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PP y Cs, de disputa en disputa en Madrid entre desautorizaciones, retiradas de competencias y amenazas de cese

El vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, en una comparecencia bajo la mirada de la presidenta, Isabel Díaz Ayuso.

El Partido Popular no pierde la ocasión de poner el foco en cada posible roce o desavenencia entre el Gobierno de coalición integrado por el PSOE y Unidas Podemos. Los conservadores han llegado a decir que Pedro Sánchez está encontrando más lealtad en ellos, el principal partido de la oposición, que en sus socios de Gobierno. Lo que obvian es que en el kilómetro cero, en la Comunidad de Madrid, hay otro ejecutivo de coalición, integrado por PP y Ciudadanos, que vive en permanente discusión. Ninguno de los dos bloques se esfuerza ya en disimular una tensión que se ha canalizado, hasta la fecha, en retirada de competencias, desautorizaciones en público y amenazas de ceses. "Ya había tensiones antes de la crisis del covid-19. Pero ahora se ha instalado la desconfianza mutua y se está dando un espectáculo nada edificante a los madrileños", coinciden desde la oposición.

Uno de los últimos enfados antes de que estallara la pandemia y la Comunidad de Madrid se ubicara como la más afectada y la que lidera en trágico ránking de mayores fallecidos en residencias de mayores, tuvo como protagonista a Miguel Ángel Rodríguez. El pasado 21 de enero Isabel Díaz Ayuso (PP) le nombraba jefe de gabinete con la "disconformidad" de Ciudadanos. El exsecretario de Estado de Comunicación del expresidente José María Aznar había sido muy crítico en las redes sociales —borró su perfil de Twitter— con el vicepresidente Ignacio Aguado (Cs). Pero la polémica quedó ahí. Porque ambas formaciones habían acordado autonomía a la hora de nombrar a sus respectivos cargos y consejeros, también en lo relacionado con el personal de confianza.

Las heridas se han vuelto a abrir estas semanas hasta el punto de que hay dirigentes del PP que dudan de que, una vez transcurra la crisis, la coalición vaya a resistir. Hay quienes lo ven como un "choque de egos" o "una batalla por tener el protagonismo mediático y de las iniciativas". Pero también hay quienes, incluso dentro de su propio partido, culpan directamente a la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, de querer acaparar todo el protagonismo olvidándose de que gobierna gracias a los votos del partido naranja.

Frente a quienes creen que todo lo que ocurre en Madrid se magnifica, están quienes defienden que los enfrentamientos que están protagonizando los equipos de Ayuso y Aguado no tienen equiparación con la relación entre PP y Ciudadanos en otros territorios en los que también son socios, como Andalucía, la Región de Murcia o Castilla y León. O, más cerca todavía, en el Ayuntamiento de Madrid. Coinciden en PP y Cs en que la relación entre el alcalde, José Luis Martínez-Almeida (PP), y la vicealcaldesa, Begoña Villacís (Cs), es "muy cordial" y que trabajan "de forma coordinada". "El alcalde está mostrando más mano izquierda con Villacís, dejándola su espacio, que lo que vemos en la Comunidad de Madrid", valora un antiguo dirigente de Ciudadanos que considera que Ayuso no debería olvidar que Aguado es el portavoz del Gobierno regional. Y que ello implica que también tenga reservado su espacio.

¿"Ceses" por las residencias?

El último choque entre Ayuso y Aguado ha sido el más grave hasta la fecha y tienen como contexto el drama de las residencias de mayores. Los últimos datos facilitados por el Consejero de Políticas Sociales, Alberto Reyero, apuntan a 5.272 fallecidos cuya causa de la muerte puede atribuirse al covid-19. "Yo no quiero mirar hacia otro lado", sostuvo la presidenta el pasado domingo al tiempo que no descartaba ceses por la gestión de las residencias en la región, tanto de directivos de estos centros como de consejeros de su Ejecutivo, en el caso de que llegase a demostrarse que ha habido "negligencias".

La consejería de Sanidad está en manos de Reyero, de la cuota de Ciudadanos. La de Sanidad, en manos de Enrique Ruiz Escudero, del PP. El pasado 26 de marzo, Ayuso retiró a Ciudadanos la competencia sobre las residencias. Por ello, cuando en el partido naranja escucharon lo de los ceses, llovía sobre mojado y el enfado fue monumental. "Ni hoy, ni en el futuro", respondería un día después ante los micrófonos de la cadena Ser el vicepresidente madrileño preguntado por la posible dimisión de Reyero.

"Este Gobierno se construye encima de un acuerdo político que deja bien claro cuáles son las competencias y responsabilidades de cada uno. Esa decisión no está sobre la mesa y no le compete a la presidenta en tanto en cuanto cada partido nombra a sus consejeros", se defendió Aguado.

Fuentes de Cs en la Comunidad de Madrid defienden que no se avecina crisis de Gobierno, al menos en lo que tiene que ver con ellos porque los consejeros naranjas los elige Aguado y es también Aguado quien tiene la competencia de cesarlos.

