado, con una contracción del 20% de los ingresos, supondría un aumento de entre 341 millones y 611 millones de personas en esa situación.

Un plan de rescate universal

Ante las inminentes reuniones que mantendrán el Banco Central y el FMI, así como los ministros de Finanzas del G20, Oxfam solicita un Plan de rescate económico universal que movilice 2,5 billones de dólares hacia los países en desarrollo, destinando un billón a la cancelación de la deuda externa durante un año, otro billón en liquidez adicional a través de derechos especiales de giro –un tipo de divisa especial creada por el FMI–, y 500.000 millones de dólares en apoyo a los sistemas de salud.

La suspensión de deuda externa es clave para que los países puedan liberar recursos de forma inmediata para abordar la crisis. A principios de 2020 46 países destinaban cuatro veces más recursos a devolver deuda que a financiar su sistema de salud. Esas políticas de recortes recaen en las personas más vulnerables y necesitadas de los servicios públicos. Por ello es necesario que el FMI amplíe el volumen de financiación sin intereses, así como flexibilice los objetivos de reducción de déficit. Además la urgencia sanitaria destaca la necesidad de las solidaridad económica en los países de desarrollo. Oxfam urge que los donantes cumplan su compromiso de destinar el 0,7% del PIB en ayudas al desarrollo.

Aprender de los errores de 2008

El rescate de 2008, centrado en los bancos y en las grandes empresas, supuso una desprotección de la población, que pagó el precio de la crisis en forma austeridad durante la década posterior. El resultante incremento de la desigualdad no puede repetirse, por lo que el dinero del rescate debe estar al servicio de lo más vulnerables –trabajadores, autónomos y pequeñas empresas– y debe estar enfocado al pago de los salarios para conseguir una economía más humana y evitar cometer el mismo error, apunta la organización.

La ONG incide en que es prioritario conceder subvenciones en efectivo y otros mecanismos de protección social a los colectivos más vulnerables y apunta que tan solo uno de cada cinco trabajadores tiene acceso a prestaciones por desempleo. Oxfam exige que se flexibilicen los criterios para que puedan acceder el mayor número de trabajadores a estos sistemas de protección social, y en aquellas casos en los que no sean suficientes se deben aportar rentas de sustitución.

Oxfam propone la moratoria al pago de las bonificaciones a los ejecutivos y los dividendos a los accionistas durante al menos tres años desde que se reciba la ayuda económica, así como créditos con intereses o la participación del Gobierno en aquellas empresas que reciban ayudas específicas. Además los Gobiernos deberán garantizar la supervisión de estos rescates para evitar la corrupción y mala gestión de las ayudas.

La brecha de género aumenta

La organización también apunta que la pandemia agravaría la brecha de género, ya que el 70% de los profesionales de la salud son mujeres y el 92% de las trabajadoras se encuentran en empleos informales en los países más pobres. Además recuerda de que las mujeres llevan a cabo el 75% del trabajo de cuidados no remunerado, cuya situación empeorará si se impone un periodo de austeridad y recortes en los servicios sociales como el de la crisis de 2008.

Señala que no es posible un rescate “neutral” desde el punto de vista de género, y que las medidas que se acuerden tendrán consecuencias diferenciadas para hombres y mujeres.

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Ante la situación de excepcionalidad actual y con la sombra de la crisis de 2008 más cerca que nunca, esta crisis puede servir para poner el foco en lo social y encaminarnos a una economía más humana y alejada de la austeridad que pagan los más vulnerables exigiendo un reparto más justo de los recursos.

Aquí puedes consultar el informe de Oxfam

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