Cs habla de "medidas inéditas" en su gestión de las residencias

Este martes, este nuevo episodio de las tensiones entre PP y Cs sobrevoló la reunión telemática que de la Comisión de Políticas Sociales, Familias, Igualdad y Natalidad que celebró la Asamblea de Madrid y en la que el tema dominante fue el de las residencias. El compareciente, el consejero Reyero, evitó ir al choque directo con el PP, pese a que los partidos de la oposición mencionaron la polémica de los ceses. Pero sí aprovechó para defender su gestión desde que accedió a la consejería asegurando que había tomado "medidas inéditas hasta la fecha en la Comunidad de Madrid", como la vigilancia del incumplimiento de los pliegos de los contratos públicos. O como la publicación, a finales del pasado año, del listado de las 130 residencias sancionadas entre 2014 y 2018.

Tanto desde Unidas Podemos como desde Más País insistieron en desviar las responsabilidades a los años en los que el Partido Popular gobernó en solitario. De hecho, el diputado de Más País Emilio Delgado, le recordó que Cs habría podido unirse al PSOE para gobernar la Comunidad de Madrid en lugar de al PP. Una forma, dijo de "soltar lastre de las políticas privatizadoras del Partido Popular". Una de cuestiones que más escuece al PP es que se hable de "recortes" sanitarios. 

También Ayuso y Aguado han chocado por una cuestión sobre la que el Gobierno central tomó este martes una decisión, la de la salida a la calle de los menores. El pasado 15 de abril, la presidenta de la Comunidad de Madrid rechazó la propuesta del vicepresidente de pedir a Pedro Sánchez que los menores de 14 años pudiesen salir a la calle durante el confinamiento acompañados de un adulto y durante una hora al día. 

La competencia de residencias, para el PP

Pero el verdadero punto de inflexión, el momento que marcó un antes y un después, tuvo lugar la noche del jueves 26 de marzo, cuando Ayuso retiró a Reyero las competencias en materia de centros de mayores. Ese día había en la Comunidad 17 residencias donde habían fallecido al menos 15 personas. De ellas, 16 están en manos privadas y sólo una tiene gestión pública, la Francisco de Vitoria de Alcalá de Henares (donde se habían producido 20 muertes).

En cuanto a los otros 16 geriátricos, siete pertenecían a alguno de los grandes grupos que dominan el sector residencial en España. En concreto, tres centros son propiedad de grupo Orpea –26 muertos en Loreto, 16 en Aravaca y 15 en Sanchinarro–; uno de Ballesol –41 decesos en su centro de Alcalá de Henares–; uno de Albertia –21 muertes en Moratalaz–; uno de Caser Residencial –21 fallecidos en su centro de Santa Hortensia en Madrid–, y uno de DomusVi –16 fallecidos en DomusVi de Alcalá de Henares–. Ha pasado casi un mes y las cifras se han multiplicado.

Desde la oposición en la Asamblea de Madrid recuerdan que esta fue última vez que se han facilitado datos desagregados de muertes en residencias de mayores en la Comunidad. 

PP y Cs no se han puesto todavía de acuerdo a la hora de explicar esta especie de crisis de Gobierno que puso el control de las residencias en manos de uno de los hombres fuertes del Gobieno regional y de la máxima confianza de Ayuso. En el PP madrileño aseguraron que Ruiz Escudero, tomaba los mandos en una situación en la que era importante tener "capacidad de gestión", "desarrollar protocolos". Y en el partido naranja consideraban que lo único que ocurrió es que la Comunidad estaba cumpliendo la ley, la orden del Gobierno central y que ellos ya llevaban semanas avisando de que todo tenía que pasar por una medicalización de los centros de mayores.

A vueltas con la UME

Días antes, el 21 de marzo Reyero remitió una carta al vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales, Pablo Iglesias, en la que reclamaba personal sanitario de la Unidad Militar de Emergencias (UME) para hacer frente a la situación crítica de los centros de mayores de la Comunidad.

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La iniciativa fue recibida con sorpresa por la presidenta Ayuso. Contaban los conservadores madrileños por aquellas fechas que tal propuesta no había sido debatida en ningún órgano de Gobierno. De hecho, la jefa del Ejecutivo regional se había opuesto días antes a esta idea en una entrevista concedida a Onda Cero.

"Esta petición no sirve porque el Ejército no tiene capacidad para enviar sanitarios no tiene capacidad para enviar sanitarios, no tiene capacidad para llegar sólo en Madrid a 500 residencias, y no digamos por todo el país", respondió preguntada sobre este tema que ya habían lanzado a la opinión pública tanto Reyero como el vicepresidente Ignacio Aguado.

La presidenta de la Comunidad de Madrid comparecerá el 29 de abril en un Pleno para informar sobre su gestión de la crisis del covid-19. Será ese día cuando la oposición le pida cuentas a ella, como máxima responsable del Gobierno regional, del drama de las residencias.

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